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Kara

No suelo ser una experta en palabras, la literatura jamás fue algo que se me diera de buena manera, era un asco con las letras, para que hablar de mi caligrafia, era horrible siento que mi hija de cinco años escribe mucho mejor que yo y eso que ella no sabe escribir, es mucho decir para mi. Para lo que si soy buena es para hacer planos, porque trabajaba en la remodelación de hogares y construcción de estos, no era una arquitecta, era ingeniera en construcción civil que es algo parecido solo que yo hago la mano de obra en vez de estar sentada en una oficina de traje con un lápiz y un ordenador gigante. Estar. encerrada en cuatro paredes lo detestaba y prefería el trabajo duro.

Quizás lo aprendí de papá, un gran maestro de la construcción. A pesar de ser mujer siempre ame este mundo, y fui arduamente criticada más cuando en mi curso de la universidad era la única mujer entre más de cincuenta hombres estudiando lo mismo que yo. Jamás me sentí intimidada por eso en más solo me hacía sentirme orgullosa de lo que había logrado siendo del "género débil" odiaba eso rotundamente, las mujeres eramos capaces de hacer lo que quisiéramos porque podíamos incluso aún mejor que los hombres, mi trabajo era algo que demostraba eso completamente.

Mi compañía llamada Zor El-Con que es mi apellido y "Con" de construcciones, se trataba básicamente de la remodelación y construcción de casa particulares. No era una compañía grande pero si medaba lo suficiente para mantener mi hogar, a mi hermosa hija y poder seguir con la compañía en funciones, estaba orgullosa de mi trabajo, lo amaba y era una de las cosas que me hacía feliz en la vida, hacer lo que realmente me gustaba ser y no tener que estar en un lugar que no me gusta.
Trabajaba de lunes a viernes desde las ocho y media de la mañana hasta las cinco de la tarde cuando el sol muchas veces cala. Mi vida era una rutina esos cincos días de la semana, despertaba cada mañana a las seis con quince minutos dándome un baño antes de que Lara mi pequeña hija despertara, me preparaba para el trabajo, hacia el desayuno antes de ir a despertarla a ella a las siete de la mañana preparándola para levarla a la escuela dejándola Justo a las ocho
yendo directamente al trabajo llegando a la hora, estaba todo el día en la construcción dando órdenes, y a la una de la tarde debía ir a la escuela por Lara para llevarla a casa de mis padres volviendo al trabajo nuevamente, a las cinco que salia la iba a buscar para ir a mi casa teniendo el resto del día con mi hija, jugando con ella, haciendo los deberes de la escuela, prepararnos para el dia siguiente.

Era una rutina diaria hasta que el fin de semana nos dedicábamos a relajarnos, pasando el tiempo juntas haciendo diversas cosas para no aburrimos y hacernos compañía. Mi hija era lo más importante en mi vida, era la razón por la que cada día luchaba para ser mejor y mi futuro estaba completamente puesto en ella. Todo lo que hacía y todas las decisiones que tomaba era por ella, más cuando solo me tenía a mi apoyándola y siendo de ayuda en su vida.
Yo sé qué hay miles de mujeres que crían a sus hijos solas, también se qué hay miles de padres que también lo hacen porque su otra parte no los apoyan, o por diversas razones de la vida lo han dejado en esa situación, solos con sus hijos. Y se que quizás esto sea muy común, y algo cotidiano, se que sucede demasiado pero si hay una gran diferencia entre ellos y yo.

Soy intersexual.

Yo no tuve a Lara en mi vientre como cualquier mujer lo haría, más bien yo aporte para que ella viniera a la vida. Ser intersexual es algo poco común y muy desconocido en general, suele confundirse con la transexualidad, pero es algo completamente diferente. Lo que me diferencia es que en vez de tener una vagina tengo un pene, pero al mismo tiempo tengo senos, el cuerpo de una mujer, soy una mujer completamente incluso psicológicamente hasta el momento que llegamos a la parte baja de mi vientre.

Mamá con papá siempre pensaron que era un niño en las eco, pero al nacer e incuso un poco antes los doctores se dieron cuenta de que era intersexual, la razón era desconocida, nadie lo entendía y habia la opción de operarme para cambiar mi sexo a uno solo en vez de tener ambos en mi cuerpo, ser un chico o una chica, pero los mismos doctores aconsejaron a mis padres a hacerme esperar mi decisión, y mi decisión fue quedarme tal Cual era.

Believe AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora