𝐁𝐔𝐓𝐓𝐄𝐑𝐅𝐋𝐘 | Death is the Only Ending for the Villainess.
❝ No pienses en nada, no digas nada, ni una sola palabra. Tan solo regálame una sonrisa, todavia sigo sin creerlo, todo esto se siente como un sueño, no intentes desaparecer.
¿Es ver...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era el último día del festival, después de que Penelope se encontrara con los objetivos de captura en distintas situaciones. Pero no podía bajar la guardia por pasar momentos "agradables" con ellos, aún faltaba mucho camino que recorrer antes de que llegara la heroína.
La lista donde se mostraban los nombres de los cinco personajes, tres de cinco estaban tachados por la tinta de la pluma que utilizaba Penelope. Mostrando aún que Eclipse era la vía más viable para salvarse.
«Estoy segura que varias cosas cambiaron, cuando llegue senti que iba a morir cada día», era el modo difícil después de todo.
Tuvo encuentros nada agradables con las capturas, no obstante se sorprendió que los dos hermanos Eckhart subieran el porcentaje, en especial Derrick, quien era particularmente negativo con ella.
No era estable los dos Eckhart, no planeaba tomar el riesgo y dar un paso en falso. Así bajando el porcentaje de veinte que tiene con ellos.
Suspiro la mujer con cansancio.
—¡Mamá!, ¡mira el dibujo que hice para ti!—se lo mostró—¿Sabe mamá que es?
La voz chillona del niño la sacó de sus pensamientos, volteo a verlo y la recibió una hermosa sonrisa acompañada de dos orbes cerrados.
Claro, no podía olvidarse de Ezio. Se asuto cuando ya no lo vio en la guarida de Vinter, de un momento a otro se volvió frío el clima en aquel lugar y ya no estaba con ella.
Obligó a Vinter a que lo buscará como favor, no sabría que hacer si el pequeño niño no estaba, sintió un malestar cuando Vinter apareció con el en brazos, pálido y frío, rapidamnete se acercó tocando su mejilla buscando el calor corporal de su pequeño niño en cambio se afronto a una fría, como si estuviera tocando un cadáver sin vida.
Horrorizada intento taparlo con la capa que tenia y darle calor, con pequeños llamados no despertaba el infante. Pasando gruesamente su saliva lo llamó de nuevo, no despertó hasta el día siguiente.
No durmió nada, esperando a que despertara el infante.
«Ezio es un niño, tiene que tener una buena vida. Una mejor a la mía», determinada se convenció. No quería que le sucediera algo malo, quería que sonriera mientras estaba con ella.
Un pequeño rayo de luz, su esperanza, la fuerza que necesitaba para seguir viviendo.
—Es un conejo—sonrío al verlo.
A primera vista, parecía no agradarle los conejos a Ezio, incluso parecía detestarlos y aborrecerlos.
Pero ahí estaba dibujando conejos para ella, cuando hace dos días tiro uno por la ventana.
—¡Si, mamá lo reconoció!, es el bonito conejo que nos visito.
La expresión de haber masticado algo desagradable que inútilmente quería ser borrada por una sonrisa no funciono.
