Nueve

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Un aire nostálgico invade mi pecho. Miro por la ventana como pequeñas gotas de lluvia caen lentamente. Están jugando una carrera. Se pelean por ver quién llega primero a la meta.

El temporal está programado para dentro de una hora, el cielo se oscurece más que de costumbre a las siete de la tarde. Al parecer este 31 de diciembre será el último.

Ordene el departamento, limpie y lave las cosas, dirás que estoy preparando un escenario, tal vez sea cierto. Estoy cuidando nuestro hogar.

Decidiste que me quedaría con él ya que a diferencia de ti yo no tenía donde ir.

Esa noche empacaste tus cosas en la valija mientras yo te veía desde la sala, incluso hasta el último momento guardaste pacientemente tu ropa.

¿Hacías tiempo? ¿Quizás querías que te detuviera?

Entendí que sí, así que lo hice.

Cuando atravesaste el marco de la habitación que compartimos juntos con tus pasos lentos pero seguros y tu mirada firme, diste un último recorrido a la sala por si se te olvidaba algo pasándome de largo.

Tomaste el pomo de la puerta, lo giraste y tiraste de ella. Me acerqué rápidamente y tomé tu muñeca.

Todavía recuerdo tus últimas palabras. Me lastimaron como si la hoja afilada de un cuchillo cortará mi pecho.

—Te dejo libre. Desaparece de mi vida Jimin.







The end of a beautiful worldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora