OPHELIA / LÍA
❝oh ophelia, heaven help the fool who falls in love❞
DELILAH
❝i'm a thousand miles away but girl, tonight you look so pretty, yes you do...❞⌈ ♡ ⌋
La mujer de blanco cabello, que alguna vez fue negro, cerró con delicadeza el álbum de fotos mientras se recargaba contra las almohadas de la cama del hospital.
Miró hacia su derecha donde su hermana, apenas un año menor que ella, dormía profundamente. Durante toda su enfermedad, ella había estado pendiente de su salud, al igual que su esposo e hijos.
Era una ironía, por su puesto, después de tantos años en los que su hermana y ella habían tenido discusiones. Pero seguían siendo hermanas, al fin y al cabo.
Sin embargo, a pesar de los cuidados, aquella noche en la madrugada, Delilah murió con tranquilidad, mientras dormía.
No hubo una luz, no hubo un túnel el cual caminar. Simplemente fue como despertar de un sueño, y estar en un escenario completamente diferente. Apareció en un parque en el que nunca había estado y, aún así, le resultaba extrañamente familiar.
A lo lejos, vio la figura de una persona. Concretamente de una mujer, así que caminó hacia ella. A pesar de los años, y de ahora ambas eran mayores, la reconoció sin problema alguno.
— Lía — Dijo, sorprendida de ver a Ophelia.
— Hola, pequeña — respondió la mujer, haciéndola reír. Solía llamarla de esa forma, a pesar de que ahora de pequeña no tuviera nada.
Se acercó a ella. Sin saber que decir. Sin saber como comenzar a hablar. Pero, como siempre, su contraria era más directa. Tenía menos problemas para hablar las cosas.
— volviste a estar con una mujer? — Preguntó Lía.
—negó con la cabeza levemente, soltando un suspiro; a pesar de que la pregunta la había tomado por sorpresa, respondió. Era como si siguiera acostumbrada a su forma de ser. Como si el tiempo no hubiera pasado y ella simplemente siguiera siguiéndole le corriente— No podía ver a una mujer de otra forma. Para mi la única mujer que podía amar eras tú... veía sus rostros y tan solo tratar de imaginar algo con ellas... No, nunca pude. Siempre pensaba "No... no eres ella".
la mujer sonrió con tristeza— ¿y con un hombre?
soltó una risita nerviosa. no sabía si estaba calmada, si estaba feliz... o si al hablar de eso estaba reviviendo el dolor que en aquel momento sintió. Recordaba claramente cómo se sentía: como si se estuviera quemando viva, como si estuvieran estrujando su corazón, como si le metieran un fierro ardiente por la garganta... Como si en cualquier instante fuera a caer de rodillas a gritar, a llorar por su amor perdido y, finalmente, se derrumbaría sin fuerzas, derrotada por sus propios sentimientos— Lo intenté —respondió Lila, agitando levemente la cabeza, desviando aquellos amargos sentimientos de su mente— Salí con un par. Eran buenas personas, para ser honesta. Supongo que antes de conocerte pudieron haber llamado mi atención. Eran muy interesantes... pero ninguno me hizo sentir como tú lo hiciste. No los podía amar así que finalmente no llegué nunca a nada. Eran buenas personas pero, habría sido cruel de mi parte haberme quedado, sabiendo que nunca los amaría realmente. Les deseé una vida muy feliz.