❝𝓜𝓲𝓮𝓷𝓽𝓻𝓪𝓼 𝓜𝓮 𝓜𝓪𝓻𝓬𝓱𝓲𝓽𝓸...❞ [TᗰᑎT 2012]

2. «𝐌𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐦𝐞 𝐚𝐡𝐨𝐠𝐨 𝐞𝐧 𝐬𝐨𝐥𝐞𝐝𝐚𝐝...»

Leo miro al otro, sus ojos llorozos fijos en el de pecas, su cerebro aun intentaba procesar la informacion en su cabeza, llena de pensamientos mezclados con poca o nada coherencia unos con otros. Leo observo a su hermano, sosteniendo la mano con casi nada de fuerza, temiendo herirlo, todo su cuerpo temblo e ignoro sus ojos rojos e irritados por el llanto, desbordando miedo, angustia en su corazon dolido.

Se sentia tan estupido por no darse cuenta de que algo andaba mal. Se odio asi mismo por no revisar, por no insistir. ¿Como pudo no haberlo visto antes? Era tan tonto ese solo hecho que al momento de recordarlo se sentía idiota.

¿Y como no podria hacerlo? Mikey no estaba bien, independientemente de si ya estaba pasando por cosas duras, el estaba herido fisicamente. Solo basto analizar su cuerpo un poco para saberlo. Fue horrible por que Leo se sintio mal cuando se dio cuenta de que Mikey estaba sufriendo, el lo habia dejado en manos del felino cuando no pudo mantener la pelea, pero penso que el de naranja podria huir por su cuenta, no creyo que se quedaria. Y tampoco le importo entonces, simplemente supuso que estaria bien y se fue con los otros. Dejo a Mikey. Y ahora Mikey estaba muriendo. O al menos Donnie no daba precisamente esperanzas altas para la tortuga.

Leo estaba seguro de que no importaba tanto si Mikey se lastimaba un poco, se recuperaria, siempre lo hace. Eso penso, hasta que vio al moribundo mutante inconciente en el baño. Su grito habia atraido a los demas y las cosas desde ahi fueron tan estresantes que practicamente cualquiera de ellos podria haber tenido un paro cardiaco.

¿Por que Mikey no les habia dicho que algo andaba mal? Claro que a veces son un poco duros con el, pero siempre habian creido que los cuatro comunicarian a alguno si algo estaba mal, incluso Rapha muy, muy de vez en cuando, lo hacia, pero Mikey no lo habia hecho. Mikey nunca dijo nada. No tenia sentido para ninguno, el pecoso estaba feliz, siempre dando vueltas de aqui para alla, expresando alegria, siempre emocionado con energia que suplicaba ser liberada, pero todo lo que Leo podia ver en el ahora era una marchita y apagada forma, conectada a tubos, con piel palida y respiracion lenta como los movimientos de un caracol. Esto no era Mikey. Pero al mismo tiempo lo era.

Y les dolio.

Cada vez que miraban el cuerpo inerte del mutante, recordaban como era, en cada peca, cada detalle facial, cada rasgo distintivo en su piel suave. Era todo el. Y, dolió. Realmente lo hizo. Y les dolía aún más cuando se daban cuenta de que empeoraba. Mikey no era de los que lloraban delante de los demás, ¿Por qué no lo hizo esta vez? ¿Por qué no fue con alguno de ellos y les dijo?

Leo suspiro, recuerda vagamente que sucedió una vez, cuando él y Raphael se pelearon, cuando Gatito Helado murió, cuando el sensei lo regañó y especialmente después de que el mismo Leo le peleara. Ay, cómo lloró. Gritó y sollozó aún lado suyo, aferrándose a Donnie como si su vida dependiera de ello. Temblaba. Mikey estaba asustado de el. Le tenía miedo. Disculpándose constantemente, aunque Leo rápidamente trato de arreglarlo. El mismo odiaba cuando Mikey lloraba, pero odiaba más cuando el formaba parte de la causa de las lágrimas.

Debería haberlo sabido, era su hermano mayor, ¡Era el líder! Su trabajo era cuidar de ellos, pero no se dio cuenta de que algo estaba mal en el momento en que el pecoso regresó del enfrentamiento con Garra de Tigre. Mikey parecía haber visto un fantasma y miraba a su alrededor como si esperara que alguien apareciera en cualquier momento. Tal vez si lo hubiera observado durante los siguientes minutos... si le hubiera importado lo suficiente, el habría sabido que parecía estar empeorando, sus movimientos eran temblorosos, estaba inusualmente tranquilo y parecía como si estuviera perdiendo el sueño, sin mencionar que Raphael lo había escuchado levantarse ocasionalmente para vomitar pero Mikey no se derramo. No lo había visto llorar. Y ni siquiera pudo preguntar nada antes de encontrarse así mismo sosteniendo a Mikey en sus brazos mientras lloraba, le recordó cómo él de naranja solía hacer lo mismo por el.