Capítulo 3

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Era una mañana fría en Ciudad Central cuando Barry había terminado de organizar todo

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Era una mañana fría en Ciudad Central cuando Barry había terminado de organizar todo. Había sido difícil, y tuvo que hacer leves investigaciones extra. No le había contado a Cisco y Caitlin porque no sabia si aprobarian del todo que hiciera esto, de todos modos no había manera de que algo lo convenciera de no hacerlo.

Aunque ellos sabían que él estaba tramando algo, no dijo nada, al menos no todavía.

Había elegido punto muertos que no cambiarían la historia y aunque le había tomado tres días, ya lo tenía todo. Era 21 de diciembre por lo que ya no podía aplazar más el asunto.

Barry elige cuando Oliver estaba dando sus primeros pasos de justiciero. Ciudad Starling era diferente a lo que Barry recordaba, más viva, menos escandalosa. Supuso que tenía que ver con el hecho de que todavía no había sucedido ni la mitad de las cosas por las que tendrían que pasar en esta ciudad.

Con cierto nerviosismo en su cuerpo, Barry repaso sus reglas de viaje en el tiempo. La primera y la más importante:

• No dejes que Oliver que te vea.

• Ni nadie. (Si es posible)

Encontrar a Tommy Merlyn fue sencillo, estaba en su mansión solo. Sentado en el patio usando su teléfono mientras tomaba una copa. Verlo vivo, fue extraño. Nunca había conocido al chico y sin embargo se sintió triste de saber su destino y saber que no podría salvarlo. Pero, había cosas que no se podían cambiar, y Barry lo sabía.

Se recompuso, preparándose para acercarse.

—¿Tommy Merlyn? —El chico se atragantó con el champagne de su copa, mojando parte de su camisa cara color azul. Sus ojos se abrieron con repentina alarma y Barry realmente no deberia haber entrado así como si nada.

—¿Quién eres? ¿Cómo entraste aquí? Llamaré a seguridad.

—Lamento haber entrado sin avisar, ¡Soy amigo de Oliver! —Se apresuró a tranquilizar acercándose al joven con manos apaciguadoras. Tommy lo miró con cierta inseguridad pero no sacó su teléfono para llamar a seguridad por lo que continuó: —Sólo vengo con una petición, un favor más bien.

—¿Ah si? ¿Cómo es que eres amigo de Oliver? Nunca te he visto en mi vida.

Mierda. Barry no había pensado en nada para decir. Se encogió de hombros.

—Es complicado. Mira, no te quiero robar el tiempo. Sólo quería ver si me hacías un favor para Ollie.

—¿Ollie? ¿Tan cercano? —Barry se sonrojó ante la mirada que lo analizaba.

—Sólo, no le digas que me viste.

—Si, eso no es sospechoso en lo absoluto.

—¿Confía en mi?

—¿Un completo extraño el cual no me dirá su nombre? Porque tengo la sospecha que no me lo dirás —El silencio de Barry fue suficiente respuesta. —Mira, no tengo tiempo para fans de Oliver Queen. Si tuvo sexo contigo que sepas que no te volverá a llamar, dudo que quiera algo serio en este momento.

—¡No! ¡Yo no...! —Respiró hondo. Obligándose a relajarse antes de enloquecer. —Somos amigos, no nos acostamos. Sólo, planeo un regalo para él.

—¿Un regalo? —Barry asintió y Tommy le dio una mirada de desconfianza. —¿Esto es una especie de broma?

—No, te juro que... Sé que no me conoces de nada —Ni me llegaras ni te llagaré a conocer pensó Barry con cierta tristeza. —Pero conozco a Oliver, y él es importante para ti y a él le importas.

No se que habrá visto Tommy en sus ojos, pero terminó por soltar un suspiró y asintió.

—Muy bien. ¿Cómo puedo ayudar? —Barry sonrió.

—Es muy sencillo. Prometo que después de esto no me volverás a ver. —Tommy alzó la cejas curioso y sin embargo no preguntó. —Otro favor: No le digas nada a Oliver. Ni a nadie que me viste.

—Muy bien chico misterioso. ¿Qué es lo que quieres de mí?

• • •

Laurel fue fácil y difícil a la vez. Fácil porque la mujer lo conocía, difícil porque ahora estaba muerta y sentía que podía llorar al ver a la chica tan viva. Laurel sonreía mientras salía del departamento de policía de Starling, había elegido el momento antes de que ella muriera y antes del cumpleaños de Oliver. Serviría como excusa, no sería sospechoso y Barry podría estar tranquilo.

Laurel en cuanto le vio sonrió.

—¡Barry! —Se acercó hacia el con un montón de papeles en sus manos. —No sabía que estarías en la ciudad.

—Si bueno, fue algo de imprevisto.

—¿Busca a Oliver? Porque él ahora mismo...

—¡No! —La chica se sobresaltó y se sonrojó de vergüenza ante su grito. —No, no lo busco. De hecho te buscaba a ti.

—¿A mi? ¿Cómo puedo ayudar?

—Con un regalo para Oliver.

Laurel pareció interesada, y cuando Barry le contó la idea se iluminó por completo y sus ojos se aguaron de lágrimas.

Cuando Barry volvió con la carta en sus manos lloró, y pensó que si hubieran tenido más tiempo, él y Laurel hubieran sido grandes amigos.

• • •

Moira Queen le daba miedo. Conoció a mujer solamente de vista, habló muy poco con ella que cuando él despertó del coma ya estaba muerta por lo que no tuvo la oportunidad de conocerla ni verla más.

Barry se acomodó su incómoda camisa,y se preparó para tocar la puerta. Barry esperaba que no fuera Thea la que atendiera sino todo se iba a ir al carajo, pero por suerte y obra del destino una Moira muy elegante y viva le abrió la puerta.

Barry suspiró y habló.

• • •

Después de los viajes en el tiempo y no haber arruinado la línea temporal por una vez. Barry fue primero a las personas más cerca que tenía. Le contó a Caitlin y Cisco, sin poder guardarlo en secreto.

—Bueno, ya es tan santa secreto ahora que nos los dijiste pero puedo escribir algo. —Dijo Cisco. Por otro lado Caitlin le sonrió con amabilidad.

—Le encantará.

Barry esperaba que fuera así.

Del otro lado, a 600 millas, Thea le dio un abrazo feroz y enérgico.

—¡Definitivamente lo haré! ¿Cómo nunca le hice una carta antes?

Diggle también le dio un abrazo a Barry, lo que fue inesperado y acepto. Roy había negado con la cabeza con una sonrisa y no pudo evitar sonrojarse cuando dijo:

—Cuando ustedes dos se casen me pido para ser el padrino junto con Diggle.

Felicity obviamente estaba muy feliz, aunque triste de que no haya podido mantener el secreto de quien le había tocado. Ray accedió junto con Quentin, que fue sorpresa para Barry pero estaba contento de que haya decidido participar.

Y cuando Flash se le apareció a William, estaba muy emocionado de cooperar con el regalo.

Llegó un punto en el que todo el mundo sabía acerca del regalo, y aunque todos le afirmaban que Oliver iba a amar su regalo Barry no pudo detener la bola de nervios en su ser.



Santa secreto | olivarry ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora