Cap 38

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—Quiero verte de rodillas con tu boca abierta—le dije, al verla sometida como me la come y me la ponía duro de solo pensarlo.

—Bas…Basta —note como sus mejillas están rojas, recorro su cuello y todo de ella se contrae.

Es una  loba mentirosa.

—Vamos ofréceme tu boca, que hay de malo en ello, eres mi mujer, complace a tu alfa—jale su cabello desde su nuca para que viera mi demanda—Vamos no te las comido y ocupa atención.

—Vete a la mierda —debería enojarme, pero verla debajo de mí, la veo tan débil e indefensa.

—Te llenare de mi, todos tus malditos ser dia, tras días, hasta que no puedas con ello, y sabes que no lo harás, porque no sabes cómo salir de ello.

Note como el iris de sus ojos cambiaba, el verde que está ahí dentro de ellos, burlándose de mí, escondiéndose, pero yo lo he visto, debía provocarla más, verle ese azul mientras me la follo me daba rabia, así que mis palabras tocaban cada fibra de ella, hacerla comparar con la puta de Wendy le reventaba las entrañas, y ahí estaba ese verde, mi animal interno gruñe, sonrió, pero ella lo toma como burla todo de mí una maldita mierda, que no me interesa lo que piense.

Cree que la dejare ir, es mía, y lo que habrá dentro de ella un dia también es mío.

—No quiero —mordió mi boca, solo aumento mis ganas de follarla.

—¿Por qué no? Tu misma me has desvestido y estamos en esta cama, me has tentado, me provocas, no quieres que me folle a otras, pero no dejas tampoco de ti, yo no lo hice míranos. Ahora dices que no quieres, vamos la tengo dura, no me la dejaras así, y no puedes hacerlo —le demande quería hacerme que ella podía conmigo con sus palabras, de igual me la iba a follar en este momento—Eres mi mujer, y eso hacen ¿Te estas cuidando? —claro que eso sabia, la muy hija de puta se cuidaba, debería aplaudirle porque eso me indicaba que podría correrme las veces que quisiera en ella. —Solo entrégate a mí, debes hacerlo.

—¡Tu! —chasque la lengua esto se estaba volviendo aburrido, quería coger no seguir discutiendo con ella.

—Déjame demostrarte que aun con tu negación, tu cuerpo pide ser entendido loba egoísta —le bese la boca, para que callara con sus estúpidos comentarios, ella jadeo y yo gane esta discusión, siempre gano.

Comí de ellos lo suficiente, para continuar mi recorrido por su cuerpo y concentrarme en sus pechos hinchados, intento alejarme desde mi cabeza con sus manos torpes, solo aumenta mi excitación, debería estar gritando como una loca, subí de nuevo después de que estos estuvieran duros, le susurre que esto debía pasar, quiera o no me debía darme su cuerpo, era mío y no de ella.

Noté como sus labios temblaron y actué, porque ella muy adentro de ella sabía que no podía negarme su cuerpo, cada rincón de ella, lo he conocido y es todo mío, me estaba obsesionado con ello, con el color de su piel, sus lunares que había contado mientras ella quedaba dormida después de follarmela,  entonces la vi, frente a frente notando como mueve su nariz.

—Debes hacerlo, no resistas estas perdida en mí, puedes saberlo bien, porque aun cuando digas no, esto —deslice mis dedos en su vagina —No miente tu deseo loba mentirosa.

—¡Callate! —su reclamo su de vergüenza por ser delatada.

—Te gusto no es así —la mire fijamente notando como sus gestos se contrae —Te gusto tanto que no puedes aceptarlo, lo entiendo—frunció el ceño—Tranquila podemos decirle a todo mundo que me odias, pero esto no saldrá de aquí.

—Eres un …—deje caer mi mano en su boca.

—Lo soy, pero soy tuyo, y no le diremos a nadie esto—le declare para que estuviera confianza y relajara su cuerpo. —Vamos nadie tiene la suerte de estar con un alfa.

—Como…como puedes decir esto —me respondió y debía reírme, pero estoy tan concentrado en rozar mi miembro con su entrada. —Como…Co…—se mordió el albido, si loba lo sientes verdad.

—Te voy destrozar—la amenace.

Me sacudí con toda mi fuerza en su interior, ella se sujetó en mis hombros, no le iba dar tiempo de nada, estaba completamente castigada, y odiaba eso de ella, nunca se mantenía callada, debía dejar de meterse en problemas, arruinando mis planes, pero no podía culparla por todo, pero eso solo era un adelanto a su osadía.

Salí y volví entrar con más ímpetu, escucharla gritar me la ponía más gorda, no era una loba callada, era escandalosa, por mi está bien, eso me levantaba el ego que todos en la mansión la escucharan, para que después la vieran con una mojigata religiosa, era una loba hipócrita como sus putas tías.

—Oh…Si…tan apretada para mí —le susurre mordido sus pechos.

—Me…Me…—subí a su boca, siempre el puto discurso que le duele, vamos loba te estas comiendo a un  alfa.

Debía dolerle como mi miembro se ancha en su canal, su estreches me volvía loco y mi instinto animal solo quiere partirla y perforar sus entrañas, y volví a susurrarle en querer cogérmela en animal, sus ojos se abrieron notando el pánico, pero solo aumento que no me detuviera, y ella quería detenerme, abrí mas sus piernas y tome su rodilla inclinándola hacia ella, empuje mas.

—Tae…Tae.. hyung…—su orgasmo estaba por llegar, pero ella es mala para mí, y no la perdonare.

La tomo de la cintura girándola sin salir de ella, ella se estremece y jalo más su nalga, ella grita. La iba a cabalgar, su cuerpo era una maldición para mí como mi miembro entraba y salía de ella la imagen me hizo pasar saliva saboreándome, y deje que mi mano golpeara una y otra vez su nalga que rebota sin dejar de estar tan rojo a punto de sangrar, chilla como loca. Sus reclamos se los podía meter por el culo.

—¡Haaa! —gimió intentando aferrarse a la almohada, sé que la muerde con fuerza.

Pobre debía compadecerme por este castigo que le estaba dando, pase mi lengua por esa línea de su espalda y ella se curvo, amase sus pechos con fuerza, sus gemidos son tan desesperantes, que no pude evitar atraerla más a mi pecho, debía obligarla a que me viera y eso hice, me incline hacia atrás con su cuerpo, y mi mano en su cuello, sus ojos están dilatados, y ahí estaba la verdad oculta todo este tiempo, me hizo recordar algo, y por alguna razón mi pecho gruño como animal. Fue suficiente para excitarme.

—Taehyung…—sus labios se abrieron diciendo mi nombre, ella con más razón era mía.

No pude evitarle mi apetito animal y noto como me estaba haciendo más grande dentro de ella, solo provoco esa mirada que no me detuviera, busqué de nuevo su boca, y jugué con ella con mi lengua, me correspondió prendiéndome mas, debía hacerlo.

—Tae…—no deja de decir mi nombre, si maldita mentirosa, me la pones más gorda, pero no iba a cumplir sus necesidades eran las mías, las que debía complacer.

Empuje al punto de estar bombeando hasta correrme en su interior, ella abrió su boca y la mordí con fuerza, saboreando su sangre en ellos, pase mi lengua y jale su cabello inclinado su cuello.

—No te lo mereces —le escupí aun cuando no dejaba de vaciarme en ella.

Sus ojos se abrieron y me clave más en ella hasta que se hizo el nudo, me acerque sin dejar de verla, así que pase mi lengua por su oreja y ella apenas lograba respirar, continúe el recorrido y bese el cuello, una sonrisa maliciosa se formó en mis labios, debía temer, pero ella quería estar a mi nivel debía darle un poco de ello, y la escuche gemir cuando le mostré quien era el alfa, no  iba a dejar que se fuera, porque yo era Kim Taehyung,  sin dejar de  perforar su cuello y sentir el poder que debía ser mío ahora.

Si ella me quería condenar yo la iba a condenar a mi vida de mierda.

Si ella me quería condenar yo la iba a condenar a mi vida de mierda

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"the weak omega" TaeliceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora