Capítulo 04: La vida en el Infierno

21 2 0
                                    

Estábamos de vuelta en el cuarto de la pequeña, ya era de día pero ella aún estaba dormida. Vi el reloj, eran las 7:00 am. Lila se acercó a la cama y se sentó en la orilla mientras miraba a la pequeña con una expresión vacía.

Probablemente despierte en unos segundos.

Y como dijo Lila, la pequeña lentamente abrió los ojos mientras se levantaba perezosamente de la cama para recoger los peluches que se habían caído de su cama por la noche. Ella fue hacia un armario y sacó de uno de los cajones una pequeña revista que decía "Infantes".

¿Ves eso que tiene ella en sus manos? - Preguntó Lila a lo cual asentí. - Bien, esa pequeña revista se llama "lección de Escuela Sabática", verás en mi religión tenemos folletos para cada edad que contienen historias bíblicas, es como una guía para entender mejor la Biblia, una guía que se adecúa a la edad que tengas.

Vi curioso como la pequeña se acercaba a la puerta pero al instante me quedé extrañado. Ella parecía asustada, vi como apoyaba la oreja en la puerta.

Ella está asegurándose de que mamá no esté afuera.

Parecía que Lila había leído mi mente como para responderme casi al instante. Pero no lo entendía, no entendía el por qué una niña pequeña que no ha hecho nada tendría tanto miedo de su propia madre.

Lila también puso su oreja en la puerta.

Tal parece que no está y creo que la pequeña Lila se acaba de dar cuenta también - dijo Lila dirigiéndose hacia mí.

La pequeña abrió con miedo la puerta, la abrió tan despacio como rogando que la bisagra no hiciera ruido alguno mientras abría la puerta, ella temblaba de una manera que no era normal.

Finalmente, la puerta se abrió lo suficiente pero al pasar hizo un poco de ruido, la nena miró hacia al frente con terror. Se escucharon como pasos venían hacia donde estábamos, la pequeña no dejaba de temblar y cerró los ojos asustada mientras agarraba con fuerza su lección en una de sus manos. Por el pasillo apareció la sombra de una figura, era su madre, por alguna razón ella tenía una expresión molesta.

- Te levantaste - dijo fríamente, de repente cambió su tono de voz a uno agresivo - Vamos muévete.

La pequeña temblorosa extendió su lección.

- ¿Qué? ¿Tu lección? - su madre chasqueó con la lengua con disgusto - Ven abajo, te lo leeré.

La nena asintió temblando asustada pero no se movió, era como si el miedo la hubiera congelado.

- QUE ESPERAS, MUÉVETE NIÑA TONTA -gritó su madre haciendo que la nena reaccionara y corriera hacia el pasillo para llegar a las escaleras. Acto seguido ella la siguió por detrás algo disgustada.

Miré a Lila totalmente en shock, quería respuestas, ni siquiera el niño más malcriado merece un trato como ese. Vi a Lila suspirar.

Parece que despertó de malas - dijo Lila indiferente encogiéndose de hombros - Sé que sonó todo muy... cruel? Pero tranquilo, no era así todo el tiempo, dependía de como se levantaba... esa es la razón por la que antes la pequeña Lila abrió la puerta tan lento... este era el pan de cada día.

Ambos bajamos a la sala de estar del primer piso, su madre parecía más calmada, oraron un poco, cantaron y ambas empezaron a estudiar la lección, vi como buscaron la fecha del día en el que estábamos. La nena escuchaba atenta, ya no temblaba, se notaba que disfrutaba mucho de este momento.

Cuando era momento del culto matutino la paz regresaba, claro que a veces si bostezaba en plena oración me gritaba o me golpeaba pero no era siempre, solo era cuando estaba muy pero de muy mal humor. - Lila se acercó a ellas - al menos mi madre respetaba este momento sagrado, este momento era seguro para mí, sabía que mientras estuviéramos haciendo culto yo estaría a salvo de gritos o golpes.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 11 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

No todo es de color LilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora