III

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Poco antes que las chicas comenzaran su vida universitaria, Tiffany le compró un escritorio a Karina para que no tuvieran problemas con estudiar. Karina antes no era mucho de estudiar, pero ver a Minjeong hacerlo al menos una hora al día después de clases, ella lo comenzó a hacer para poder acompañarla sin molestarla. 

Pero ahí iba otra vez, las palabras de Ningning atormentando sus pensamientos. 

Se llevó el lápiz a la boca y se apoyó en su brazo para mirar a su hermosa novia estudiar. Ya le había contado sobre lo del proyecto, fue lo primero que le dijo ese día y antes que Karina pudiera decir algo, se sentó inmediatamente a estudiar para así evitar cualquier tipo de catástrofe. Karina, sin levantarse de su silla, se acercó para colocarse al lado de Minjeong. 

—¿Qué haces?—preguntó Karina al ver que el cuaderno estaba lleno de rayones. 

—No sé dé que tema hacerlo—suspiró. 

—Pensé que pensarías en alguna película—Minjeong la miró a los ojos con asombro—¿Qué? 

—¿Debería de hacerlo de eso? 

—Es un tema que te apasiona, seguro con esa emoción podrás dar una gran presentación. 

—¿Tú crees?—Karina afirmó con la cabeza y miró como anotó el tema y a los pocos segundos, el nombre de una película de Disney. Sonrió al ver que Minjeong volvía a lo suyo, le dio un corto beso en la mejilla y volvió a su lugar. 

Agarró su lápiz y miró su computadora que contenía un documento investigatorio de filosofía moderna. Se recostó en la silla y volvió a ver a Minjeong e hizo un puchero. Cuando comenzaron a salir, ambas vivían por separado en el mismo lugar para poder aprobar los últimos exámenes. Para Minjeong le era muy importante estudiar y no la quería interrumpir. 

Pero ya quería que cerrara al computador para así poder hablar. No sobre el tema de tener relaciones, no, eso era algo que ella misma le había dicho que la esperara. El contacto físico aún le era un tema para ella, temía que notara alguna marca antigua y que eso arruinara el momento. Karina tapaba hasta la cicatriz del codo por tirarse del auto en movimiento. 

El tema que le asustaba era lo de Yeonjung. Ya había visto un poco de ese chico en el bar. Era amable, atento y hasta lindo. No sabía de la orientación de Minjeong, ya que nunca lo creyó importante, pero si le gustaba uno de los Spider-Man, al de Narnia y a miles de actores masculinos que no recuerda como se llama, era porque le podría gustar un hombre ¿No? 

Su marea hizo que no pudiera leer ni una línea de lo que debía de estudiar. 

Ese chico se iba a acercar para ser su amiga, eso ya lo tenía más que claro, ya que en el bar le pregunto como podría ser amigo de Minjeong. Karina le respondió sin siquiera dudarlo, le encantaba la idea de que tuviera más amigos, eso le iba a servir en su tratamiento psicológico. Ese chico simpático que escuchó con atención los consejos de Karina, era la persona adecuada para que Minjeong comenzara a tener una vida social estable. 

¿Y si era mejor que ella? No, no estaba celosa, solo insegura. 

Ese chico compartirá cada clase con Minjeong, cuando le tuviera confianza, comenzaran a hablar de lo que estudiaban, luego de cosas en común, después de otras cosas y Minjeong apenas iba a pasar tiempo en casa y cuando llegara lo haría para dormir o para estudiar. Karina aguantó la respiración y trató calmarse. Minjeong la amaba, eso no cabía duda, tenían una química fantástica que hasta sus madres decían que iba a hacer dieta para verse bien en su boda. 

—Iré a bañarme—susurró, necesitaba ordenar sus pensamientos. Minjeong pareció que ni siquiera la escuchó. 

Se levantó de su silla y con el pijama entre sus manos, fue a la bañera. Podía escuchar a las mayores ver su telenovela en el primer piso y a Tiffany quejándose de la decisión de uno de los personajes. Entró al baño y soltó un largo suspiro. 

Se desvistió, se dio una corta ducha y luego comenzó a llenar la bañera. Cuando este se terminó de llenar, detuvo el agua y hundió completamente su cara. Quería que ahogar sus inseguridades, no quería que fuera un problema más en su cabeza. Las parejas suelen terminar, eso es algo normal, su madre ha terminado muchas veces con la madre de Winter. Si Minjeong tenía algún otro interés iba a dejar que lo disfrutara, no le gustaba la idea de forzar algo. Eso iba a arruinar las cosas y solo quería tener buenos recuerdos de Winter y quería ser los buenos recuerdos de ella. 

Sacó la cara del agua y soltó todo el aire que contenía. Sentía que estaba exagerando, aunque su psicóloga le decía que nunca debía de pensar en eso, ahora le era inevitable. Siempre tuvo problemas con gente que ya conocía, antes hasta le daba inseguridad recibir amor por parte de Ryujin. Le incomodaba cada mínima muestra de cariño de cualquier forma. No sentía eso con Minjeong, disfrutaba cada abrazo, acto y palabra. Y ahora era la primera vez con ella que se sentía insegura. 

Había leído un poco de eso en lo que debía de estudiar, pero ni siquiera terminó de leer esa parte. Soltó una corta risa ¿Desde ahora siempre iba a comparar las vivencia con lo que estaba estudiando? Esperaba que eso la ayudara con sus problemas.

Agarró aire para volver a hundirse, pero escuchó que alguien tocó la puerta. 

—¿Puedo pasar?—escuchó a Minjeong. Miró el agua y se dedicó a tapar bien su cuerpo con la espuma. 

—Sí. 

Había traído una toalla para colocarla en el suelo y sentarse cerca de la bañera, dándole la espalda para que tuviera su privacidad. Ambas recordaron con mucho cariño que ahí fue donde se comenzaron a hablar y al igual que ese día, la presencia de Minjeong hizo que toda se fuera toda la marea de Karina. 

—¿Puedo pedirte un pequeño favor?—preguntó Winter después de un tiempo. 

—¿Qué? 

—¿Puedes evitar irte mientras estudio?, o al menos mientras hago este proyecto—se dio vuelta para mirar a Karina a los ojos. La mayor se tensó al ver sus ojos llorosos—Me da miedo, muchísimo y me da más miedo hacerlo a solas. Tu presencia me recuerda que he mejorado y cuando te fuiste sentí que me ahogaba. 

—No me volveré a ir, perdón—Minjeong negó con la cabeza. 

—No lo sabías, ni yo lo sabía como para pedírtelo antes. Además, no te daré derecho a pedirme perdón ante nada, no sabes lo feliz que estoy de conocerte. 

—Lo mismo digo—Minjeong sonrió con timidez— ¿Puedo reservar la conversación de esta noche para dedicarme a decirte lo mucho que te amo?—Minjeong negó con la cabeza. 

—Yo ya había pensado en reservarlo para dedicarme a besarte, te extraño mucho en la universidad—Karina ocultó su sonrojo en el agua—Llevamos ya 4 meses ¿Vas a sonrojarte así cada vez que te bese? 

—¿Tienes algún problema con eso? 

—Mi problema es que te ocultes. Yo dejo que me veas sonrojada ¿Por qué yo no puedo disfrutar lo que provoco?

—Si lo hago, lo comenzarás a provocarlo más y me vas a matar por—Minjeong se levantó su lugar y se aceró a Karina para interrumpirla con un cálido y largo beso—Adoro que hagas eso—susurró. 

—Te esperaré en la cama—dijo al alejarse. 

Karina miró como cerró la puerta y se tapó la cara con sus manos. No podía creer lo mucho que le gusta Minjeong. Con Yeonjung no iba a lograr a llegar a ese punto ¿No? Pensó con egoísmo que, a pesar de dejarla y emocionarse de que haga amigos, se negaría a dejar que alguien más conociera esa parte coqueta de Winter. 


Attention [Winrina] #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora