Sasuke, es repudiado por las cinco naciones después de la guerra. Antes de irse de Konoha, decide concederle a Sakura una noche de pasión pero sin saberlo, la deja embarazada. ¿Que final le espera a esta cuando se enteren de lo sucedido? -Los person...
Hola, hola ¿me extrañaron?, solo subiré esto por aquí después de un tiempo. Es una historia corta. Si, si habrá un capítulo con algo de lemon, es un ligero respiró después de un intenso periodo de estudios. Espero les guste:
En una recrudecida Konoha, con tantas muertes después de la guerra, el Uchiha fue repudiado públicamente.
Lady Tsunade no pudo dejar el cargo de Hokage cuando ya lo tenía planeado, incluso pensando en su sucesor.
Algunas normas para los ninjas fueron más estrictas, sobre todo, a la hora de tener contacto con los traidores y toda unión matrimonial tenía que ser concertada y aprobada por los ancianos de Konoha.
Toda la aldea odiaba a Sasuke, a excepción de unos pocos, entre los que se encontraban desde luego Naruto y Sakura pero antes de que el Uchiha se fuera, algo sucedió.
El Uchiha permaneció en la aldea un corto tiempo, mientras era curado en sus heridas. Estaba siendo atendido por Sakura. Sasuke miró como la pelirosa lo cuidaba con toda devoción. Ya iba a marcharse, cuando Sasuke la tomó por el brazo.
-Antes de irme... no te gustaría guardar un recuerdo mío.
La pelirosa de sonrojó y Sasuke la jaló para plantar un beso en sus labios, al cual ella sucumbió sin vacilación.
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Sasuke se marchó de la aldea, pero aquel día, Sakura había tenido mucho más que un beso, de modo que, una mañana calurosa la kunoichi vio con horror la prueba de embarazo. No había duda, era positivo y ella lloró de felicidad y de angustia.
Vagó por las calles de Konoha un largo rato, cabizbaja. Subió hasta el mirador donde se erguían las cabezas de los hokages. El aire parecía irrespirable en aquel momento, pero con la guerra, aprendió a reprimir su llanto.
- ¿Te vez triste? – Dijo una voz a sus espaldas.
Sakura volteó de inmediato y vio que se trataba de su sensei, el cual leía un libro de pasta naranja que ella conocía.
-Estoy bien – Dijo ella fingiéndole una sonrisa y recargándose de espaldas, con los codos apoyados en el barandal, mirando hacia la aldea.
Kakashi cerró de golpe el libro y fue hacia ella. Se cruzó de brazos, colocándose justo frente a ella. Se agachó hasta llegar a la altura de los ojos de la kunoichi y le aventó la frente levemente con un dedo.
Ella recordó los gestos de afecto de Sasuke y sus lágrimas comenzaron a brotar sin que ella lo quisiera.
-Lo vez. No estás bien.
Sakura se soltó a llorar con desesperación, intentando mitigar sus gritos y abrazó a Kakashi en un arrebato, hundiendo la cara en el pecho del ninja. Él no supo qué hacer ante tal reacción, pero comenzó a acariciarle la cabeza. Sin saber porque, la pelirosa se fue tranquilizando poco a poco.
-No sé lo que te pasa, pero sabes que puedes contar conmigo, para eso son los amigos.
Sakura suspiró – Se lo agradezco Kakashi sensei. Ya me siento mejor.
