2. Tu perfume en mi ropa

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tags: dating, fluff, first kiss, alternative universe

palabras: 657

El perfume de Matías queda aferrado a la ropa de Enzo después de su cita.

 —Y, ¿cuándo te voy a ver de nuevo?— pregunta Enzo con su característica sonrisa canchera, apoyándose en el marco de la puerta de la casa de Matías

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 —Y, ¿cuándo te voy a ver de nuevo?— pregunta Enzo con su característica sonrisa canchera, apoyándose en el marco de la puerta de la casa de Matías.

Matías se muerde el labio, obligándose a contener una risita nerviosa.

—No sé, decime vos— dice Matías.

El menor juguetea con sus manos, sin saber bien qué hacer con ellas hasta que Enzo lo detiene, agarrando una de ellas, la diferencia de tamaño lo hace casi estremecerse, entrelazan los dedos juntos, como si fuera algo cotidiano y no algo completamente nuevo entre ellos.

—El sábado a la tarde te paso a buscar con el auto y vamos al río a tomar mates, ¿querés?

Matías sonríe y asiente con la cabeza.

—Igual falta mucho para el sábado, me vas a extrañar— dice Matías.

Enzo se ríe y el menor siente que se va a derretir.

—Capaz te haga alguna visita sorpresa pero tus viejos me van a odiar si paso a verte a la hora que salgo de trabajar.

Matías chasquea la lengua, restándole importancia.

—No, te abro la puerta del costado y pasas para el patio, la meto a Akira adentro para que no nos buchonee y subimos a la terraza, vas a llegar pasadas las 9, así que, podemos comer algo juntos— propone.

Enzo vuelve a sonreír, o quizás sea el hecho de que su sonrisa no se borra nunca alrededor de Matías pero, al final, termina aceptando, empieza a sospechar que aceptaría cualquier cosa que signifique pasar al menos cinco minutos con el chico que le gusta.

—Me tengo que ir— termina diciendo.

—¿Si?— pregunta Matías.

Enzo asiente con la cabeza.

—Y, ¿qué podemos hacer para que no me extrañes tanto?— dice Matias juguetón, dándole un leve apretón a la mano de Enzo de forma involuntaria.

—¿Qué me proponés?

Matías se encoge de hombros, entonces, Enzo da un paso más hacia adelante, quedando peligrosamente cerca del menor y con su mano libre sostiene su mentón. El contraste es claro entre la piel de porcelana de Matías y las manos callosas por el trabajo de esfuerzo de Enzo, a Matías no le importa, solo quiere que el toque se prolongue o que lo toque en todas partes... o las dos cosas.

—Se me ocurre una cosa— dice Enzo mirando directo a su boca.

El menor se relame los labios, intentando provocar al cordobés.

—No se me ocurre que puede ser— dice bajito— ¿Qué cosa?

—Maravillosa— bromea Enzo alzando sus cejas.

Matías se ríe—¿De qué color?

Y Enzo conecta sus labios con los ajenos, en un beso dulce y lento, ideal para ser el primero, sus lenguas son demasiado tímidas como para rozarse y de forma un poco torpe Matías choca sus dientes con los de Enzo, haciendo que sus mejillas se ruboricen y que el mayor sonría en medio del beso.

—¡Mati! ¡¿Sos vos?!— se escucha desde adentro de la casa.

Se separan rápido y Matías se toca las mejillas, confirmando para sus adentros que están calientes y seguramente rojas.

—Es mi papá, tengo que entrar— dice apurado.

—Está bien, andá bonito, después te pregunto bien qué día puedo pasar— dice Enzo.

Y antes de separarse por completo Enzo le besa la mejilla, como si no acabaran de besarse con la vecina espiando por la ventana.

Enzo tiene que volver caminando porque no le alcanza para el colectivo, todavía no cobró y prefirió gastarse sus últimos pesos en invitar a merendar al chico que le gusta. El camino no es tan largo pero le da tiempo para estirar el cuello de su camiseta y llevarla hasta su nariz, inspirando profundo para darse cuenta de que el olor de Matías está pegado a su ropa.

Cuando llega a su casa no tiene hambre, por lo que se va directo a la cama y comete el acto más adolescente y humillante que podría imaginarse, usa su remera de funda para la almohada para poder dormirse sintiendo el perfume de Matías.

Cuando llega a su casa no tiene hambre, por lo que se va directo a la cama y comete el acto más adolescente y humillante que podría imaginarse, usa su remera de funda para la almohada para poder dormirse sintiendo el perfume de Matías

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esto lo escribí el otro día en el trabajo y no tiene nada en particular, incluso es re corto pero m gusta mucho jskfksj

-love, love, love | (matienzo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora