Japan Mafia [Satosugu]

Prólogo.

El humo del cigarrillo se escapó por unos labios amargos con una expresión neutra, la luz de la puerta cerraba al frente suyo se retiró dejando ver a un hombre de mediana edad. Alto y rubio. Luego de querer ignorarlo dándole otra jalada a el cigarro. El contrario totalmente molesto por la acción antes realizada jalo la silla hasta tirarlo de mala gana al frente del escritorio. Este suspiro apagando el cigarrillo en la mesa de madera mientras el Alfa al frente suyo se sentaba.

—¿Tienes idea de la mierda que has hecho?

—Buenas noches. Para ti también.

El indignado rubio se echo para atrás en su silla. Suguru no se veía en lo más minimo interesado en su comportamiento examinando la estructura atómica del cigarrillo a medio consumir.

—Esto es una idiotes...

—La policía es una idiotes.

—¡¿Por que a ella?!

El Alfa peli-negro copio su acción moviéndose hacia atras con una expresión estresada. Al otro no parecía importarle, quería una respuesta persistente.

—Bueno, hay que economizar. Hay que ser bueno con los negocios pequeños. Además ni me hizo quedar mal, fue puntual y todo.

—Quedamos en no liarnos con personas que conocíamos desde antes.

—Pero tu te enrrollas con Yu, ¿no es acaso lo mismo?

Un pequeño silencio los inundó. El azabache podía oler la molestia brotando del rubio con fluidez.

—Bien, quiero mucho a Yu, la verdad. No es insulto, solo que no veo el problema de hacer negocios con ella en cuestión.

—Mei Mei no es una persona que te cubra. Esa por una moneda nos tira todo.

—Tenemos más de una moneda. ¿No es así? Nadie tiene más dinero que yo. No sería tan estúpida.

—Los policías harían lo que sea.

—Nanami. Por favor. ¿Me crees estúpido?

La expresión totalmente honesta del peli-negro hizo suspirar al rubio que se relajó en su asiento, su teléfono había comenzado a sonar y por su rostro, fue fácil saber de quién se trataba.

Suguru se levantó con aburrimiento, tomo su cigarro mientras se ponía la chaqueta hacia adelante. Nanami miro el celular y luego al Alfa al frente suyo.

—Tu Omega. Ya se. No me importa, iré a buscar lo demás. Te veo luego.

—Geto, cuidado.

—Cuidado tu, los cachorros son una basura.

Suguru Geto no era una persona que creyera necesariamente en el amor. Menos en las parejas destinadas o cualquiera de esa mierda. Cuando Nanami vino asegurando que Yu Haibara era su pareja destinada solo se puso a reír incrédulo de aquello. Aunque nunca le creyó y pensó que se aburría del Omega en algún punto, no fue así. Aprendió a respetar la relación con el tiempo.

Aunque le parecía muy estúpido la exclusividad, mucho menos la fidelidad. No entendía el concepto clave de aquello. Es solo un momento divertido en un encuentro, ¿acaso no aburre hacerlo todo el tiempo con la misma bendita persona?

Para nada roto un descosido.

Tal vez.

Suguru aborrece a los Omegas.

Son tontos y fáciles de usar y desechar. El que tenga exclusividad con uno es demasiado bueno o demasíado estúpido. ¿Como le eres fiel a alguien que se le va a lanzar a cualquier Alfa que vea en la calle?