CAPÍTULO 11

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-NARRA AIDA-
Hoy, mientras desayunábamos, la policía que lleva el caso de Lucía nos ha dicho la avisemos inmediatamente si recibimos en nuestros teléfonos móviles alguna llamada desde algún teléfono desconocido, porque, seguramente, podría estar relacionada con el secuestro de Lucía. Nos han comentado también que la llamada que recibió ayer Andrés, donde estuvo hablando con Lucía, no pudo ser rastreada porque, por lo visto, entre los secuestradores debe haber algún hacker o experto informático, que impidió dicho rastreo.
Por otra parte, he estado hablando antes con los padres de Lucía. Me han comentado que están aterrorizados, que necesitan que la saquen de donde sea que la tienen, y tenerla de vuelta cuando antes. Se arrepienten mucho de cómo le han estado tratando estos últimos años, desde que decidió dedicarse a la música y les dijo que era lesbiana; sobre todo su madre está destrozada. Así que me han prometido que, cuando la policía consiga liberar a Lucía —todos estamos convencidos de ello— ,van a hablar con ella y le van a pedir perdón por todo lo que le han hecho sufrir a causa de sus continuos desprecios, y van a empezar a aceptarla tal y como es.

-NARRA ANDRÉS-
¡Vaya campaña de publicidad gratuita!: "Secuestro de la cantante Lu Díaz", "Secuestro de la cantautora Lu Díaz en plena calle", "La cantante Lu Díaz es secuestrada delante de su novia". Ella no quería que se hablara de su vida privada, y ahí está. Todos los periódicos recogen la noticia. Las redes sociales están que arden. Un día más de secuestro, y éxito total. Soy brillante, hay que decirlo, es así. Tengo una mente privilegiada. Estoy en una nube de la que no me quiero bajar. No paran de llegarme mensajes de fans, periodistas, y más titulares de la noticia.
¿Me importa hacer sufrir a Lucía y su familia de esta manera? La verdad es que no; me importa una mierda.
Ahora lo que tengo que hacer es parecer abatido y sonar convincente a la hora de hablar de lo preocupado que estoy por ella.

Al día siguiente...
-LLAMADA entre Andrés y los secuestradores-
X-Yo creo que ya podríamos soltarla, ¿qué opina?
A-Dejadla hasta mañana, aún no se han cumplido ni 24 horas desde que su noticia está en los telediarios, en las redes sociales y demás. Quiero que siga circulando la noticia aunque sea hasta mañana.
X-De acuerdo. Hasta mañana entonces.
A-Exacto. Mañana a las 12 del mediodía la soltáis. Donde dijimos. Todo claro, ¿no?
X-Sí, sí. Clarísimo.
A-Vale. Pues no volváis a llamarme. Ya me pondré yo en contacto con vosotros pasado mañana, y quedamos para daros el otro 50%. (Cuelga)
-FIN DE LA LLAMADA-

Mientras tanto con la policía...
-NARRADOR OMNISCIENTE-
En la Comisaría de Policía, los investigadores han escuchado toda la llamada. No dijeron a nadie del círculo de Lucía que habían pinchado todos sus teléfonos móviles, para no ponerles sobre aviso; pero fue lo primero que hicieron. No sólo han pillado a Andrés, sino que han rastreado la llamada, esta vez no han tenido problemas, y han localizado el lugar donde tienen a Lucía: es una nave abandonada, de un polígono industrial a las afueras de León. Aunque podrían intervenir ya, los policías responsables del caso deciden que es mejor esperar a la mañana siguiente, cuando los secuestradores y Andrés han decidido soltarla. Están convencidos de que la vida de Lucía no corre peligro. Montan un operativo en torno a la nave, y esperan a que pasen las horas.
Mientras tanto, la gente encargada de hablar con el grupo que se mantiene en el hotel (Aida, Andrés, los padres de Lucía, Juan —el road manager— y María —la jefa de producción de los conciertos—) no les comenta nada de cómo van las investigaciones. Además les ha permitido a todos ellos ir a dormir, o por lo menos intentarlo, a sus habitaciones. Por supuesto, ha puesto vigilancia en el pasillo de la habitación de Andrés.
La espera se hace eterna, sobre todo para Aida y los padres de Lucía, que no pegan ojo; preguntándose cómo estará Lucía, si le habrán hecho daño... no logran dormir, vaya.

Al día siguiente...
A las 11 de la mañana los policías notan movimiento en la nave: hay luces encendidas y, a través de las ventanas, unos agentes, escondidas tras unos contenedores a más de 50 metros, ven, a través de la mirilla telescópica de sus fusiles, a tres individuos con Lucía, que se dirigen hacia un coche que hay dentro de la nave. Uno de los secuestradores se sienta al volante; otro, introduce en los asientos de atrás a Lucía sentándose a su lado; el tercero abre el portón de la nave. Es el momento en que aparecen, de repente, seis policías, que actúan con rapidez, rodeando a los secuestradores, que no han tenido tiempo de reaccionar.
P-¡Quedan detenidos! Tienen derecho a permanecer en silencio. Cualquier cosa que digan puede ser utilizada en su contra en un tribunal.
L-Gracias, gracias de verdad (dice al ser por fin liberada)
Los secuestradores son llevados esposados al furgón policial.
Dos minutos más tarde, los padres de Lucía y Aida son informados de la buena y esperada noticia.

-En el hotel-
Están todos esperando en una sala común que han habilitado para reunir al círculo de Lucía, mientras ella llega. En cuanto cruza la puerta, no le da ni tiempo a correr a abrazar a Aida, porque un de los policías que venía con ella, grita:
P-¡Andrés Medina, queda detenido por la organización de este secuestro!
(Todos sorprendidos)
An-¡QUÉ! Se están confundiendo... ¡Yo no he hecho nada!
P-Eso lo cuentas en comisaría, a ver si allí te crees tan valiente y tan listo.

NOTA AUTORA:
Holaaa. Estoy otra vez por aquí para terminar esta historia, ya que este ha sido el penúltimo capítulo, sólo queda 1 más.
Así que espero la que disfrutéis. Dejadme por comentarios qué os parece y votad, porfaaa.
Vuestra autora fav (espero)
Lydia.

No fue casualidad sino destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora