Chocolate Lipstick

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Había sido un largo largo día. Y uno muy agotador también.

Pero muy a pesar de eso, no quitaba el hecho de que había sido uno de tus mejores cumpleaños. La celebración, inolvidable.

Y es que si. Tus compañeros realmente se habían lúcido en todo lo que los aspectos de la organización del plan concierne. Ya que los detalles de decoración, comida, invitados y actividades; habían sido de sobremanera espectaculares.

En verdad se los agradecías de corazón, a todos y cada uno de ellos.

Aunque principalmente a Nobara Kugisaki.

Ya que según lo que comentó, su parte del trabajo no había sido la más sencilla precisamente. Pues lidiar con los estudiantes de Kyoto e invitarlos a la fiesta en un gesto de cortesía, y tal vez, para limar asperezas; le había implicado cierta dificultad debido al comportamiento reacio que algunos de estos mostraron desde un principio.

Pero muy a pesar de eso, ahí estuvieron todos presentes. Y como no, cada uno brindando al menos una pizca de su esfuerzo para poder convivir armoniosamente, y así, dar una buena experiencia a la cumpleañera.

Obvio está que uno que otro tuvo sus roces con los de la clase contraria. Pero al recibir cada quien su merecido sermón por parte de la linda chica de cabello corto, todo pareció ir viento en popa durante el resto de la tarde.

Sonríes en lo que te desplazas sentada en tu silla de rueditas, hasta el pequeño parlante que yace sobre un mueble de madera al lado de tu cama.

Vinculándolo con tu celular por medio de la vía Bluetooth, antes de buscar tu lista personalizada.

Todo tipo de géneros musicales revueltos en el más carente e inusual de los sentidos. Tanto así, que incluso como podía empezar con una transmitente de la energía y fervor más complaciente, luego simplemente podía cambiar a una de aquellas profundas melancolías obsequiadas por las notas más tristes.

Muy contradictorio a tu parecer, pero realmente te agradaba escuchar de todo un poco. Y aparte, te divertía.

Así que, sin más dilación y aguardando por cualquier melodía, decides presionar el botón de reproducir. Rápidamente ajustando el volumen a uno más bajo. Pues tenías en consideración al resto de individuos que dormían de forma plácida cerca de tí, pero en sus respectivas habitaciones, claramente.

Y es así como la rítmica música de una voz masculina tan sensual como relajante, comienza a acompañarte en tu realización de apuntes diarios con respecto a tus entrenamientos con la energía maldita.

Pues desde hace unas semanas te habías decidido a adoptar esta costumbre que radicaba en llevar un control de tus debilidades, complicaciones y progresos. Esto con el fin de captar patrones de fallo que te hicieran estancarte en tus errores, y que no te permitieran alcanzar las mejoras continuas de las que tanto te hablaban tus profesores y amigos en conjunto.

En parte era algo complicado, debías admitirlo.

Sin embargo, en ese mismo camino que habías estado recorriendo a la par de personas tan fuertes e increíbles como tus compañeros y tutores, cada vez te resultaba más sencillo el superarte a tí misma. Y eso, te enorgullecía.

Incluso cuando bien sabido tenías que el conformarte, era definitivamente una palabra que estaba prohibida de entrar a tu vocabulario. Debías de seguirte esforzando aún más y más cada día.

De modo que con solo una rápida mirada hacia aquel sobre de tonalidad azulada que se encuentra descansando sobre tu cama, los minutos comienzan a correr acelerados.

One Shots (Choso x F-Reader) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora