Amores del pasado ~Kim Dan x TN~

Enamorandome de ti

Mi día ya no pudo transcurrir de manera normal por que en las clases me ponía nerviosa saber que estaba a unos asientos lejos de mi tampoco de camino a casa por que iba delante de mi.

-No puedo creer que inconscientemente empezara a seguirlo- Mis pensamientos solo pensaban en el o en lo ridícula que podía llegar a verme -Eso no importa-

Aunque las calles estaban llenas de otros estudiantes se sentía como si solo existieran ellos dos el terriblemente acosado pero sin darse cuenta y ella descubriendo nuevos sentimientos.

El camino iba volviéndose cada vez más humilde para no sonar grosero...

Después subió por unas escaleras pero ya no lo seguí pues había llegado a su hogar

Al estar muy lejos de mi camino, pedí un taxi.

-Con permiso-
-Adelante señorita-

Llegue a mi casa con calma pero con mi corazón alterado.
Recordar todo mi día hizo que me pusiera nerviosa y pensara en cosas cursis.

-Sin dudar voy a empezar a hablarte- Con la envoltura aun en su bolsillo pues no tuve el corazón para tirarla pero... Si para comérmelo.
-¿Cariño? ¿Que haces ahí parada?- Apagando el televisor miro a su hija
-Perdóname mamá... es que... Pasaron cosas- Avergonzada, guarda la envoltura
-Ya tengo lista tu cena- Se levanto del sofá para ir a la cocina -No te preocupes, te escucho desde acá-
Tome un asiento de la mesa y empece a contar -¡Ayudame mamá!-

Pasaron el tiempo cenando y hablando de los sentimientos de TN su madre accedió a ayudarle ya que hubiera deseado que alguien la entendiera como ahora ella con su hija.

Despertó temprano, se peino diferente, se arriesgo a ponerse brillo labial, incluso se pinta las uñas.
En consecuencia empezó a hacerse tarde.

-Ya me voy mamá- Corriendo por la casa buscando sus pertenencias
-Hoy te ves bien, no te a cobardes- Estaba recién despertando
-Soy una niña muy puntual así que bye-
Se colgó el bolso se despidió de su madre y corrió

Iba caminando por el mismo camino pero decidí desviarme para la casa de Dan, me lleva el mismo tiempo así que no importa, tal vez no lo encuentre... Con esperanza, seguí mi camino.

Pase por su casa y unas calles adelantes estaba el.

-Okey chica- Respire y baje el ritmo -Eres una persona extrovertida y amigable esto no debe ser tan difícil-

Iguale su paso y logre estar a la par.
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-Buenos días- Con una sonrisa amable para disimular mi nerviosismo
-Oh Buenos días-
¿Ahora que? -Estoy tan avergonzada por lo de ayer quiero disculparme con un pastelillo como el de ayer-
-No es necesario- Sin devolverle la mirada
-Bueno entonces ¿Podemos ser amigos?- El calor que siento en mi interior comparado con el frío que hace hoy
-Claro que si, podemos ser amigos- No podía mirarla
-Oye... ¿Te sientes mal?- Buscando su mirada se dio cuenta de un gran moretón en su labio
-No es nada...- Apenado tapo su rostro

El camino ya no era muy largo, con el silencio rompiendo la paz decidió hablar.

-¿Te duele mucho? Se ve reciente-
-Un poco la verdad-

El día transcurrió normal para los demás.
Con cualquier oportunidad para hablarle, ella lo aprovechaba.
Al final de clase logra escabullirse de sus amigos para poder acompañarlo a su casa.

-Esta bien si solo me dejas en las escaleras-
-Bueno como tu quieras tampoco quiero invadir tu espacio personal-
-Gracias por todo-
-No te preocupes estoy para ayudarte-

Y así fueron los días siguientes, las semanas, hasta el primer mes.

Llevo un mes entero conviviendo con Dan y es la persona más dulce de todo el mundo.
Me preocupa que a veces es agredido por sus padres...
Me costo mucho pero Dan al fin accedió a dejarme pasar más allá de la escalera.