6- A shattered heart

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Los ojos de Roseanne dejaron de brillar en cuánto empezó a contarme su historia. Estaba hablando de sus comienzos en la universidad; había estudiado en la Universidad de Adelaide*, al igual que su padre y su hermana.

Iba a preguntarle algo, cuándo se acercó la camarera con las bebidas, las ensaladas y el biberón de Megan. Empecé a dárselo, a la vez que Roseanne continuaba con la historia.

-Pasadas las primeras vacaciones de navidad, el profesor Harris, nuestro maestro en anatomía, pidió voluntarios para la tesis que estaba realizando. Debíamos hacer varias prácticas en el laboratorio de anatomía seccional. Llegué cinco minutos tarde, y sólo quedaba un sitio libre. Ahí fue dónde la vi por primera vez- empezó a relatar en voz baja y con la mirada fija en algún punto de la mesa.

Mentalmente analizaba cada palabra que me contaba... era por una chica; no sé por qué no me sorprendió, algo así me temía desde el principio.

-Se llamaba Talia...era la chica más guapa que había visto nunca; su cabello era de un color rubio oscuro precioso, lo llevaba a la altura de los hombros, era alta y delgada, y sus ojos... eran de un color marrón intenso, tan preciosos... iguales que los tuyos... ¿recuerdas la primera vez que nos vimos, cuándo chocamos a la entrada del hospital?- me preguntó mientras se sonrojaba ligeramente.

-Si, claro que me acuerdo- le respondí, aún sin comprender.

-No había vuelto a ver esos ojos desde que ella los cerró para siempre... por eso me puse tan nerviosa, y me fui tan rápido- me terminó de explicar, mientras desviaba su mirada de mi rostro.

Me quedé pegada en mi asiento, asimilando lo que me acababa de decir Roseanne... básicamente que mis ojos eran cómo los de Talia; eso explicaba su comportamiento el día que chocamos... y segundo... la frase de que los cerró para siempre me dejó petrificada, y enseguida até cabos... ella había muerto.

La miré fijamente, incapaz de de decir algo, instándole a continuar.

-Me tocó sentarme a su lado para realizar las prácticas, enseguida congeniamos y empezamos a quedar fuera del laboratorio; ella estudiaba bioquímica. Las prácticas de la tesis duraron casi el resto del semestre, y al acabar éstas comprendí que me había enamorado de ella. Al principio me daba vergüenza confesárselo... supongo que en el tema chicas la experta es Jisoo- dijo a la vez que esbozaba una pequeña sonrisa, haciéndome sonreír a mi de vuelta, mientras echaba una ojeada a Megan, que hacía rato que había terminado su biberón y se quedaba de nuevo dormida.

Me levanté un segundo, para colocar a mi hija en el carro y taparla; mientras estaba de espaldas, pude sentir la mirada de Roseanne clavada en mi nuca. Una vez volví a la mesa, empezamos a comer, mientras seguía contándome.

-Una vez se lo dije, me sorprendió, ya que ella sentía lo mismo por mi... y así empezamos a salir, y ella se convirtió en mi novia. El resto de nuestros años en la universidad los pasé dedicado a mis estudios y a ella... éramos muy felices juntas. Terminamos nuestras carreras, y yo regresé aquí para hacer la residencia. Ella era de Nueva York, y en unos meses encontró trabajo en un laboratorio y se vino a vivir aquí conmigo-.

Escuchaba atentamente la historia, se veía atormentado por los recuerdos. Paró un momento, justo en él cual la camarera nos traía el resto de nuestra comida. Seguía incapaz de articular palabra alguna... y lo peor aún estaba por venir. Saqué fuerzas, para animarle a continuar... pero al momento deseché la idea.

-Roseanne, no tienes por qué seguir- le dije, viendo que se iba a derrumbar.

-Quiero hacerlo Lisa... necesito hacerlo- musitó con voz suave, mientras se estiraba su mano por encima de la mesa; apartó de mi mano el tenedor y la atrapó entre la suya. Las dichosas descargas no tardaron en llegar, y la piel se me puso de gallina. Suavemente acaricié con mi pulgar la palma de su mano, queriendo transmitirle tranquilidad. Ella no dejó de mirar muestras manos unidas, a la vez que continuó hablando.

Mi Vida Junto A Tí- ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora