MegumiBDAYWeek

Day 1

Los omegas se hicieron para procrear
Los omegas se hicieron para servir
Un omega solo sirve para mandar
Un alfa es dueño de todo...
Pero que pasa cuando un alfa
Pierde la cabeza, pierde la razón
Por un omega que solo conoce
El dolor y la traición...

Gojo Satoru se movía tambaleante entre las calles, donde estaba, no sabía, a dónde iba, mucho menos, importaba, tampoco, lo único que tenía claro era que estaba borracho, drogado y su madre había muerto, su vida se estaba llendo a la mierda.

Su padre le había organizado un "hermoso"  funeral, las flores blancas adornaban la bella capilla, una solemne ceremonia para despedir a la matriarca Gojo, era pura hipocresía.

Todos en el clan sabían las atrocidades que padre le había a su madre, las golpizas, las humillaciones, la forma en que la obliga a darle otro heredero, lamentablemente cada uno de los futuros hermanos de Satoru murió a las pocos meses de gestación, Satoru creció como hijo único y una madre que siempre lo protegió de los abusos de su padre, cada golpe dirigido a Gojo, fue recibido por su madre, Satoru deseaba ser grande y proteger a su madre.

No pudo hacerlo, con 23 años, gojo había perdido a su madre y prefirió abandonar ese funeral, su madre ya no estaba, no le quedaba nada más en ese lugar.

Entre su casi inconciencia, logro reconocer el sonido de su celular

- ¡maldita sea Satoru, tu padre está furioso, debes regresar antes de que se ponga peor!-

Claro que Suguro, seria el único que podría preocuparse por fue, además de Shoko y su difunta madre, eran las únicas que se preocupaban realmente por el

- por mi puede irse a la mierda, perdí a mi madre Suguru, prefiero morir que tener que regresar a ese lugar-

Satoru colgó sin darle tiempo a Suguru de contestar, estaba a punto de guardar su celular cuando sintió un golpe en sus piernas, perdió el equilibrio y su celular cayó al suelo, solamente escucho gritos antes de perder la conciencia por completo.



Satoru comenzó a recobrar el conocimiento, no sabía dónde estaba, solo sentía frío y le dolía el cuerpo.

- intente no moverse, no tenía mucho, pero hice lo mejor que pude -

Una dulce voz le hablo al peliblanco, era como si un ángel le hablara, si bien siempre la gente lo halago por sus precios ojos azul cielo, los ojos de ese chico eran el más perfecto azul océano, su corazón comenzó a palpitar rápido, la belleza frente a el lo dejo pasmado, a pesar de la ropa andrajosa y la cara un poco sucia, ese chico era una belleza.

- yo ... ¿tu me trajiste?- la pregunta sonaba casi estúpida, pero fue lo único que se le ocurrió

- tarde mucho pero lo hice, tenía un poco de medicina y limpie sus heridas - el azabache le mostró unos zapatos desgastados - no pude cargarlo, asi que sus zapatos se arruinaron, lo lamento mucho-

El tierno puchero y las casi lágrimas hicieron a Satoru querer abrazarlo

- no te preocupes ¿cuánto tengo inconsciente?-