5- Meetings at the park

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PVO ROSEANNE

Era sábado por la mañana; por fin había terminado ese dichoso seminario, y tenía todo un fin de semana para descansar. Me levanté temprano; hoy no tenía que ir a comer a casa de mis padres, pues estaban fuera de la ciudad, y Jisoo estaba de guardia, así que me vestí, con unos vaqueros, una sudadera negra y unas puma y me fui a dar un paseo, aprovechando la tibia mañana de otoño.

Terminé en un pequeño parque, con un café y mi libro, sentada en un banco. Me gustaba venir a los parques, a menudo me quedaba observando a las parejas que paseaban con sus hijos; una sonrisa de nostalgia y de tristeza se apoderaba de mi al ver esas escenas.

Me imaginaba cómo habría sido mi vida si Talia no hubiera muerto, siempre tuvimos claro que cuándo tuviéramos una estabilidad laboral y económica nos casaríamos y formaríamos una familia, ya que a ambas nos gustaban los niños. Sonreí mirando al cielo, no había día que no me acordara de ella, siempre la llevaría ahí en mi corazón.

Nunca me planteé rehacer mi vida, una parte de mi se negaba a rehacerla, los recuerdos y vivencias felices se habían convertido en dolorosos; y por otro lado no había encontrado a la persona adecuada...pero no contaba con cierta residente que se había colado en mi mente y en mis sueños esos últimos meses...Lisa.

Era especial, eso se notaba a simple vista; mirar aquellos ojos achocolatados, tan bonitos y expresivos, tan parecidos a los de Talia, era un bálsamo para mi pena.

Recordé el primer día que la conocí, su nerviosismo cuándo atendimos al señor Reggs, no se me olvidaba el nombre, y lo bien que lo había hecho. Mina y Chaeyoung me contaban cómo se iba desenvolviendo en el servicio, le iba muy bien, llegaría a ser una gran doctora.

Siempre hablábamos de cosas de trabajo; nunca le mencioné a Talia, y ella no me habló de su vida fuera del hospital...y me moría de curiosidad.

Me encantaba verla sonrojarse, su pequeño cuerpo parecía hecho para abrazarlo y acunarlo...pero mi timidez, y por qué no decirlo, mi miedo a rehacer mi vida, me impedían proponerle salir y conocerla más. Pero desde que dejé de verla tan a menudo, a causa del seminario, empecé a anhelar su compañía, era extraño.

Me volví a sumergir en mi lectura, pero a los cinco minutos una voz me distrajo.

-Hola Roseanne, qué sorpresa encontrarte aquí- alcé la cabeza y era...Lisa, parada ante mi con una sonrisa...y agarrando un carrito de bebé.

Un extraño sentimiento me invadió...¿ese bebé era suyo?, ¿estaba casada?; recordé que nunca había visto alianza alguna, pero igual no la llevaba.

-Hola, ¿cómo estás?- le pregunté mientras me levantaba.

-Bien, aprovechando el fin de semana libre- me contestó.

-Ya veo...-le contesté con una sonrisa y alzando la cabeza para ver al bebé, pero ella sin querer me sacó de la duda.

-¿No sabías que tengo una niña?; me extraña que Chaeyoung no te haya contado nada, con lo que le gusta cotillear- me dijo tímidamente, con otra sonrisa.

-No, no lo sabía...¿puedo?- le pregunté con precaución.

-Claro que sí- me dijo mientras bajaba la capota. Dentro dormía una preciosa niña, muy parecida a Lisa, con sus mejillas sonrosadas y su mismo color de pelo. Iba muy graciosa vestida, con un peto vaquero, una sudadera rosa y unas converse de bebé, también rosas, estaba para comérsela.

-Es muy guapa, se parece a ti...-le dije, lo que provocó que se sonrojara aún más.

-Gr...gracias...-respondió torpemente.

Mi Vida Junto A Tí- ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora