El protegido del Diablo_ KOOKMIN

II

Baekhyun dejó al hombre en el sofá lo más rápido que pudo antes de caer exhausto a un lado. Con la respiración agitada siguió las manos de su tío que inmediatamente comenzó trabajar delicadamente sobre el hombre.

- Primero tendremos que quitarle la ropa. Baek, tráeme las mantas de mi cama - Jimin, que se había cambiado sus ropas y había dispuesto al lado del sofá un conjunto de paños y brebajes, intentaba despegar las ropas que por la sangre se habían adherido a la piel. Por fortuna, el hombre no parecía cercano a la conciencia, por lo que no sentiría el dolor.

- ¿Todas ellas? ¿y con qué dormirás tú? - una sola mirada bastó para que desdeñosamente caminara hasta las habitaciones, sabiendo que su preocupación no sería bien recibida.

Dentro de la habitación, sin dudarlo desnudó su propia cama y amontonando las mantas en sus brazos volvió hasta donde su tío ya había desnudado al hombre, dejándolo cubierto de la cintura para abajo por los restos de su ropa.

Jimin solo paró un segundo para mirar con desaprobación que no había seguido su orden, aunque pareció decidir que no era el momento de tener una discusión, por lo que simplemente le indicó que desechara las viejas y sucias ropas del hombre y que, en su lugar, pusiera las mantas para cubrirlo.

- ¿No deberíamos guardar estos como prueba? - dijo mirando con sospecha lo que ahora solo eran trapos. Sorprendentemente las telas eran suaves al tacto, por lo que era una verdadera lástima tener que desecharlas, aunque la sangre ya las había estropeado. - ¿Viste ropas como estas y terminó empalado en el lago?

- Baekhyun - se encogió ante el tono de advertencia. Jimin ahora pasaba un paño remojado en brebajes alrededor de la herida, afortunadamente ya no sangraba, por lo que con alivió pensó que este hombre podría tener una posibilidad - Ya que tienes tanta energía, ¿por qué no vas a ese agradable puesto en el pueblo y traes más hierbas? Trae unas ropas también, me temo que ni tú ni yo tenemos nada que pueda quedarle cómodo.

Baekhyun había amontonado la ropa del hombre junto con los paños que su tío ya había desechado. Miró a su tío con sospecha, antes de ver al hombre inconsciente. Aún respiraba, aunque dificultosamente, y su piel estaba un poco más rojiza, definitivamente ya no tenía el semblante de un muerto y si seguía así lo más probable es que despertase en algún momento. Sin embargo, ciertamente no sería en los próximos días, pensó cuando sus ojos se centraron en la herida que coronaba su pecho.

- Bien, entiendo - resignado lavó sus manos y las secó bruscamente para luego buscar su bolso - Traeré las ropas más grandes que encuentre, no serán igual de lujosas, pero supongo que tendrá que conformarse. Oh, si tenemos suerte es un noble y su familia nos recompensará.

- ¡Baekhyun! - Jimin lo reprendió con desaprobación - no se ayuda a las personas esperando algo a cambio. Solo ayudas y ya, ¿no te he enseñado eso?

- Lo has hecho - cedió con una sonrisa afectuosa, ya listo con su bolso y caminando hasta la puerta - pero tú eres tú, tío. Eres demasiado amable para tu propio bien, pero no te preocupes, yo te protegeré - sin esperar lo que sin duda sería otra reprimenda cerró la puerta y partió al pueblo. Sonrió con emoción, secretamente complacido de poder ver al aprendiz del curandero.

Jimin, por su parte, negó con la cabeza y decidió volver su atención al hombre. Su semblante había mejorado mucho a pesar de solo haber pasado unos minutos desde que la herida se cerró superficialmente. Volvió a coger otro paño y lo remojó en el brebaje.

- Debes ser un hombre muy fuerte, aferrándote así a la vida - suavemente presiona poco a poco en la herida. Había eliminado la sangre seca en el cuerpo del hombre, por lo que podía ver claramente el corte que le fue realizado - Realmente espero que no seas peligroso, dios sabe que ese niño no se callará si tenía razón - apenas terminó la última palabra notó como los ojos del hombre revoloteaban bajo sus párpados.