𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐕

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Hoseok supo antes de abrir sus ojos, que Jungkook se había marchado.

Además de no sentir la cama aplastada con el peso del cuerpo de Jungkook, Hoseok sentía frío.

Jungkook lo había mantenido caliente durante toda la noche, con sus fuertes y grandes brazos envueltos alrededor de él.

Al abrir los ojos, se dio la vuelta al otro lado de la cama. Todavía podía oler el aroma de Jungkook en la almohada bajo su cabeza y sentir el calor persistente dejado por su cuerpo en las sábanas.

Cuando Hoseok se enroscó alrededor de la almohada y respiró hondo para tomar más del olor de Jungkook, se preguntó cuánto tiempo le había tomado a Jungkook el recoger sus cosas e irse. Además del olor que dejó atrás, no quedaba nada en la habitación que le dijera que Jungkook había estado allí.

Hoseok giró la cabeza, mirando el oro y la plata de su anillo de bodas. Rodó sobre su espalda, sosteniendo su mano delante de su cara. Movió la mano sólo un poco hacia atrás y hacia adelante, viendo la luz brillar en la sortija.

Realmente era un hermoso anillo. A él le encantó desde el momento en que Jungkook se lo dio. No quería que saliera nunca de su dedo. Quitárselo era como admitir que su matrimonio había terminado. Pero, tal vez había llegado el momento.

-Después de todos los problemas que pasé para conseguir ese anillo, Liebling, ciertamente espero que no estés pensando en quitártelo -dijo una voz profunda detrás de él.

Hoseok rápidamente dio la vuelta y se sentó. Se echó hacia atrás apoyando sus manos en la cama mientras miraba a Jungkook en estado de shock. Éste se apoyó en el marco de la puerta, con los brazos cruzados sobre el pecho. Parecía algo casual, cómodo, algo que Hoseok definitivamente no sentía.

-Jungkook -susurró Hoseok. Su corazón martilleaba en su pecho. Esperaba que Jungkook se hubiera ido, para no verlo nunca más. Su mente no podía comprender por qué aún estaba en su dormitorio.

-Bueno, al menos te acordaste de mi nombre esta vez. -Jungkook se rió entre dientes mientras caminaba por la habitación directo hacia la cama.

-Jungkook, ¿qué...?

Las palabras de Hoseok quedaron atrapadas en la garganta, cuando Jungkook se sacó su ropa, dejándola caer al suelo. Hoseok se sentía demasiado aturdido para moverse cuando Jungkook se arrastró sobre la cama, moviéndose lentamente hacia él hasta que se colocó entre sus piernas.

- ¿Qué estás...?

-Yo tenía algo que ir a cuidar, pero ahora estoy de vuelta, Liebling -Jungkook le susurró mientras se inclinaba para besar a Hoseok.

- ¿Qué estás haciendo aquí? -preguntó Hoseok con confusión.

-Tú estás aquí. ¿Dónde más podría estar? - preguntó Jungkook mientras besaba la mejilla de Hoseok hasta su mandíbula, dejando un rastro de besos en su camino. Las manos de Jungkook le acariciaban la piel y jaló la sábana alrededor del cuerpo escondido de Hoseok.

Hoseok estaba muy confundido. Jungkook se comportaba como lo hizo la noche en que se casaron. Hoseok no se quejaba, pero él no entendía por qué actuaba de esa manera. Lo último que recordaba con claridad era a Jungkook exigiéndole que admitiera que no estaban casados. Después de eso, el resto de la noche había estado llena de placer sin sentido.

-Jungkook, espera -dijo Hoseok mientras empujaba su cabeza-. ¿Qué está pasando? ¿He estado bebiendo otra vez?

-Oh no, Liebling. Si tengo algo que decir al respecto, nunca tocarás el alcohol de nuevo. Quiero que recuerdes cada momento que pasemos juntos. -Jungkook se rió entre dientes mientras trataba de inclinarse para besar a Hoseok de nuevo.

Standing Next To You |JunghopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora