Hasta el amanecer [Gauto x Romero]

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Cuando Luka empezó a dejar de recibir fotos de Juan y cada vez que entraba a su perfil de instragram no veía ninguna historia se preocupó. Intentó llamarle y mandarle mensajes pero no le atendía o simplemente le clavaba el visto por la noche cuando él dormía, como si en todo el día no mirara el celular y recién en la noche pudiera hacerlo—algo que perfectamente podía ocurrir por los horarios diferentes que tenían.

Era consciente de los bajones que solía tener Juan y aquello le preocupaba porque no quería que estuviera mal. Sabía que el chico estaba solo ahora en Suiza, sabía cómo le había afectado tener que mudarse de país a un lugar que no conocía ni siquiera el idioma. Sabía también que el club le brindaba apoyo emocional con un psicólogo, pero no estaba del todo seguro de que le sirviera al 100%.

Un poco decaído por la falta de interacción por parte del contrario, decidió entrar a internet y buscar el tren o el avión que más le conviniera para ir hasta Basilea.

4 horas y 12 minutos en tren.

No le parecía un viaje tan largo y podía aprovechar que estaban en un parate FIFA por los partidos amistosos de las selecciones para ir a verlo.

Sin pensarlo más, entró al chat que tenía con Gauto.

lukita

hola mor

mañana voy a ir a tu casa

Para su sorpresa, esta vez el visto no tardó en aparecer en la pantalla, lo que lo hizo sospechar de si realmente Juan estaba ocupado en su día a día y no era solo que no quería hablar con él.

amor

no

no vengas porfa

lukita

por qué no?

te quiero ver

amor

perdón no estoy de ánimos para eso

Incluso a través de un texto, Luka podía notar la herida que tenía Juan y evitaba a toda costa que él viera. Ya lo habían hablado antes, sabía que Juan le había pedido espacio cuando se encontraba así, principalmente porque era un momento vulnerable suyo y entendía que no quisiera mostrárselo.

Pero era su novio, tenía derecho a querer estar con él cuando estaba mal.

Cuando empezaron a salir durante el mundial de la sub 20, no tuvo problema con respetar eso, porque sabía que con una caminata de cinco minutos podía llegar a su pieza para hablar con él y asegurarse de que estuviera bien. Pero cuando tuvieron que separarse, la cuestión se complejizó. Muchas veces estuvieron a punto de cortar porque era difícil mantener una relación a distancia, pero aún así hicieron que funcionara de alguna forma, manteniendo el código de hablarse todos los días y hacer videollamadas si era necesario, solo para poder sentir que aún estaban juntos y no solo eran mejores amigos chateando.

Siempre había respetado el espacio de Juan porque no quería hacerlo sentir peor de lo que probablemente ya se sentía. Pero tenía la necesidad de ayudarlo de alguna manera, y dándole espacio no había visto una mejora en él desde hace tiempo, así que no creía que esa fuera la solución.