Capitulo 7

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La repentina actuación de la australiana causó confusión en la coreana, noto como sus hombros se tensaban, su agarre ejercía fuerza aunque de manera involuntaria y como señal de su repentino nerviosismo.

- ¿Estás bien? - T/n la miro mientras la seguía a pasos torpes entre la multitud. -

- ¡Puffff! - Tosió bruscamente ante la pregunta. - ¡Por supuesto! - La volteo a ver mientras seguían caminando, sonriendo. -

La coreana podía ver aún así en aquella sonrisa como el nerviosismo se asomaba por sus labios rosados, no le quedaba de otra que simplemente asentir sin hacer más preguntas. Vio como la rubia regresaba la vista hacia enfrente concentrándose en no chocar con alguien.

Estaban ahí por petición de Rosé, pues había creído que lo mejor para T/n era salir y poder mantener su mente ocupada para no pensar tanto en sus problemas. Por obvias razones ambas mujeres no se podían ver así que al final fue Rosé quien decidió que era mejor que tomaran un descanso de todo el escándalo de la ciudad y fueran a un lugar más tranquilo para poder descansar y despejarse, después de todo no sólo la coreana necesitaba olvidarse de su ruptura también lo necesitaba Rosé porque al final seguía estando involucrada.

- Ah...lo siento, solo ya me canse un poco de estar siempre rodeada por un mar de gente. - Paro frente a su carro mientras veía a T/n un poco apenada. - Espero no te moleste que probemos algo nuevo. -

- Para nada, probar algo nuevo y más tranquilo me encantaría. - Sonrió mientras la veía para calmarla, lo cual logró en cuestión de segundos. - ¿Tienes alguna idea? -

- La verdad...no, no tengo una pizca de idea a donde deberíamos ir. - Soltó una risa mientras negaba. -

- Uhm...tal vez un parque, algo más cercano y obvio, donde no haya muchas personas cerca...- Dijo amablemente mientras la veía y la tomaba del brazo para caminar hacia el auto aparcado. -

La australiana la vio con una sonrisa mientras T/n la guiaba. A veces ella solo deseaba que fuera ella quien sufriera en cambio de la azabache, su sonrisa era tan brillante y hermosa que el no verla le hacía mal a Rose.

Las muchachas subieron al automóvil, hablando amenamente mientras recorrían las calles en busca de algún lugar más tranquilo en el que pudieran pasar un buen rato disfrutando de la compañía mutua de ambas. Después de varios segundos buscando algo dieron con un lugar escondido entre las calles de la ciudad, era un parque pequeño, repleto de vegetación y arboles que brindaban una reconfortante sombra y que eran capaces de brindar una sensación mágica. No tardaron en aparcar el auto y bajar para poder caminar un rato mientras caminaban.

Durante varios minutos ambas estuvieron disfrutando de la compañía, entre palabras y risas y envueltas en una sensación de tranquilidad. Rosé sentía como el tiempo se paralizaba estando al lado de T/n, simplemente estar cerca de ella la hacia olvidarse de todos sus conflictos, convertía todo mal momento en uno alegre. Sin darse cuenta el sol comenzaba a reflejar los rayos del atardecer en las hojas y más tarde en el paso, tiñéndose de un hermoso color rojizo.

- ¿Te parece si nos sentamos unos momentos? Me gustaria poder contemplar el atardecer.. - T/n sugirió, después de todo adoraba el poder disfrutar de la tranquilidad del atardecer. -

- Claro, no hay problema.. ¿Qué tal por aquí? Se puede apreciar mejor el sol. - La miro con una sonrisa mientras se sentaba en aquel lugar que había propuesto hace unos segundos. -

No pasaron más de 10 segundos cuando T/n había decidido acompañar a la australiana, sentándose a su lado mientras abrazaba sus piernas y contemplaba el hermoso paisaje que tenia frente a sus ojos, el sol ocultándose detrás los grandes edificios de Corea. Estaba tan concentrada que ignoraba por completo el hecho de que la joven a su lado no podía apartar su mirada de su rostro.

𝓘 𝓳𝓾𝓼𝓽 𝓾𝓼𝓮𝓭 𝓽𝓸 𝓵𝓸𝓿𝓮 𝔂𝓸𝓾...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora