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"mugs & kisses"
info. fluff. barista!au. strangers to lovers sinopsis. Jungkook tiene algo que le gustaría decirte, pero no encuentra las palabras. entonces pensó en otra manera. advertencias. ninguna. palabras. 6k.
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El timbre sonó cuando la puerta de la cafetería se abrió. La cabeza de Jungkook apareció sobre el mostrador donde estaba agachado mientras limpiaba, mirando frenéticamente a su alrededor para ver si alguien acababa de entrar.
—No te preocupes, no es ella— la voz baja de Taehyung zumbó por encima de su hombro.
—¿No lo es?— Jungkook giró la cabeza para mirar boquiabierto a su compañero de trabajo, quien se apoyaba casualmente en la caja registradora frente a él, esperando que el cliente en la fila guardara su teléfono y diera su pedido. —Quiero decir, eh, ¿de qué estás hablando?
Taehyung puso los ojos en blanco. —Ella. Sabes de quien hablo. ¿La mujer a la que has estado mirando durante el último mes? Siempre viene los sábados a esta hora de la mañana y siempre pide un macchiato de caramelo para llevar. Y siempre la miras fijamente como un cachorro enamorado todo el tiempo.
Jungkook sintió que su rostro se calentaba. ¿Era ralamente tan obvio?
No tuvo la oportunidad de refutar las palabras de Taehyung antes de que la puerta sonara de nuevo y tú entraras.
Debe haber comenzado a agitarse afuera, se dio cuenta Jungkook, por los copos de nieve que salpicaban tu cabello y tu cara, pequeñas gotas blancas que se derretían a medida que el calor de la cafetería te descongelaba lentamente. Te quitaste los guantes y hiciste la cola detrás del cliente de Taehyung. Observó como escaneabas el menú que colgaba en la pared detrás de él, con tus ojos moviéndose de un lado a otro como si reflexionaras sobre tus opciones, a pesar de que siempre pedías la misma bebida.
Jungkook pensó que tenías los ojos más bonitos que jamás había visto.
—Kook— la voz de Taehyung rompió su ensueño. —Un gran tostado oscuro, con un trago de espresso, para llevar, para Yoongi.
Jungkook entró en acción. —Entendido— Cogió un vaso, agarró su marcador de punta fina, escribió "Yoongi" en dicha taza y luego se dispuso a preparar la bebida. Una vez que terminó, caminó hasta el final del mostrador y grito: —¡Yoongi!— un hombre de aspecto somnoliento y cabello rosado se acercó y tomó su bebida con un gruñido que Jungkook asumió que significaba "Gracias".
Cuando regresó a su lugar junto a Taehyung en su caja registradora, ya estabas haciendo tu pedido.
—Macchiato de caramelo medio para llevar, por favor— dices, tu voz fue la melodía más dulce para los oídos de Jungkook.
