1.- La llegada

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─No entiendo porqué tenemos que irnos de Pacheco, a mi me gustaba─ me quejo.

─En ese asqueroso lugar no había nada que hacer o visitar, Madrid es un lugar lleno de cultura, museos e historia─ responde mi padre con seriedad.

─¡Pero si nos vamos a mudar a las afueras!

─Ainara, si siempre decías que querías cambiarte de instituto porque se metían contigo─ dice mi madre.

─De instituto, ¡pero no de pueblo!

─¿No tienes curiosidad por ver como es la vida en ciudad?, a parte, seguro que haces nuevos amiguitos─ añade mi abuela.

─Hostias, pedazo edificio─ digo asombrada mientras observo por la ventana del coche nuestro nuevo hogar.

Yo solía vivir en una casa grande de Pacheco, mi antiguo pueblo, y esto de mudarme a Montepinar me resulta raro, ya que tendré vecinos.

Al salir del coche, miré asombrada el lugar, era muy moderno. Tenía un rellano bastante blanco y las escaleras eran preciosas, así que como de costumbre, subí por ellas mientras mi familia optó por el ascensor.

Llegué al 2ºA, nuestro nuevo piso. Es muy bonito, todo muy contemporáneo, mientras miraba maravillada mi hogar escuché el timbre, al mirar por la mirilla vi a un montón de gente amontonada. Abrí la puerta.

─¿Hola?─ digo.

─Hola, bienvenida a Montepinar─ responde un hombre casi calvo y canoso con algo de barba.

─¿Quién eres?─pregunto.

─Enrique Pastor, concejal de juventud y tiempo libre.

─¡Yo soy Antonio Recio!, mayorista, no limpio pescado─ se presenta otro hombre casi calvo adelantándose.

Vaya, me encanta esa forma de presentarse. Interesante.

─Yo soy Ainara, estudiante y escritora─ digo.

─¡Yo también escribo!, ¿qué años tienes?─ pregunta una mujer rubia de ojos claros.

─Dieciséis, ¿cómo te llamas?

─¡Maite Figueroa!, tengo tres hijos de tu edad.

Mi familia llegó con las maletas. 

─¿Qué es todo este alboroto?─ pregunta mi padre al ver que no podía entrar a la casa por la multitud.

─Hola, soy Enrique Pastor concejal de juventud y tiempo libre─ dice el vecino tendiéndole la mano.

─Eeh, yo soy Jose, profesor de historia─ responde mi padre dándole la mano.

─¡Yo soy Carmen!─ exclama mi abuela dándole dos besos a Enrique.

─Yo María─ se presenta mi madre.

─¡Yo soy Maria del Carmen Carrascosa!, pero podeís llamarme Menchu─ se presenta una mujer de pelo corto.

─Bueno, nosotros tenemos que instalarnos─ dice mi padre cortante.

─Yo podría ayudar─ se ofrece Enrique.

─¡Yo también!─ exclama Menchu.

Mi abuela está hablando con los vecinos mientras colocan las cosas, mis padres suben y bajan a por cajas ya que el camión de mudanzas a llegado, y yo, después de poner las cosas en mi cuarto, me he decidido a coger mi ordenador y empezar a escribi...

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Mi abuela está hablando con los vecinos mientras colocan las cosas, mis padres suben y bajan a por cajas ya que el camión de mudanzas a llegado, y yo, después de poner las cosas en mi cuarto, me he decidido a coger mi ordenador y empezar a escribir, pero de repente suena el timbre.

Voy a abrir y era una chica de pelo largo que se veía algo mayor que yo.

─Hola, ¿quién eres?─ pregunto.

─Soy Carlota Rivas, vivo en el bajo A, con mi madre y mis hermanos─ se presenta.

─Encantada, yo soy Ainara, ¿qué edad tienes?

─Tengo veintidos, ¿y tú?

─Algunos menos, dieciséis.

─¡Tienes casi la misma edad que mis hermanos!

─Aah, qué bien.

─¿Te apetece bajar a mi piso y hablar un rato?, es que no hay gente de más o menos mi edad aquí, excepto mis hermanos.

─¡Claro, claro!

Fui con Carlota al bajo y vi que había tres chicos en su sofá, dos de ellos tenían ojos claros y el otro oscuros. Todos eran bastante guapos.

─Estos son mis hermanos.

Ellos se acercaron y se presentaron.

─Yo soy Nano, tengo diecinueve años─ se presenta el de ojos oscuros.

─Yo Rodrigo, tengo dieciocho─era uno de ojos claros.

─Amador, catorce─ era el pequeño, se veía tímido y tenía ojos muy grandes y azules.

─Soy Ainara, dieciséis─ me presento.

─Bueno, no me la agobieís, me la llevo a la habitación─ dice Carlota cogiéndome de la mano y metiéndome en su cuarto.

Me senté con ella en la cama y me miró.

─¿Eres rubia natural?─ pregunta.

─No, soy de bote─ respondo.

─Ahh vale, ¿y qué estudias?

─Bachillerato de letras, quiero ser profesora de inglés, ¿y tú?

─Yo tengo OnlyFans.

─¿Qué?, ¿en serio?

Nueva en Montepinar || La que se avecinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora