Capitulo 59

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Dereck

Llegamos al Diamond Hope . Actuamos como si nada y cada quien se fue a su área de trabajo. Al entrar a mi despacho observo la misma cinta de grabación desde unas pocas horas antes de que nos fueramos a comer hasta cuando lo vi luego en la mañana. Nada.

¿ Cómo es posible que no haya nada durante ese tiempo?

Un momento .

Revise la cinta hasta la hora actual. No había nada, era una cinta grabada solo ese retazo de tiempo. Pero ... ¿Cómo lo hicieron ?.

Guardo el video en un pendrive para revisarlo en casa por si se les da por eliminar el video desde aquí. Me estiro un poco para relajarme , debería retomar mis labores como tal.

.

Un muy buen rato después , había revisado con detenimiento la lista de empleados y sus curriculum, el tiempo que llevaban, y la labor que ejercían en el hotel y hacer una lista aparte con ciertos nombres. Desde el teléfono de mi oficina marco a la línea de la recepción y le pido a Camille que reúna a todo el personal presente en el salón de fiestas. Unos minutos después acomodo todos los papeles en una carpeta , acomodo mi traje y salgo de ahí.

Camino con frente en alto hasta el salón , y al abrir las grandes puertas de madera blanca del lugar, ahí me encuentro con todos los empleados. En silencio todos se ponen de pie y automáticamente bajan la cabeza como si fuera reverencia a excepción de Camille . Los observo a todos detenidamente, hay empleados desde jóvenes de quizá unos 20 hasta los 50 o quizá más.

Sin más espera , aclaro mi voz para hablar .

— Buenos tardes. Primero que nada quisiera aclarar unas cosas. Esto no se trata de recorte de personal, asi que se pueden relajar.

Las expresiones de todos son desde alivio hasta sorpresa.

— Diré unos nombres, el que vaya diciendo por favor se acerca adelante.
— abro la carpeta en mis manos y empiezo a leer— Antonia Suárez.

Se levanta de su silla y se acerca.

Era una mujer un poco mayor ,  según su expediente, era extranjera , llegó como ilegal y lleva unos 8 años trabajando de mucama. A sus 52 años aún seguía luchando por agilizar sus papeles y el de su hijo que se encontraba muy enfermo.

— Antonia, de ahora en adelante ya no estarás ordenando habitaciones y sirviéndo las comidas y demás atenciones del huésped, si estás de acuerdo te daré la jubilación para que puedas estar en casa cuidando de tu familia, y mensualmente recibirás el doble de lo que estabas cobrando hasta ahora.

La señora me miró sorprendida igual que los demás que susurraban cosas , y la mencionada y empezó a sollozar.

— ¡Se lo agradezco tanto Señor Hamilton, de verdad muchas gracias. No sabe cuánto significa para mi esto !

Le sonreí

— Eso no es todo Doña Antonia, tambien debo decirle que no tiene que preocuparse más por los documentos, Ya he hablado con un abogado que está haciendo todas las gestiones para que sea legal en el país .

La mujer me abraza fuertemente sollozando y le devuelvo el abrazo.

— Puedes irte a casa ahora mismo si lo deseas . — le digo amable y ella asiente se despide de todos los cuales le devuelven abrazos y se va.

— Martin Romino

Un señor de 63 años se acercaba a mi. El señor no aparentaba mucho su edad, pero sin duda estuvo mucho tiempo aqui, 38 años ya eran más que suficientes de trabajar limpiando la piscina y de botones .

— Es un honor conocer uno de los primeros empleados de este lugar . —le tiendo la mano y éste la acepta amable — Gracias por su largo servicio Don Martin. Ahora le ofrezco lo mismo que la Señora Antonia, si lo desea.. una jubilación y su pensión será el doble de lo que solía ganar hasta ahora.

El hombre sonrió y bajando la cabeza, negó.

— Señor Hamilton. Éste se podría decir que fue mi primer hogar. Éste lugar lo construyó Mariano Romino, mi abuelo, quién falleció sin disfrutar por mucho lo que estaba construyendo gracias a un Cáncer, y mi padre terminó de construirlo y así convirtiéndose en el primer director cuando yo ya era mayor, asi que desde mis veinte y tantos años ya estaba enamorado de éste lugar. Gracias por la oportunidad, pero me gustaría seguir aquí hasta que ya la edad no me lo permita más. 

No sabía eso

Todos lo miran conmovidos.

— Muy bien, entonces mi propuesta será que se hospede aquí permanentemente, no necesitas seguir haciendo un trabajo como tal, y será el jefe de departamento de empleados. No hay nadie más en que podría confiar para eso. Y por supuesto su paga sería mejor.

Me sonríe  haciendo que sus arrugas se noten más y asiente aceptando, y sellamos el trato con un apretón de manos .

— Lorena Williams, Joseph Lennon , y Patrik Stone y los demás secretarios , aumento de sueldo . Marta Fernández, Yuliza Monroe , Eliza Torner y las demás mujeres de limpieza , también aumento de sueldo, y sus horarios se cambiarán, una mitad de ustedes trabajará por turnos , uno durante la mañana , tarde y noche para que sean más llevaderos, sé que entre ustedes hay madres solteras , estudiantes y mujeres ya de la tercera edad o que tienen algún problema de salud.

— Los recepcionistas de cada piso también tendrán un aumento de sueldo, y su horario será cambiado . Su entrada será a las 7:30 am pero se les agregará una hora de almuerzo y saldrán a las 5 pm y ahí el segundo turno.

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Ya había designado sueldos nuevos, ajustes de horarios, ascensos, jubilaciones y demás. Todos estuvieron satisfechos y se fueron contentos todos a sus casas.

Ya era hora que volviera a casa .

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Acaba de estacionarme ya en frente de casa, pero aún no me bajaba del auto. Apago el motor y me recuesto en mi asiento y solo observo a la nada.

Estoy agotado .

Toc toc

Tocan la ventanilla del auto. Era Andrew.

Salgo del auto .

— Buenas noches, Señor Hamilton. Quería avisarle que he averiguado un par de cosas de lo que me encomendó la vez pasada.

Asiento entendiendo.

— Eso si que son buenas noticias. Vamos a mi oficina.

•EN MEDIO DEL CAOS•( En Curso )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora