A veces la vida misma se siente como un mar inestable, las olas pueden ser grandes o pequeñas, poderosas o débiles, pueden quitar la vida o rescatar a alguien. Nada es estable. Ese es el curso natural de la vida, un curso en el que tenemos que aprender a navegar y mantenernos a flote; sin embargo... cuando ese mar inestable empieza a apoderarse de tu propia mente y de tu percepción del mundo, cuando las olas se vuelven tan fuertes que te obligan a caer en lo más profundo del océano, ese mar que pudo haber sido amigable para muchos se convierte en una pesadilla constante entre pataleos desesperados e intentos inútiles por salir hacia la superficie, en ese momento en que la oscuridad del fondo del mar te abraza y no te deja salir a respirar, en el momento en el que sientes que es imposible nadar hacia la superficie y empiezas a dejar que tu cuerpo sea movido por las corrientes desalmadas del mar.
Hay momentos en los que las corrientes te llevan hacia la superficie, en esos momentos se pueden ver los barcos de los demás, embarcaciones fuertes y débiles, grandes y pequeñas, todas diferentes. Algunos ignoran a los ahogados, otros intentan rescatarlos; sin embargo, y lo digo por experiencia, los que intentan rescatar a los ahogados corren el riego de naufragar en el intento, porque a veces los ahogados y naufragados destruyen los botes de sus rescatistas en el proceso, llevando así a más personas a las profundidades.
Entre los ahogados y naufragados hay diferentes grupos, personas en su mayoría con pasados terribles o momentos traumáticos. Hay de todas las edades, de todos los tamaños y colores, el mar cruel no hace distinción entre nosotros. Algunos grupos nunca salen a la superficie una vez que llegan al fondo, otros grupos se esfuerzan de a ratos por salir y a ratos se rinden cumpliendo un círculo vicioso, otros solo se dejan llevar por las corrientes, aceptando débilmente y en silencio todo lo que el cruel mar avienta.
De todos esos grupos está el mío, un grupo con personas muy diferentes entre sí, tanto que podemos ser confundidos con otros grupos con facilidad. Nos llaman "Borderline", dejamos que las corrientes nos lleven pero hay ratos en los que intentamos tomar el control. Es un vaivén de decisiones e indecisiones en los que, a diferencia de otros, todos los cambios nos afectan de una manera extremadamente violenta y radical sin aparente razón.
Un grupo lleno de "locos dramáticos" con el mismo pasado en diferentes magnitudes de una infancia traumática y llena de traiciones. Un pasado turbulento que terminó por desarrollar nuestra personalidad en una completamente distorsionada hacia como es en realidad el mundo o las personas. Porque como ya te podrás imaginar, en este grupo y no solo en el mío, son las personas que amábamos más los que se unieron con el mar para destruir nuestra débil embarcación desde muy temprana edad.
Sin embargo, existe una forma de salir a la superficie y conseguir una embarcación. Por desgracia es algo complicado y que a veces depende un poco de la suerte y de las fuerzas que logres reunir, pero no es imposible.
Mi nombre es Lila, tengo 19 años, me diagnosticaron Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) a la edad de 18 años. Tuve que dejar mi carrera por un tiempo por lo mismo y ahora estoy aquí, encerrando mi relato en estas páginas, con la fe de que esto me ayude a mantenerme a flote un poco más hasta que pueda terminar de construir mi embarcación otra vez.
Mi alma y conciencia están en estas páginas, me pregunto cómo me habrás encontrado, de tantos libros y lecturas cortas, diste con la mía. La sensación de tus ojos sobre mí me han advertido sobre tu presencia, pero está bien, no me siento incómoda.
Te llevaré a las profundidades del mar conmigo, verás y experimentarás todos los eventos que me han moldeado hasta ahora, serás mi invitado en primera fila para que observes solo una de las miles de historias que se encuentran perdidas en las profundidades del mar. Pero te advierto, no son cosas fáciles de ver o sentir, el mar es aterrador y siniestro, así que prepárate bien porque este no es un cuento con finales felices o magia, es una inconstante llena de vaivenes y con momentos de luz y oscuridad.
Esta es la historia de como intento salir hacia adelante y aprender a vivir con mi nueva realidad ¿Estás listo? Entonces déjame llevarte hasta lo más oscuro y profundo del intenso mar.
Advertencia: Las páginas que siguen contienen descripciones de situaciones y emociones intensas que pueden resultar perturbadoras para algunos lectores. Se recomienda discreción, NO lo recomiendo a personas demasiado sensibles. Lee bajo tu propio riesgo, en especial con las palabras de abajo.
Las barreras han sido rotas, has llegado al centro, estas palabras son la llave para encontrarme en mi lugar secreto
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No todo es de color Lila
Kurgu OlmayanA veces cuando miro al cielo y veo lo infinito que se ve desde mi pobre posición, me pregunto ¿Acaso tendrá algo de valor mi paso por esta Tierra? En el silencio de mi habitación perdida en el lugar secreto de mente decidí abrir mi corazón y así fue...