Capítulo 1

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Hace tiempo que soy consciente de mi insignificancia, tampoco es difícil darse cuenta.
Me paso el día encerrado en un sótano húmedo y oscuro con la más mínima fuente de luz y el ruido ensordecedor de las impresoras al que mi oído ya está acostumbrado, pegando fotografías en lo que pronto se convertirá en un periódico.
Normalmente trabajo con un detective, pero al último ya lo pusieron de patitas en la calle.
Hm, me caía mal de todas formas.

Me dijeron que hoy vendría alguien nuevo a ocupar el puesto, cierto detective famoso si no me equivoco.
Espero que al menos no sea un completo capullo, tarea difícil si es mi padre quien lo ha contratado.

Estoy haciendo mi trabajo de siempre, el mismo bucle de todos los días:
Coger una foto, aplicar el pegamento y pegarla al papel.
Coger, aplicar, pegar. Así siempre y repitiendo, concentrado para evitar cualquier error.

-¡Hola!-
Me giro, sobresaltado y veo delante de mí a una cara familiar.
No lo conozco, pero recuerdo pegar fotos suyas en el periódico.

Es un hombre más alto que yo, en forma y de pelo negro... algo en él me hace desconfiar... aunque yo desconfío de todo el mundo, así que no le doy demasiada importancia.

El hombre me mira extrañado y hacemos contacto visual durante unos segundos... bastante incómodos.

-Soy Harry Wilson, supongo que ya te habrán avisado de que trabajaremos juntos.- Extiende su mano hacia mí como saludo.
Ya sabía quien era, como no saberlo a estas alturas...

-Jake Workhill...-
Me doy la vuelta y sigo trabajando, aunque noto como su mirada me perfora la nuca.

-Bueno...podemos empezar por algo básico,¿Sería tan amable de indicarme donde está cada cosa en el cuarto?-
Suspiro, cojo un paño y me limpio el pegamento y la tinta de las manos.
Supongo que esto sí que es algo que tengo que hacer.

-Está bien.-
Me levanto, lo guío hacia la máquina de imprenta y le explico cada función de esta.
No soy técnico ni nada, pero la he utilizado tanto que no me resulta complicado hacerlo.
Además, si se lo explico bien y es listo no tendré que volver a explicárselo.

Cuando estoy terminando de explicar noto una puerta abriéndose, la puerta de la sala de revelación, donde trabaja Rebecca.

Rebecca es quien se encarga de revelar las fotografías que me paso el día pegando. Es una chica energética, alegre e intensa. Es decir: es el polo opuesto a mí.
Aunque a pesar de eso ella es la persona con la que más hablo de toda la empresa, por no decir la única...
De alguna manera siempre es capaz de enrredarme en alguna conversación

Sale de la habitación y empieza a hablarme mientras repasa la tanda de fotografías recien reveladas que lleva en las manos.
Cuando por fin sube la mirada y se percata de la presencia de Harry se pone un poco roja y ríe.

-¡Oh!¿¡Por qué no me avisas cuando tenemos visita, Jake!?- Me riñe un poco como broma.

-Eh...perdón.- Le sigo un poco el rollo, acepto las fotos y las coloco al lado de las otras que ya había en mi esritorio.

-¿Quién es usted?- Rebecca le pregunta a Harry, quien está de espaldas, curioseando en la impresora.

-La verdadera pregunta sería quién es usted.- Le contesta él, dándose la vuelta.

-¡Rebecca Terwilligan!- Sonríe con confianza y le tiende la mano al detective para estrecharla, a lo que este la mira, sorprendido, para luego corresponderle el saludo.

-Un placer, señorita...- Veo como acerca la mano de Rebecca a sus labios y le deja un pequeño beso, haciéndole una reverencia y ella se sorprende y ríe.

...Dios mío, cada vez que este hombre abre la boca me dan más ganas de salir del cuarto. No sé cual sea la expresion de mi rostro pero a juzgar por cómo me miraron los dos debía tener el asco pintado por toda la cara.

No queriendo escuchar ni ver más de su conversación me vuelvo a sentar en mi escritorio y sigo pegando las fotografías para acabar rápido.
Cuanto más rápido acabe más puedo descansar...

Noto un escalofrío recorrer todo mi cuerpo cuando algo se apoya en mis hombros, son las manos de Harry.
-¿No hay nada más que me tengas que enseñar?-

Suspiro y hablo.
-No, haz simplemente tu trabajo mientras yo hago el mío.-
Noto como en silencio me suelta y escucho el sonido de pasos ahogado por el estruendo de las impresoras.

Por fin tranquilidad, huf...
El resto de la tarde estuve solo con mi rutina, excepto por alguna pequeña conversación con Rebecca cuando venía a darme más fotos.

-Me gusta bastante el nuevo detective.-
Me giro y la miro.
-¿Tú como lo ves, Jake?-
Me mira, esperando una respuesta.
-No lo sé. Lo poco que ha estado aquí me ponía de los nervios...-
Vuelvo a mirar a mi escritorio y sigo trabajando.

Rebecca me mira, con las dos manos en su cintura.
-Oh, venga, ¡intentaba ser majo!-
No levanto la mirada de mi escritorio.
-Ya.-
Rebecca suspira.
-Aish... ¡Qué voy a hacer contigo...!-
No respondo, así que se dirige hacia la puerta de su sala, me mira y cierra la puerta.

Y ahí va otro día de trabajo...
Si os lo preguntáis...
No, no me gusta mi trabajo. Lo detesto. Pero hasta cierto punto puede llegar a ser relajante...
O de eso intento convencerme...todos los días...

Llego a mi casa. Es el mismo edificio, así que tampoco lleva demasiado trabajo.
Nadie ha llegado todavía, así que voy con mi hermano Jona, mi mellizo.
A diferencia de mí o mi hermana él no trabaja en la empresa de la familia porque es ciego, perdió la visión hace once años y por eso procuro pasar tiempo con él.

Entro a su cuarto y le bajo el volumen a la radio.
-Hola Jona.- Me siento al lado de él, en su cama.
-¡Ah...! Hola Jake.- Escucho un poco de emoción en su voz mientras bracea un poco, buscándome.
Cuando me encuentra me agarra del brazo de forma suave.
-¿Qué tal en el trabajo?-
Me habla con ese tono triste que suele tener. Normal, no sale de casa y todos estamos fuera todo el día...

-Bueno, podría haber ido mejor, pero bien... supongo.-
Mi hermano es de las pocas personas con las que soy capaz de abrirme al menos un poco, no es que tenga demasiados... amigos, así que mis hermanos son todo lo que tengo.
Paso un rato con mi hermano, le hablo un poco del trabajo y él me habla de cosas que escucha en la radio.
Es muy agradable charlar con él después de un día duro de trabajo.

Se hace tarde, así que salgo de allí y me dirijo a mi cuarto. Tampoco tengo demasiada hambre, así que me voy directamente a la cama, aunque me topo con algo en mi camino.

-Buenas noches.- Subo la mirada y me topo con Anthony, mi padre.
-Ah... buenas noches...- Aunque me esté hablando de normal me veo incapaz de mirarlo a los ojos.
-¿No vas a cenar?- Me pregunta.
-No... no tengo mucha hambre... voy a ir a descansar.-
-Hm...- Me dirijo a mi cuarto, tenso.
-Y Jacob...-
Paro en seco, helado.
-...Podríamos ganar una fortuna trabajando con Harry...
Mañana vendrá a cenar con nosotros...
Más te vale acogerlo con los brazos abiertos.-

-Sí...-
Contesto, intentando no mostrar emoción en la voz.
Lo escucho irse y entro a mi cuarto, cerrando la puerta.

Me pongo mi pijama y me preparo para dormir.

...
Huele mal... huelo mal...
...
Ya me ducharé mañana...

Me tumbo en mi cama y miro al techo...

...así que mañana viene a cenar...

...hmm...

De alguna forma me dormí enseguida, y mira que me suele costar hacerlo...
Supongo que esto es el fruto del cansancio que llevaba arrastrando todo el día, y no creo que el día de mañana sea menos.

[POV DE JAKE] Entre trozos de periódico y tinta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora