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Jennie (14) - Lisa (15)
-No Lisa Unnie, no más besos -sus mejillas rosáceas por la pena.
-¿Por qué Nini? -la miro muy sonriente.
-Me haces sentir nerviosa y muchas mariposas aletean en mi estómago.
-¿Ah, si? -azotó sus labios contra la mejilla roja de la bajita.
-¡Unnie!
-Esta bien, ¿vamos por algo de tomar?
-Esta bien -se tomaron de las manos como era costumbre y caminaron hacia el puesto de bebidas- Quiero una leche de vainilla.
-Yo solo quiero leche blanca -la miro fijamente antes de llegar al puesto.
-Unnie -llamó en advertencia a Lisa para luego soltar sus manos.
-Lo sé, lo siento, perdón si te incómode -sus manos jugando entre si y su cara en claro arrepentimiento.
-No es eso, contigo siempre estoy cómoda, pero aún no -volvió a unir sus manos para retomar su camino al puesto.
-Me da dos cajitas de leche porfavor, uno de vainilla y otra de fresa -le extendieron las cajitas con su respectivo sabor y ella extendió el dinero exacto- Gracias.
Caminaron de nuevo a la pequeña banca detrás de aquel árbol.
-Cuando tenga 16.
-¿Que?
-Cuando tenga 16 te dejaré que lo veas y tal vez que lo toques -su mirada estaba en el suelo, en cambio su voz sonaba firme y segura.
Las mejillas de Lisa no podían estar más rojas, "solo un par de años más" pensó.
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