Cinco años después, Madelin compartió con Martín la idea de contratar profesores que pudieran brindar clases a medida para Einar y Autumn.
Madelin: Martín, creo que es hora de que Einar y Autumn reciban una educación más estructurada. Estaba pensando en contratar profesores que vengan a darles clases en casa. Así podrán aprender y desarrollarse de manera personalizada.
Martín, reflexivo: Suena como una excelente idea, Madelin. Queremos darles a nuestros hijos las mejores oportunidades para aprender y crecer.
Con ese acuerdo, la familia se embarcó en una nueva etapa de la educación de Einar y Autumn, asegurándose de proporcionarles una experiencia educativa que se adaptara a sus necesidades y habilidades individuales.
Los profesores llegaron a la casa para enseñar a Einar y Autumn, creando un ambiente de aprendizaje personalizado. Madelin y Martín observaban con orgullo cómo sus hijos absorbían conocimiento y desarrollaban sus habilidades.
Madelin: Verlos aprender y crecer de esta manera es maravilloso, Martín. Pero a veces, siento que el tiempo vuela demasiado rápido.
Martín, sonriendo: Lo sé, amor. Pero cada paso que dan es una celebración de su crecimiento y éxito. Estamos haciendo lo mejor para ellos.
Así, la familia encontró un equilibrio entre nutrir el crecimiento de Einar y Autumn y disfrutar de cada momento especial, construyendo recuerdos duraderos en el camino.
Einar, emocionado, le preguntó a su mamá si podían ir al parque, pero Madelin respondió con preocupación.
Madelin: Lo siento, hijo, pero no podremos ir al parque. A veces, hay niños que pueden ser peligrosos, y también debemos cuidarnos de otras personas. Quiero que estés seguro en todo momento.
Einar, aunque decepcionado, asintió con comprensión mientras Madelin explicaba la importancia de tomar precauciones para garantizar su seguridad.
Martín, preocupado por la decisión de Madelin de limitar las interacciones de Einar y Autumn con otros niños, le preguntó sobre su elección.
Martín: ¿Por qué no permites que se relacionen con otros niños, amor?
Madelin, con seriedad: No pueden, Martín. Hay niños que vienen de familias problemáticas. No sabemos nada acerca de los demás niños, y si algo les sucede a nuestros hijos debido a la influencia de otras personas o niños, yo no estaría dispuesta a exponerlos a ese riesgo. Quiero asegurarme de que estén a salvo en todo momento.
Martín, reflexivo, asintió al entender la preocupación y el deseo de Madelin de proteger a Einar y Autumn de cualquier situación potencialmente peligrosa.
Madelin, preocupada por la seguridad de Autumn en el jardín, le explicó con dulzura:
Madelin: Mi amor, cuando salgas al jardín, quiero que te pongas tu sombrero para protegerte de las abejas. Además, usa guantes, botas, pantalón y chamarra. No quiero que salgas sin protección, ¿de acuerdo?
Autumn, asintiendo: Está bien, mamá. Entiendo.
Madelin, agradecida por la comprensión de Autumn, se esforzaba por garantizar la seguridad y bienestar de su hija en cada momento.
Autumn, después de jugar afuera, corre hacia la puerta y le grita a Madelin que quiere entrar.
Autumn: ¡Mamá, quiero entrar!
Madelin, sonriendo, se acerca rápidamente y le quita las botas a Autumn para evitar que ensucie la casa. Luego, la lleva al baño para darle un baño y cambiarla antes de la comida.
Madelin: Bien, cariño. Vamos a prepararte para comer después del baño.
Con cada cuidado, Madelin asegura que Autumn esté limpia y cómoda, creando un ambiente hogareño lleno de amor y atención.
Madelin, conversando con Einar sobre el juego, le expresó su opinión sobre jugar solo.
Madelin: A veces, jugar solo puede ser tan divertido, hijo. No necesitas a otra persona para disfrutar de tus propias aventuras y creatividad.
Madelin alentaba a Einar a encontrar la alegría en la autonomía y la imaginación, fomentando su desarrollo individual y su capacidad para entretenerse de manera independiente.
Madelin, preocupada por la seguridad de Einar y Autumn, les explicó las condiciones para ir al cine.
Madelin: Si quieren que los lleve al cine, necesitan llevar su sombrero contra las abejas, guantes y botas. Además, recuerden que no pueden hablar con otros niños ni con personas desconocidas, ¿entendido?
Estas precauciones eran parte de la rutina de cuidado de Madelin para asegurarse de que sus hijos estuvieran protegidos en todo momento.
Madelin, siendo meticulosa en las precauciones, procede a desinfectar los asientos del cine antes de que Einar y Autumn se sienten.
Madelin: Quiero asegurarme de que estén en un lugar limpio y seguro. Tomémonos un momento para desinfectar estos asientos antes de disfrutar de la película.
Con su compromiso con la salud y el bienestar de sus hijos, Madelin crea un entorno que refleja su constante atención y cuidado.
Después de una tarde en el cine, Einar y Autumn llegaron a casa emocionados por la película de Disney que habían visto. Encontraron a Freddy en la sala de estar, y con entusiasmo comenzaron a contarle sobre la película que él se había perdido por estar en clases.
Einar: ¡Freddy, fue increíble! Había princesas, dragones y un mundo mágico.
Autumn: ¡Sí! Pero también aprendimos algunas lecciones sobre amistad y valentía.
Freddy, curioso: ¿En serio? Cuéntenme más.
Madelin, sonriendo: Estuvo llena de aventuras. Pero antes de contarles, déjenme asegurarme de que estén bien. Los chicos, a desinfectar y lavarse las manos.
Después de seguir las precauciones de Madelin, se sentaron juntos en la sala de estar, compartiendo risas y emociones mientras relataban cada detalle de la película perdida. Era un momento especial para la familia, uniendo las experiencias de los niños en la escuela y en el cine, creando recuerdos que perdurarían en el tiempo.
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Nunca pensé que en la felicidad hubiera tanta tristeza
RomanceCinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo