✦Seis: Llamado

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La verdad está delante de nuestros ojos
Sólo debes verla desde otro ángulo

Eran cerca de la una cuando llegó a casa, finalmente. Las pasadas horas fueron una completa odisea, pero Maki le aseguró que nada le pasaría mientras estuviera dentro de esas cuatro paredes. Que no existía lugar más seguro para ella que ese.

Pero qué sólo estaría segura de fuerzas malignas sobrenaturales, no terrenales.

Al entrar escuchó las primeras quejas provenientes del cuarto que sus tíos comparten. Se acercó como quien no quiere la cosa, intentado pasar de largo a la que sí era su habitación, pero le fue inevitable no escuchar cuando la puerta yacía entreabierta, no podía verlos pero escucharlos fue sin dudas algo desgarrador.

—De seguro sólo quería escaparse, total, malcriada siempre ha sido

—Ella no es así, también avisó que llegaría un poco más tarde

—¿Y te parece justo seguir esperándola a la una de la mañana? No seas estúpido. —Ahiko hablaba sin pizca de empatía. —Esto te pasa por darle permiso para ir a esas fiestas, si me hubieras hecho caso-

—Basta Ahiko, admito que es tarde, pero yo confío en ella, es la primera vez en mucho tiempo que quiera salir y divertirse

—¿Ves que sólo hablas para desautorizarme con la malcriada de tu sobrina? Yo ya había decidido irnos a Tokio, ¡Pero no! Tenías que llevarme la contraria. —reiteró Ahiko.

—Es sólo una visita

Fuma negó cansado, cansado de repetir cada cosa. Cómo si su esposa hubiera escuchado el peor insulto de todos la indignación creció en ella.

—¿Y todas las veces que se negó a ir? —inquirió. —Me decías, "deja de presionarla" ¿No te hice caso?

—Exageras

—¡Dime si no tengo razón! Ella estaría mejor siendo criada por tu madre

El único hombre en esa habitación se cruzó de brazos. Miró a su esposa con cansancio, siendo que ya habían tenido esa discusión miles de veces.

—Mi madre es una mujer mayor y no puede cuidar de Hanaki, ya tiene una vida aquí. No puedes decidir por su vida —defendió el hombre.

Al escuchar su nombre, el nudo empezó a crecer en la garganta de la menor. Hanaki ya tenía las manos temblorosas. El pecho apretado, y lágrimas acumuladas dentro de sus ojos, negándose a dejarlas salir por ningún motivo.

—¿Y tú sí? —ironizó. —Somos un matrimonio Fuma, tú nunca me preguntaste si quería criarla, tomaste esa decisión tú solo y ella no es de mi sangre, ella no significa nada para mí. —bramó.

Ella ya sabía que su tía probablemente no le tenía tanto afecto, pero escucharlo directamente no lo hacía doler menos.

—Tal vez para tí no, pero para mí sí. Ella necesitaba de mí, necesita de mí ¿No lo entiendes?

—Lo único que entiendo es que me has hecho a un lado desde que esa niña llegó, que tomas decisiones sin consultarme y que lo haces sólo por capricho. ¡Yo no tengo la culpa de que todo eso haya pasado y aún así debo pagar pecados que no son míos!

—¿De qué demonios hablas Ahiko? ¿Qué es lo que realmente te molesta? No entiendo nada de lo que dices. —escuchó la voz de su tío nuevamente.

¿Por qué se quedaba allí? No había algo que no supiera ya, sólo se lastima a sí misma. ¿Por qué lo hacía?

—¡Qué nada de esto estaría pasando si no te hubieras hecho cargo de la maldita hija de tu maldita hermana muerta!

Porque en el fondo sentía que merecía que le recordaran lo que era. Un estorbo.

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⏰ Última actualización: Feb 22 ⏰

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