Ya no estás aquí.
Amaneceres descoloridos
anuncian tu ausencia.
Enfermo de tristeza infinita
voy por el mundo
con mis ojos de agua.
No sé que pensar,
no sé que decir.
¿Podré algún día
volver a escribir un verso
sin que tú seas la referencia?
Sabes, yo no necesitaba nada.
Todo estaba completo
con tu mirada que abarcaba cien cielos,
con tus sonrisas que borraban las horas,
con tu cabello que desprendía
el incienso de las flores.
Tal vez pueda olvidarte
cuando se seque la sal de mis ojos
y los pétalos de las rosas
vuelvan uno a uno
al jardín que dejaste marchitar.
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POEMAS QUE NO SE CALLAN
PoetryAmo tus ojos, esmeraldas de algodón. Amo tu mirada perdida en un horizonte que solo tú puedes ver. Yo me conformo con observar tus ojos enormes, brillantes y húmedos clavados en ese punto impreciso. Tu estado meditativo es mi éxtasis. Veo tu pecho o...