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—¡Mamá estoy aquí!

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—¡Mamá estoy aquí!

   Apareció el pequeño azabache colgando de la puerta con su típica sonrisa de niño bueno. Con el típico sonido de la puerta siendo arrastrada.

El pequeño intruso sacó a su madre de los pensamientos de captura sobre cierto conejo mágico, que no podía hacer nada hasta que Vinter se mostrará primero.

—Ezio.

Sería extraño que ella lo buscará ahora que estaban corriendo rumores de ella con niño llamándola "Mamá" de aquí alla. De principio no le dio valor a estos comentarios pero, Derrick la reprendió por ello, como si le molestara que se corrieran rumores de ella siendo madre.

Eso la molesto.

¿Qué se suponía que hiciera?, era cierto. Tiene un maravilloso hijo que le gana a una cacatúa rosada.

—¿Dónde..?—Sorprendida soltó.

—El abuelo dijo que te pondrias celosa si paso mas tiempo con él que contigo—soltó de la puerta y se acercó a la mujer.—pero, mamá no se enojaria ¿O si?

Entrando conpletamnete la sonrisa qye cargaba se desvanecio por completo, algo lo hizo desviar su mirada.

Algo estaba subiendo arriba, justamente en la ventana. 

Frunciendo su frente miro la ventana de la habitación, parecía como si se caería pronto con una fuerte corriente de viento que quería entrar a la fuerza.

«Esto es Magia, ¿De dónde...?», Con sorpresa abrió sus orbes rubíes.

Inmediato se puso en guardia el niño, su pequeño cuerpo parecía tener alarmas rojas llamando al miedo de que algo pasara, como si reconociera la presencia como algo malo.

Como alguien conocido.

—¿Mamá tiene una visita..?—preguntó.

Se voltio a su madre, al parecer ella no sentía esa presencia. Eso solo lo hizo arrugar más su entrecejo, confundido.

—No...—Susurro.

«¿No...?», la simple negación solo aumento las alertas en el pequeño cuerpo.

—Parece que algo quiere entrar al cuarto de Mamá—se posiciono frente de la Eckhart.

Si algo se adentraba a la habitación, sería el primero en proteger a su madre, fuese lo que fuese. Le importaba poco morir, si era salvando a Penelope.

Que corriera afuera y pidiera ayuda, si, eso quería, si había algo peligroso.

Si le pasaba algo, él...

—¿Es eso cierto?—extrañada lo observó, realmente parecía un gato espinado—No se mira nada por aquí.

Salió detrás de su hijo para ver mejor. Acercándose un poco a la ventana, algo pareció reconocerla.

𝐁𝐔𝐓𝐓𝐄𝐑𝐅𝐋𝐘 | 𝗗𝗢𝗘𝗩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora