Capitulo 5

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La sal mezclada con aquellos sentimientos fuertes inundaban los labios de la coreana, arrugando la nariz por aquel sabor desagradable que sentía sobre sus labios pero aunque quisiera dejarlo de sentir no podría, las lágrimas no paraban de salir de sus ojos que inútilmente secaba.

El silencio de la habitación mezclado con la calma de la noche le daba una sensación de soledad...odiaba las noches, odiaba el silencio, odiaba sentirse ahora sola; las emociones fluían como olas violentas amenazando con estallar en cualquier momento. Tomó una posición fetal buscando abrazarse así misma y de alguna u otra manera calmar su llanto y su dolor que comenzaba a sentir debido a la presión de las emociones sobre su pecho, se quedo en aquella posición durante varios minutos y como si se tratara de un milagro su llanto que hace unos segundos era incontrolable, fue parando poco a poco hasta acabarse y una vez ya calmada se levantó con cuidado y tambaleandose un poco camino hacia la cocina en busca de un vaso de agua y hielos.

Se sirvió directamente de la llave para beber un poco debido a la deshidratacion por haber llorado gran parte de la tarde y ahora de la noche, ahí se quedó viendo a la nada mientras varios pensamientos inundaban su cabeza, susurros que la hacían dudar sobre la decisión de haber terminado con T/n.

- Fue lo correcto... - Dijo en un susurro agitando la cabeza para alejar aquellos pensamientos y manterlos alejados un buen rato. -

Dejo el vaso sobre la tabla de la cocina yendo directamente a la nevera abriendo la puerta de arriba sacando varios cubitos de hielo y poniéndolos en una bolsa de hielo para desinflamar sus ojos, que aunque no se hubiera visto sabía que posiblemente tenía sus ojos hinchados, aunque las demás sabían del estado de su amiga y compañera se negaba a que la vieran de esa forma tan descuidada, desastrosa y vulnerable, odiaba verse en ese estado tan deplorable. Nuevamente se quedó ahí pensando en un sinfín de cosas, ya no iba a hacer el esfuerzo siquiera alejar todos sus pensamientos caóticos.

Largo un suspiro y tomando entre sus manos aquella bolsa de hielos se dirigió a pasos lentos hacia su habitación subiendo las escaleras, solo se podían escuchar sus pasos chocar contra el suelo frío que era imposible que las demás lo escucharan. Al llegar a su habitación coloco su mano en la perilla girando lentamente para entrar y cerrar la puerta a sus espaldas. Era una persona que a pesar de todo se preocupaba por las demás, de su bienestar y su salud, tal cual como una madre y principalmente de Lisa, no sólo por ser la más pequeña si no por que la tailandesa había decidido desde un inicio dormir en una habitación separada para darle mayor privacidad a su mayor a diferencia de Jennie y Rosé que dormían juntas, pero ahora agradecía mucho aquel gesto por parte de la tailandesa.

Al contemplar la soledad de su cuarto no pudo evitar soltar una traicionera lágrima que al instante seco con el dorso de su palma, se dirigió hacia su cama sentándose en la orilla de esta y poniendo la bolsa sobre su lagrimal inferior para bajar la inflamación. La brisa de la noche nuevamente golpeó su cara jugando con sus cabellos, aunque odiara el silencio de la noche no podía negar que le relajaba hasta cierto punto.

- Después de todo la noche no es tan mala...supongo que hubiera sido muy linda ver la belleza de la luna junto a T/n... - Inconscientemente pronuncio su nombre, provocandole un revoltijo en su estómago pero se había prometido a sí misma que ya no iba a volver a llorar por aquella mujer. -

Permaneció sentada en la orilla de la cama un buen rato mientras bajaba la inflamación de sus ojos, claro que eso iba a tardar pero no había otra manera, era eso o que sus amigas la vieran con sus ojos inflamados y prefería evitarse la "sesion" de miradas preocupadas. Durante esos minutos no pudo evitar notar que la australiana aún no había llegado al lugar cosa que aunque no quisiera admitir le hacía nacer un sentimiento de rabia mezclado con celos y tristeza. Bufo molesta por sus pensamientos que aún la traicionaban y se acostó en la cama no sin antes dejar el recipiente sobre su mesa de noche, acomodandose bajo la calidez de las mantas y tratando de consolidar el sueño que no tardó en llegar, esperaba poder dormir siquiera una hora ya que ni se había tomado la molestia de ver la hora para comprobar cuantas horas de sueño iba a tener; sus pensamientos lograron derribarla dejándola a la completa merced de Morfeo.

𝓘 𝓳𝓾𝓼𝓽 𝓾𝓼𝓮𝓭 𝓽𝓸 𝓵𝓸𝓿𝓮 𝔂𝓸𝓾...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora