tags: fluff, slice of lifepalabras: 534
Matías se quema con el agua del mate y Enzo tiene que mimarlo para compensarlo.
—No sé para dónde vamos a ir en junio, no sé si llegaremos a junio jugando acá— dice Matías.
Enzo asiente con la cabeza, él tampoco tiene la respuesta y aún peor, no sabe si para junio van a seguir jugando juntos, no dice nada al respecto.
Hace un rato, nada más, fueron a una panadería francesa a comprar lo más cercano que tiene las medialunas: croissants. Así es como Matías se encuentra cortando croissants por la mitad para ver cuales son los rellenos y cuáles no.
Recién arrancan el mate y Enzo, designado cebador, se asegura de tomar los primeros tres para que el primer mate de Matías no esté tan fuerte. Ceba uno con apenas un poquito de azúcar y se lo pasa a su amigo.
—Cuidado que está caliente— advierte Enzo, pues, se le hirvió el agua, es en vano porque Matías da un sorbo largo sin siquiera prestarle atención, demasiado inmerso en sus pensamientos con respecto al futuro.
—¡Está re caliente!— exclama Matías.
Enzo suelta una risita pero es breve porque enseguida ve los ojos involuntariamente llorosos de Matías.
—Te dije, flaqui ¿Te quemaste?— pregunta, más preocupado que cualquier otra cosa.
Matías asiente con la cabeza, dejando el mate a un lado. Una de sus manos está sucia por haber estado tocando las no-medialunas, la otra mano se la lleva a la boca, como si pudiera medir el daño con solo su tacto.
—Me quemé el labio— dice y hace puchero para hacer énfasis.
Enzo quiere sonreír porque siente que se va a derretir por la ternura que siente pero sabe que si lo hace Matías va a hacer el berrinche más grande de la historia.
—A ver, dejame ver— pide Enzo arrastrando su silla más cerca de Matías.
El menor mantiene el puchero, ahora más exagerado para que Enzo pueda ver con claridad si se lastimó.
Enzo lo sostiene de la mejilla y con su pulgar cepilla el mentón del marplatense.
—Mhm, sí, está medio rojo, igual no creo que se te haga una ampolla— observa Enzo.
—Me duele— se queja Matías.
—¿Mucho?
Matías asiente con la cabeza.
Enzo levanta la vista, nomás para ver los ojos de Matías llorosos y hambrientos de una solución, así que, se acerca un poquito más para dejar un beso casto sobre el labio quemado de Matías.
—¿Duele menos?
La única respuesta que recibe son las mejillas de Matías ligeramente enrojecidas, le da otro beso, y otro y para el siguiente beso se aleja de la herida para besar la comisura de sus labios, su nariz, sus mejillas que ahora arden sonrojadas, su frente y luego vuelve a besar los labios enrojecidos.
—¿Ahora duele menos?
Matías quiere hacer el esfuerzo de rodar los ojos pero sabe que no sería ni un poquito convincente, así que desvía la vista de los ojos profundos de Enzo.
—Sí— dice bajito.
Entonces Enzo puede sonreír y lo besa una vez más, por las dudas.
—Voy a cambiar el agua así no te quemás de nuevo, ¿está bien?
Y cuando pueden seguir con el mate, Matías tiene la excusa perfecta para poder sentarse en el regazo de su amigo y recibir infinidad de mimos mientras come croissants rellenos.
bueno subo esto q lo tenía hace un par estoy intentando escribir un os largo y varios d estos cosos pero m acuerdo d q enzo está d novio y m pone mal en cualquier momento m pongo a escribir angst (sacrilegio para mí
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-love, love, love | (matienzo)
Fiksi Penggemar→ headcanons y one-shots cortitos matienzo ( ꈍᴗꈍ) → las aclaraciones son importantes ('-﹏-')