Capítulo 2

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El día siguiente empezó tranquilo, como a mí me gusta.
El detectivucho no me dio demasiado la vara y lo único que escuché de él fueron sus pequeñas conversaciones con Rebecca.
Aparentaba estar tranquilo, pero en realidad a cada hora, cada minuto, cada segundo... temía más lo que fuera a pasar en la cena con Harry.
¿Se habría chivado a mi padre de mí?
¿Le habrá dicho como lo he tratado?
No quiero ni pensarlo...

Muy a mi pesar, la jornada laboral termina y llega la noche.
No... no quiero hacer esto.
Me da pánico pensar en lo que pueda hablar con mi padre, me da rabia imaginarlos llevándose bien. Sigh...

-¡Jake! ¡Prepárate!- Yuleca me llama desde el otro lado de la puerta de mi cuarto.
Busco algo mínimamente elegante para llevar y opto por ponerme una camisa de color blanco.
¿Desde cuando tengo esto...?
Decido no darle importancia y ponérmela con un  pantalón limpio y un cinturón.

Cojo mi ropa y me dirijo al baño para darme una ducha.
Echo el pestillo, abro el agua y comienzo a desvestirme...
Me miro al espejo.
Me falta toda la parte de arriba y miro mi cuerpo.
Estoy...demasiado delgado, debería intentar comer más, además no ayudan estas marcas grises y violetas difuminadas en mi piel que ya es pálida de por sí...

Me aparto el flequillo de la cara y me miro bien al espejo.
Hago contacto visual conmigo mismo, observando mi único ojo marrón...
Observo también mi cicatriz y el ojo de cristal, llevo mi mano hacia él y lo saco de mi cuenca...

Huff... es un alivio sacarme esta cosa de la cara de vez en cuando...
Ni es de mi medida y se me clava en la cuenca...

Nadie fuera de mi familia sabe que me falta el ojo izquierdo...
Solo fui capaz de decírselo a una persona en toda mi vida y ni siquiera tengo contacto ya con ella...
¿Me pregunto como estará-

-Jacob, espabila.- Una voz profunda me devuelve a la realidad.
-Uh, l-lo siento.- Me desvisto del todo y me ducho lo más rápido que puedo.
Ya ni toco el pelo, pues no daría tiempo, así que me limito a solo peinarlo, asegurándome que no se vea el ojo detrás de mi flequillo.

Me vuelvo a mirar al espejo ya arreglado y me dirijo hacia la puerta del baño, no sin antes haberme echado algo de colonia.

Poco después de que salga del baño escucho el telefonillo sonando.
-Jacob, haz el favor de abrir-
Me dirijo hacia la puerta y la abro para encontrar a Harry saludándome, lo dejo pasar y cierro la puerta de nuevo.

Veo como mi padre invita a Harry a sentarse con él y manda a Yuleca a por vino para los dos, en cambio yo me siento con Jona en el sofá que hay frente a ellos.
No hago demasiado, me quedo mirando a la nada, tocando un poco el brazo de mi hermano para que me sienta a su lado.

No puedo evitar escuchar la conversación entre mi padre y Harry.
-A lo mejor no conoces a mi hijo Jona.-
Mi padre le dice, señalándolo con la mirada.
Harry también lo mira, puedo ver en su mirada un poco de pena.
Por supuesto, como no sentir pena del pobre niño ciego.

-No, no tengo el placer- Contestó el detective, algo curioso.

-Es mellizo de Jake, pero al ser ciego no sirve para nada.- Suelta mi padre.

Veo como Jona baja un poco la cabeza por el comentario y le acaricio un poco el brazo como señal discreta de consuelo.
Estamos acostumbrados a estos comentarios, pero Jona no ha hecho nada para merecerlos, no es su culpa estar ciego...

Harry habla, con el ceño fruncido.
-No creo que se reduzca a nada señor, si me permite decirlo.-
Puedo ver una muy pequeña sonrisa en la cara de Jona al escuchar eso.

-No sabes lo duro que es ser padre de un hijo así...- Contesta mi padre, serio, a lo que Harry se limita a beber de su copa sin contestar.

Margaret, mi madre, termina de poner la mesa y se acerca a nosotros para avisar de que la cena estaba lista.

Todos nos sentamos y comenzamos a comer mientras los dos hombres siguen su conversación.
Bueno, más que una conversación fue un interrogatorio hacia Harry, a pesar de haberle dicho previamente que no se lo tomara como una entrevista de trabajo.
Aunque tampoco respondió a demasiadas cosas con la excusa de su confidencialidad como detective, aunque supongo que tiene sentido.
Se mudó a este pueblo por problemas con su identidad, aunque eso yo ya lo sabía.

El resto de la cena transcurre igual, mi padre sigue preguntándole cosas y él las responde como puede mientras alguna otra persona interviene de vez en cuando, sobre todo mi hermana y mi madre.

Harry es quien decide irse antes de beber de más, diciendo que tenía que conducir y nosotros, aliviados, nos levantamos para irnos a descansar, aunque mi padre me obliga a acompañarlo a la puerta.

El se despide, cordial, pero depués de verlo interactuar de forma tan natural con mi padre... no puedo confiar en él.
Me niego a hacerlo.

Lo miro con resentimiento y él me devuelve una pequeña mirada como de decepción, resopla y se aleja.

Cierro la puerta y me giro hacia el salón, donde veo a mi familia dispersarse al haberse ido la visita.
Mis padres hablan entre ellos y mis hermanos se dirijen a sus respectivos cuartos y me dispongo a hacer lo mismo.

Huff... me cambio para irme a dormir, me tumbo en mi cama y me pongo a pensar...

...pienso en mí, en mis padres...
...en mis hermanos, en Harry...
...pienso en gatitos y en el bosque...
...en mi infancia...
...en aquel día...
...en la culpa que arrastro...
..............................

No conseguí dormir casi nada, con la tensión de la cena mi cabeza me saturó a pesadillas...

Miro hacia mi reloj y todavía son las cinco de la mañana...
No falta demasiado para que sea mi hora habitual de despertarme, así que busco alguna forma de matar el tiempo por un rato.
Tampoco es que me hubieran quedado ganas de volver a intentar dormir...

Me levanto y doy un par de vueltas por mi cuarto, quizás escriba un poco...
Abro uno de los cajones de mi escritorio y saco una pequeña libreta de él...
Cuando la levanto de ella caen varias fotos...

Las miro y las empiezo a ojear una a una.
Hay fotos de mí con mis hermanos, hay fotos con mis antiguos grupos de amigos y también...
...
Paro de pasar las fotos cuando me percato de una en la que salgo yo con una chica de pelo color azul oscuro...

-Cleo...-
Susurro para mi mismo, sentí la necesidad de decir su nombre en alto para identificarla yo mismo.

Cleo fue mi novia de adolescente, ella es la única persona fuera de la famila que sabe lo de mi ojo... y muchas más cosas.
Ella me ayudó a darme cuenta de una burrada de cosas sobre mí mismo y me ayudó a aprender a aceptarme un poco más en su momento...

Además ella fue quien me ayudó a aprender a tocar la guitarra.
Cuando rompimos quedamos bien durante años, hasta que nos distanciamos...

...o más bien me distancié...de todos.

Suspiro y sigo ojeando las fotos, desbloqueando recuerdos que lo único que consiguen es hacerme sentir nostálgico...

Mi puerta se abre.
-Jake A desp- oh, ¡Anda, pero si ya estás despierto!- Yuleca me ve, mirando las fotos y se me acerca señalando una de estas.
-Vaya..., no recordaba esto.-
Le sonrío, ella me ve sonreír y me corresponde la sonrisa.

-No tardes en prepararte, anda.-
Dice saliendo del cuarto.
El día pasa normal, nada difiere de la jornada de ayer, si no fuera porque a parte de un tío molesto ahora hay UNA PUTA OBRA para ampliar el estudio solo para meterle un estúpido despacho al tonto ese, si ya jodía tener que trabajar con el ruido de la jodida impresora imagínate ahora, joooooodeeeer...

Solo espero que acaben ya y me dejen trabajar en paz...
Aunque por un momento me pareció ver a Harry empapado y eso me alegró un poquito el día, heh.

[POV DE JAKE] Entre trozos de periódico y tinta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora