Memorias

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Cuando la misión Strix llego a su culminación en ese puente mientras el ocaso se hacía presente, Anya se puso demasiado ansiosa al notar que Sylvia se acercaba a su familia así que se puso enfrente de ellos

Déjemelos por favor—lloraba—no quiero estar sola de nuevo por favor

Sylvia sabia lo mucho que esa niña había sufrido en los orfanatos y después de oír por Twilight que la pequeña había sido raptada para experimentar con su mente no podía mantenerse sensata en ese momento.

Anya—se hinco para estar a su estatura—dime ¿quieres a tus padres mucho, aunque esto fuera una misión?

Si—la niña bajo la mirada—aunque sea una mentira Anya quiere mucho a sus padres y quiero estar con ellos

La pelirroja suspiro y sonrió con tristeza mientras acariciaba su cabello rosado

La decisión la tomara tu familia, yo no decidiré nada—le sonrió—espero que tengas mucha suerte pequeña

Yor intentaba mantener el llanto calmado, pero le fue imposible así que la abrazo cuando Sylvia se fue, la pelinegra no quería dejarla sola nunca porque la amaba demasiado y quería verla crecer, por otro lado, Loid observo a su jefa quien solo le dedico una sonrisa fácil de descifrar por lo que asintió.

Los tres fueron de la mano caminando a su departamento donde Bond seguramente los estaba esperando ansioso, por lo que al llegar el gran perro blanco se lanzó a los brazos de Anya quien reía mucho ante ese recibimiento después de que ese día salvara a sus padres.

Deberías cambiarte—le comento su padre—tu uniforme está sucio y mañana tienes escuela

¿Hice un buen trabajo? —lo miro

Hiciste lo mejor que pudiste agente Starlight—le sonrió

Gracias—alzo sus manitas y se fue corriendo a su cuarto

El rubio observo a su esposa y le dedico una sonrisa triste, en lo que Anya se intentaba cambiar ambos tendrían que tomar una decisión con el corazón abierto y las cartas sobre la mesa.

.......................................................... 28 años más tarde

Loid se encontraba limpiando la vajilla de la alacena de su casa, estaba algo cansado ya que su misión de ese día había sido agotadora, pero tenía que ser un buen anfitrión ya que sus tres hijos llegarían a su hogar.

Todo parecía en orden, pero cuando llego a la chimenea y limpio los retratos familiares al ver el rostro de Yor suspiro con tristeza.

Ya paso un año tan rápido—comento con tristeza—no había notado que la casa es demasiado grande—se sentó en el sillón—será que por tantas misiones nunca me puse a ver que este lugar es demasiado grande para mí solo

El hombre de 58 años camino al desván y empezó a buscar nuevas cobijas para poder darles la mejor bienvenida a su familia en las habitaciones asignadas, muchos dirían que ¿Por qué sus hijos no se quedaron viviendo con él?, bueno, Markus estaba intentando lanzarse a la presidencia de Ostania por eso vivía en Berlint junto a su esposa Alina y su pequeña hija Emma de 2 años, Liam estaba estudiando en la universidad de Westalis en la capital por lo que vivía en el campus mientras que Anya, bueno ella después de la muerte de Yor estuvo viviendo junto a Damián y su hija de 8 años Lilibeth en la casa de los Forger, pero debido a su trabajo le pidieron que se mudara a Berlint entonces por más que le pidió a su padre que se fuera con ellos el hombre no quiso, pero ahora que estaba intentando limpiar su hogar reflexiono sobre el gran vacío que se sentía.

El rubio se observó en el espejo y noto sus ojeras pronunciadas que pensó que era su yerno, pero luego después de acomodar todo lo que sus visitas necesitarían se fue a recostar un rato a su habitación, pero cuando estaba a punto de acostarse observo unos documentos en su buro y sonrió con tristeza.

Primera navidad sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora