Lola, una bella pelirroja de 14 años se mudaba al lado sur de Chicago, si, no hay mada de malo con ello, pero por el motivo por el cual se mudaba si lo era. Con su padrastro de mayor edad recorrieron casi todo Estados Unidos buscando un lugar donde...
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La joven Lola se encontraba despertando de una larga siesta camino a su nuevo hogar, en el lado sur de Chicago.
Su padrastro, Tom, al ver que despertó colocó su gran mano sobre el muslo de la pelirroja, haciendo que esta sonriese.
Ya sabía que pasaría si ella se le negaba o no obedecía...
Miro al rededor de la vieja camioneta, en busca de algo de comer, allí encontró algo lo cual le encantaba consumir. El chicle.
Adentro uno a su boca y sacó su cabeza mirando hacia el paisaje.
— ya estamos por llegar — hablo el mayor mirandola con una media sonrisa.
— genial —
Pasaron al rededor de diez minutos y al fin habían llegado, Lola miró con una sonrisa su nuevo hogar. — ¿te gusta?—
— me encanta — contesto la pelirroja.
Mientras tanto en la casa Gallagher, los cuales se encargaban de un gran asunto familiar, tratando de que su casa no sea vendida. El joven de trenzas miró por la ventana, vio a la joven y a el hombre recién llegar.
— ¿que miras afuera? — preguntó Lip. — nuevos vecinos, hay una chica, parece de mi edad...es sexy — contesto Carl para después dejar de mirar y dirigirse en busca de algo de comer en su heladera.
Lola decidió recorrer un poco el vecindario, pero no sin antes de haber tenido una advertencia de que tenga cuidado de parte de su padrastro.
La joven lamía una paleta y a la vez cantaba la canción "maneater de Daryl Hall y John Oates ", la canción hablaba sobre una historia de advertencia sobre una mujer que se aprovechará de un hombre por su dinero y no estará interesada en una relación genuina con él.
Pero al distraerse por un momento viendo a unas lindas flores alguien chocó con ella.
— l-lo lamentó — tartamudeo Carl. — ¿esta bien?, te ves... asustado — miró Lola al chico de rastas.
— la verdad es que no... — el chico se sentó en un banco cerca de allí con sus manos en la cabeza. — ¿quieres contarme que ha pasado? — — lo han arrestado.. — contó Carl — ¿a quien han arrestado? — preguntó confundida la pelirroja.
— Nick...un amigo. Un niño robó su bicicleta...y el, lo ha matado — contó aterrorisado el chico de trenzas.
— lamentó mucho lo qué pasó — habló sincera, él le sonrió de lado.
— ¿eres nueva por aquí no? — Carl miró atenta a la joven, viendo cada rasgo de esta, esos ojos de color azul, su cabello pelirrojo y sus labios rojos. — si, me he mudado con mi padrastro — hablo mirando al piso Lola.
—vamos que te acompaño hasta tu casa — Carl se ofreció a lo que la pelirroja asintió dudosa, no sabía cómo reaccionaría su padrastro al verla con un chico.
Tom ya le tenía en claro que solo era de el, ella era de su propiedad.
— ¿y como es tu nombre? — preguntó el chico — Me llamo Lola — ella miró a Carl — ¿y tú? — — me llamo Carl —
Al rato de estar caminando llegaron al hogar de Lola...
