Continuación del capítulo anterior:
A-Hola, soy Aida. Te llevo viendo aquí toda la semana y quería desayunar contigo si te parece, ¿te apetece?
L-Emmm.
A-Ay, perdón. Te he sorprendido, ¿verdad? Si ya sabía yo que acercarme no era una buena idea. Lo siento mucho, en serio. Ya me voy (me levanto)
L-No, no. Espera, ven. Siéntate.
A-¿Sí?¿segura? No te quería molestar, de verdad.
L-Sí, claro. Tranquila, no me molestas para nada. Tan solo no me lo esperaba y me has pillado de sopetón.
A-Uf, pues menos mal. (Me siento frente a ella de nuevo)
L-Le digo al camarero que venga para que pidas lo que quieras, ¿vale?
A-Ay, sí sí.
L-(Alza la mano y el camarero se acerca)
X-Buenos días. ¿Desean algo?
A-Sí. Yo quiero un zumo de naranja y un croisant, por favor.
X-Enseguida, ¿algo más?
A-No, gracias.
X-(Se marcha)
L-Uy, qué tonta. No te he dicho: me llamo Lucía.
A-Encantada de conocerte.
L-Bueno, ¿vienes por aquí a menudo?
A-No, la verdad. Conozco esta cafetería desde hace poquito.
L-Sí, yo esta semana es la primera vez que te he visto por aquí.
A-¿Y tú? ¿Vienes mucho?
L-Yo sí. Prácticamente todas las mañanas.
A-Qué bien. Pues voy a intentar venir todas las mañanas sobre esta hora y nos vemos.
L-(Sonríe)
A-¿Y qué te gusta hacer? Cuéntame, a ver.
L-Soy bastante inquieta y siempre tengo que estar haciendo algo ¡Cualquier cosa menos aburrirme!
A-¡Yo soy igual!
L-Me gusta hacer todo tipo de actividades: nado mucho, me gusta ir de viaje (siempre que puedo), ir de fiesta con amigos, salir a cenar o comer, así de improviso...
A-Yo estoy intentando disfrutar más de los planes "no planeados" (hace un gesto con los dedos de entrecomillado)
L-(Sonríe) ¿Por? ¿No lo disfrutas si no lo has preparado antes, o qué?
A-Sí, un montón. Pero así, de primeras, me cuesta improvisar y todo eso.
L-Pues yo soy de planificar poco; así que no sé como nos vamos a llevar (ríe).
A-(Sonrío) Espero que bien. A lo mejor me puedes ayudar a disfrutar más.
L-(Aparta la mirada y sonríe).Tiempo después...
L-(Mira el reloj de su muñeca) Oye, Aida. Me tengo que ir ya.
A-Oh, claro.
L-Pero me gustaría quedar contigo. ¿Tienes libre el sábado, por la tarde/noche?
A-... Puesss...
L-¿No puedes?
A-Claro que puedo; sí, sí. ¿Dónde?
L-Yo paso a buscarte. Si te parece, nos damos los números y hablamos.
A-Vale. Y te paso la ubicación de mi casa.
L-Sí, perfecto.
A,L-(Intercambiamos los números de móvil)
L-Genial, pues vamos hablando, ¿vale?
A-Claro (asiento)
A,L-(Nos damos un pequeño abrazo)
L-Adiós (paga la cuenta y se va).-NARRA Lucía-
Vaya. Esto sí que no lo esperaba. Yo he estado comiéndome la cabeza toda la semana, pensando en cómo acercarme a ella, y de repente ella, con absoluta naturalidad me ha hablado. Es verdad: me ha pillado de sopetón, y a la vez he sentido un poco de alivio. Ha sido como: "Uf, menos mal que ella ha dado el primer paso".
Mientras hablaba con ella y tal, estaba como súper feliz, y me he notado rara en ese sentido, porque jamás me había pasado eso.
¿Cómo me ha parecido Aida? Pues bueno, una tía muy guay y muy maja. Aparte de que es guapísima y en algún momento me he puesto algo nerviosa tan solo por mirarla a los ojos. Somos bastante parecidas; coincidimos en muchos gustos, y eso me encanta. Le he pedido quedar, porque he pensado que me vendría genial conocer a alguien ahora, y tampoco quiero una novia YA. No, no quiero precipitarme y luego que me rompan el corazón; no estoy dispuesta. Quiero empezar una amistad, o algo así, y luego ir viendo qué pasa.
No le he dicho que soy cantante, y por suerte ella no me conoce. No me gusta empezar una relación diciendo que soy cantante, porque hay gente que solo te quiere por el dinero y la "fama"; así que me he alegrado de que no me conociera. Que quede claro que no quiero ocultarle por mucho tiempo que me dedico a la música: el sábado le he dicho de quedar porque quiero llevarla a mi concierto en acústico y contarle allí todo, mejor. Ya espero con ansias que llegue ese momento para volver verla, porque, en serio, me ha caído mazo bien.-LLAMADA entre Aida y Bea-
B-Hola, Aidi.
A-Hola, tía.
B-Dime, ¿necesitas algo?
A-Sí. Es para decirte una cosa.
B-Ah, claro. Dime, dime.
A-Lo del sábado; que íbamos a ir a ver a la cantante esa que me dijiste.
B-Sí. ¿Qué pasa?
A-No voy a poder ir, lo siento.
B-¿Por qué? ¿Ha pasado algo? (pregunta, curiosa)
A-Pues que he conocido a una chica y...
B-¡¿Una chica?! Cuenta, cuenta.
A-Te lo cuento mejor en persona, y así te puedo dar más detalles.
B-Vale.
A-Es que la chica me ha invitado a quedar el sábado por la noche, y no quería decirle que no, porque, de verdad, me apetece mucho verla.
B-Lo entiendo perfectamente, tía.
A-Lo siento mucho, de verdad. Te recompensaré, iremos donde tú quieras el domingo. Aunque ya no sea a ver el concierto.
B-Que no pasa nada. Tranqui tía. Me alegro mazo por ti. Pero quiero que me lo cuentes todo, ¿eh?
A-Por supuesto. Te lo prometo.
B-Pues hasta el domingo, tía.
A-Adiós. Gracias por entenderlo.
B-Nada, nada. Chao.
-FIN DE LA LLAMADA-
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No fue casualidad sino destino
Novela JuvenilEntra a leer. Vive la historia de dos chicas muy parecidas, pero lo suficientemente diferentes para complementarse entre ellas.