Capítulo 2

1 1 0
                                    

II

Habían pasado unas horas desde la desaparición de mi familia. Ahora mismo me encontraba en lo que era ahora la escena de un crimen, mi casa, esa casa donde debería de estar adentro durmiendo, teniendo pesadillas que no me dejarían dormir. Pero las estoy teniendo sin necesidad de soñar, las estoy viviendo en carne y hueso, y sin embargo no tengo miedo, no he acabado teniendo un ataque de pánico, no he llorado, simplemente hice lo que tenia que hacer, llamar a la policía.

- Señorita Salazar, ¿ podría volver a decirnos lo que ha pasado? - Me pregunta el sheriff Daston.
- Sheriff, ya se lo he dicho cinco veces. Llegué a casa y la puerta estaba abierta, y cuando entre estaba toda la planta de abajo echa un desastre y sin rastro de nadie. - Estaba cansada de decirles todo el rato lo mismo, aunque me salté la parte en la que me encontré con la ventana de mi habitación abierta en para en par y sobretodo la nota que había en mi mesita y que todavía no he mirado. No se porque no se lo he dicho al chico que acompaña al sheriff Daston, que apunta todo lo que digo, es como si algo dentro de mi me dijera que no debería decírselo a nadie, pero por otra parte siento que debería hacerlo.
- Está bien señorita Salazar. Es solo que no encontramos pistas en concreto que nos puedan decir qué sucedió. No hay huellas, las cosas rotas solo significan que ha podido ver forcejeo o intento de defensa contra el secuestrador. Pero no entendemos el porqué del secuestro. ¿ Sabe usted de algo que sus padres o hermanos pudieran hacer que enfadarán a alguna banda, mafiosos o a alguien que tuviera motivos para secuestrarlos ?
- Esto es increíble.- Dije entre dientes, intentando controlar la rabia que me daba escuchar aquello que él sheriff Daston pensaba en aquellos momentos de mis padres.- ¡¿ Pero cómo puede acusar de algo así a mis padres ?! ¡ A mis padres ! Los mejores doctores del pueblo. Que solo tratan de ayudar en todo lo que puedan a los demás, incluido a usted y su familia, sheriff Daston. ¿ Cómo los puede acusar de cosas tan graves ?
- Solo es una suposición, no estoy diciendo que lo sean. Asi que si puede calmarse ahora mismo, sería lo mejor que podría hacer en estos momentos, porque otra falta de respeto como esa y va directa al calabozo. - Dijo en un tono más cortante está vez el sheriff.
- Pues claro que...
- Puede calmarse. Yo mismo la acompañaré a dar un paseo para que se relaje y cuando vuelva a tomarle declaraciones y a asimilar lo que le acaba de pasar a su familia estará mejor y no le faltará el respeto. - Me cortó el ayudante del sheriff, el que toma notita de todo lo que decía en cada declaración- que siempre era lo mismo-.
- Está bien agente Walter. En un rato os espero. - Y con eso se marchó el pesado del sheriff.
- ¿ Nos vamos, señorita Salazar? - Me preguntó con cortesía el agente Walter, con un tono que no lo había escuchado en los pocos momentos que lo he visto hablar antes.
- Sí.- Dije secamente y me baje del capó del coche de mis padres. Tome carrerilla para ir por delante del él, pero cuando estábamos lo suficientemente alejados me alcanzó.
- ¿ Ha visto ya la notita que tiene guardada en su bolsillo derecho ? - «¿ Pero cómo... cómo ha podido saber eso? »Si ni siquiera la he sacado.
- No se de qué me habla. - Fue lo que le respondí, tan tajante como antes.
- Sabe bien de lo que le hablo. Y por la pregunta que se podría estar haciendo en estos momentos, no, no soy yo quien los ha secuestrado. Vengo a ayudarte, pero no como agente de policía. - Me sigue diciendo mientras caminamos, pero en ningún momento me mira. No entiendo nada de lo que me está diciendo.
- ¿ Cómo a sabido que tengo una notita en el bolsillo derecho ? - Fue lo que le pregunté y decidí seguirle el juego. A ver quién es el primero que mira a quien.
- Su mano derecha está cerrada con más fuerza que la izquierda. Es algo que cualquiera podría percibir.
- ¿ Y eso de que me quieres ayudar pero no como agente de policía? Porque si es por lo que estoy pensando, lo siento, pero me van más las tías.
- No es por eso. Mira - Entonces se gira hacia mi, mirándome fijamente sin expresión alguna notable en su rostro.- te lo puedo explicar todo, pero no aquí, hay demasiadas personas que podrían escucharnos. Y es algo de lo que nadie puede enterarse. - Entonces se vuelve a girar hacia el frente y se acerca un poco más, dejándome una especie de tarjeta o notita en mi otro bolsillo vacío. - Mañana a media noche llámame. Y se que no te supondrá ningún problema hacerlo, las pesadillas te lo impedirán. En cuanto me llames estaré en cinco minutos en tu habitación. No te fies de nadie.
- Entonces, ¿ cómo se que me tengo que fiar de ti ?
- No tienes que hacerlo. - Y con eso último se giro.- Vamos devuelta antes de que sospechen algo. Aún que de ti ya lo hacen. Daston piensa que mientes.

Cazadores de Sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora