Madison era una pequeña de ocho años, que vivía con su padre y su madre, ella los amaba mucho, hacía mucho esfuerzo en portarse bien y cumplir sus obligaciones escolares y de su casa, ella era muy feliz, sin embargo recicbió una noticia inesperada l...
Madison: Hoy es sabado de 1985, (DIJO MIRANDO SU CALENDARIO).
Madison...
Era sabado; desperté sola en casa, era algo, normal para mi no lo se, sabía que pronto iba a venir la nueva bebe, el día se veía muy extraño, pues el sol estaba cubierto por la nubes, parecía que venía una tormenta en cualquier momento, fuí hacia la habitación de mis padres para ordenarla, pues no quería que mi mamá me regañara como siempre. Termine de limpiarla así que decidí ir a la habitación de la bebe, esta era muy linda.
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Tenía unas hermosas paredes, la cuna era muy suave y también era acompañada con dos cortinas aunque sus ventanas no tenían protección.
De repente alguien toca la puerta.
Madison: Quien será, tal vez es una persona que viene a cuidarme, (MADISON ABRE LA PUERTA Y SE ENCUENTRA CON LA MISMA JOVEN QUE LE AYUDÓ A RECUPERAR SU PELOTA), usted, es Teresa, verdad.
Teresa: Si pequeña Madison.
Madison: Tu conoces a mis papás.
Teresa: A tu papá un poquito, pero a tu madre si y la conozco muy bien.
Madison: De verdad ella te mandó a cuidarme.
Teresa: (RÍE), tu madre, ella te ha dado amor.
Madison: Bueno no, creo que no, no se.
Teresa: Entonces no te gustaría darle de beber sangre de un toro, conejo o mejor aún de una persona.
Madison: Ya me esta asustando.
Teresa: Por eso tu madre pagara por no quererte y tal vez tu hermana pague peor.
