Nadie debe saber.

07:Las crónicas de Hatake

-¡Espera Obito, más lento!-le pidió lo ojos llorosos por la rapidez.

-¡No parece ahora, estamos a punto de llegar!--corrio más rápido, estaban llegando a las cabezas del hokague a las tres de la mañana, en pijama pero estaba pasando algo que marcaría el titulo de la historia.

-¡Ya llegamos, idiota!--dijo al ver que estaban justo en lo árboles cerca de aquellas cabezas.

-Bien, bien, pero no me llames así que lastimas mis sentimientos-hizo puchero mientras escuchaba la risa del otro, lo bajo de su espalda y lo tomo de la mano con nervios. Lo llevo a la cabeza del cuarto y se sentó esperando que el otro también lo hiciera.

-¿De que quieres hablar?--pregunto sentándose-son las tres de la mañana Obito, más te vale que sea importante, justo estaba soñando con...-se callo así mismo, "con Rin diciendo que debía decirte que te amo" era lo que si mente repitió.

-¿Con que?-al ver que el otro se quedó en silencio continuó — Kakashi Hatake, desde el día que volví no he evitado pensar en algo todo este tiempo, ¿Recuerdas que éramos de niños? — el otro asintió — en base a eso hay algo que quiero decirte, talvez tu quieras lo mismo que yo, no lo sé pero... Es difícil, la verdad es que...

-¡Te amo! — su mente le ganó, lo grito sin pensar y de inmediato se arrepintió — lo siento yo no quería —se detuvo al ver que el otro estaba riendo.

-Creo que me ganaste, es lo mismo que iba a decir yo — sonrió y tomo la barbilla de Kakash — ¿Puedo?

Kakashi bajo su mascarilla y junto sus labios en un beso tierno, poco a poco el beso se intensificó. Ambos querían algo más, Obito los telansporto con el kamui y llegaron a la casa de Kakashi.

-Extrañaba esto — susurro en uno de los besos.

Supongo que saben que paso después.

¡Feliz año nuevo!