Confianza || Merlina Addams x TN Fem

Mira mi rostro, Addams

Entramos y cuando mi madre nos miró salió corriendo hacia mí.

-¿Qué fue lo que pasó? -tomó mi rostro entre sus manos, iba a responder pero me frenó-. Vamos con Weems primero.

Las tres caminamos hasta la oficina de la directora, mi madre nos abrió la puerta y Weems nos miró.

-¿Qué pasó? -preguntó alterada. Enid y yo tomamos asiento frente al escritorio.

Entre las dos procedimos a narrar lo sucedido esta noche, cuando terminamos Weems se levantó de su silla.

-Iré a esperar a la señorita Addams, señorita Sinclair, vaya a descansar, y usted señorita Thornhill, debería ir al hospital a que le revisen mejor la herida -sin más salió de la oficina, miré a mi madre.

-¿Enid podría quedarse en mi dormitorio por unos días?

-Claro, pero tendrán que compartir la cama por esta noche, mañana pediré que instalen otra -asentimos-. Después de ayudar a Enid a instalarse iremos al hospital.

Salimos en dirección a la habitación de Enid, ella sacó una maleta roja grande y empezó a guardar sus cosas.

-Iré a acomodar mi habitación, ya vengo a ayudarte -salí sin esperar respuesta, vi que Merlina estaba caminando por el pasillo, pero la ignoré.

Acomodé un poco la cama y el closet para que Enid coloque allí su ropa, satisfecha caminé a la habitación de Enid, entré y ella estaba discutiendo con Merlina.

-...y traté de ser tu amiga, siempre dispuesta a arriesgarme, consideré tus sentimientos, les decía "sé que tiene la vibra de una asesina en serie, pero sólo es tímida".

-Jamás te pedí que lo hicieras.

-¡NO TENÍAS QUE HACERLO PORQUE ES LO QUE UNA AMIGA HACE! -explotó-, no le tienes que pedir, y el hecho de que no lo sepas lo dice todo -se dio la vuelta, tomó sus maletas y se acercó a la puerta-. ¿Quieres estar sola Merlina? ¡adelante! -con eso salió de la habitación cerrando la puerta tras ella.

Suspiré y caminé hasta el ventanal, viendo como caía la tormenta afuera. Esperé pacientemente a que Merlina tomara la palabra.

-¿Vas a decir algo? -inquirió.

-Esperaba que tú hablaras primero.

-No tengo nada que decir.

-¿Ah no? -seguí dándole la espalda.

-No -dijo y ya.

Tomé aire y me desahogué, pero hablé de forma pausada, para que captara cada una de mis palabras.

-Nos mentiste, a los tres, pensaba que ya estábamos en un punto en el que podías contar con nosotros, al menos en mí, literalmente estuve para ti desde el primer minuto, ¿y aún así no fuiste capaz de contarme sobre tus planes?

-No hubieras aceptado.

-Claro que sí, porque te seguí a todos lados, y te seguiría hasta el mismo infierno, pero parece que no te diste cuenta de eso. Preferiste mentirnos, llevarnos hasta allá usando una cubierta, en vez de ser clara. Arriesgaste la vida de todos, incluyendo la tuya.

-Pero no pasó nada.

-¿Ah no? -repuse de nuevo-, ¡MIRA MI MALDITO ROSTRO ADDAMS! -por fin me di la vuelta, me miró y abrió los ojos más de lo normal-, no te habías dado cuenta, ¿verdad? No me miraste ni una vez en toda la noche, solo pendiente de la integridad de Galpin, pero no de la mía.

-¿Todo esto se trata de los celos? -me reí con amargura.

-¿Celos? Debes estar bromeando Addams, de todo lo que te dije solo te fijas en eso -negué con la cabeza y caminé a la puerta.