En mis armonías

I

POV VIOLETA:

Mi sueño cada vez se hacía más realidad, había conseguido llegar a la academia de operación triunfo.
Llevaba en la academia 1 semana. Semana muy intensa al lado de Denna, mi mejor amiga en la academia.Padam Padam no salió como habíamos imaginado y eso me apenaba mucho ya que la semana había ido de perlas.

Además de Denna también me había juntado mucho con Salma, Naiara y con Chiara.
Salma y Naiara eran un amor, super divertidas y cantan increíble. Chiara es especial, tiene un toque muy dulce, como una niña pequeña, pero en el fondo es un mujerón que a sufrido mucho y no lo merecía. Además de tener una voz super peculiar y una facilidad increíble para componer.

Estábamos en la semana 2 , me había tocado con Álex, el mejor amigo de Denna, no me había hecho demasiada ilusión, ya que no era de mi círculo más cercano, pero era muy paciente y bueno conmigo, ya que sabía que la canción no era mi estilo.

Noemí: 1er pase de micros, de la gala 2 de operación triunfo 2023-sonido de claquetas.

Tras Walk like an egyptian de Bea, Ruslana y Chiara era el turno de nuestra canción, Quiero decirte.
Agarré mi micrófono y traté de actuar como si todo estuviese yendo bien, aunque mi cara exigiese una sesión de terapia con la psicóloga.

En realidad la canción no iba tan mal, pero mi situación personal y romántica era un caos. Todo el dilema empezó una noche de insomnio de esas donde extrañas tu vida fuera. Salí a la terraza, miré el reloj de la cocina. 3:17, suspiré y abrí una cajetilla sin pensarlo. Ni siquiera sabía de quién era, simplemente cogí un cigarro y lo prendí con un mechero rosa que debía ser de Naiara.
La primera calada en 3 años me hizo toser. Escuché pasos, miré hacia detrás y miré un pijama rosa de navidad, sin mirarle a la cara ya sabía que era ella. Miré hacia arriba y vi sus ojos entrecerrados tratando de abrirlos mientras se os frotaba.

Chiara: ¿ Qué haces aquí Vivi, son las 3 de la mañana- dijo bostezando.

Violeta: No puedo dormir, pero ya me hago ahora una infusión con melatonina y me duermo.

Chiara: Te hago ahora la infusión, tú solo entra, que ya es casi diciembre y refresca.

Violeta: No hace falta Kiki, solo quería despejarme.

Chiara: Hazme caso Violeta, túmbate en el sofá y te llevo ahora la infusión.

Violeta: Te vas a despejar Kiki...

Chiara: Vivi,yo siempre estoy despierta a no ser que recuerde mi pastilla para dormir y me tome la pastilla del TDAH.

La miré extrañada y procedí a obedecer, me senté en el sofá y Chiara apareció con una taza.

Violeta: Gracias Kiki, ya puedes irte a cama, no quiero que te desveles más.

Chiara: Vivi,no pienso dejarte aquí sola, tómate la infusión y vamos a la habitación.

Volví a obedecer a Chiara y nos fuimos a la cama.
No sabía que tendría semejantes pesadillas por lo que Kiki acabó durmiendo en mi cama, abrazándome.

Jueves, 8,30,suena por toda la habitación música clásica de Chopin. Me revuelvo en cama y Kiki gruñe incómoda ante la música.
Fitness a las 9 de la mañana no era el mejor plan tras una mala noche. Tras todas las pesadillas, dormir con Chiara me calmó y conseguí dormir un par de horas, pero estaba agotada.
Tapé mis ojeras como pude con corrector, me puse máscara de pestañas y un poco de colorete, y preparé mi café.
Me senté en la mesa y un beso en mi cabeza me sacó del trance. Miré hacia atrás y se encontraba Salma. No sé por que, me desilusionó ver que no había sido Kiki.

Profesor: Venga, último ejercicio será un masaje entre vosotros.

Chiara me miró y yo le sonreí y agarramos nuestras manos.

Chiara: ¿ Mejor que empiece yo no? Has pasado mala noche.

Violeta: Gracias Kiki, la próxima clase te juro que te hago el mejor masaje del mundo.

Chiara: Vivi, no hace falta de verdad.

Me tumbé en el suelo y Chiara empezó a masajear mi cervical, que estaba muy tensa. Estaba muy relajada, Kiki tenía unas manos muy finas y suaves lo que contrastado con la música que había puesto el profe me estaba quedando dormida.

Chiara: ¿Te gusta no? - dijo Kiki susurrando al lado de mi cuello.

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo pero me hice la dormida.
Desde ahí estuve realmente rayada, nunca me había sucedido con ninguna chica esa respuesta tan instantánea de mi cuerpo, ni siquiera con Julia.

Sin duda necesitaba hablar con la psicóloga.