Relatos Eróticos Lesbianos

Una orgía improvisada

Llegando el fin de semana, en mi trabajo nos dieron de descanso extra en Semana Santa, solamente el viernes, así tuve tres días para disfrutar de lo lindo, pero como no quería salir de la ciudad, preferí quedarme en casa, me quité la ropa y me puse lo más cómoda posible, me preparé algo de comer y me fui a ver televisión, abrí una botella de vino y me dispuse a disfrutar la tarde. 

Estaba tan agusto, que me quedé dormida, y al cabo de tres horas, sonó el celular, era Andrea, quien me preguntó si iba a hacer algo en la noche, me respondí que no, me dijo que si podría ir a mi casa, acepté, le dije que viniera en una hora.

Colgué, me inmediato fui a bañarme, quería estar despierta para Andrea, me di prisa, porque no quería hacerla esperar; salí y me arreglé, cuando ya estuve lista, fui a la sala y ahí a esperé.

A los die minutos, tocaron a la puerta, abrí y era Andrea, pero venía acompañada de Sandra y de Brenda, me dio gusto verlas, las invité a pasar, pusieron sus chamarras en el sillón, ellas trajeron unas cervezas y abrí algunas, se las di y comenzamos a platicar.

Andrea me dijo que la idea original era ir a la cabaña, pero cuando hablaron estaba ocupada ya, por lo que optaron por ir a mi casa, y pasarla rico entre todas, al menos las que estábamos disponibles, porque algunas salieron de la ciudad.

Les dije que podriamos usar la alberca, aunque algunas trajeron chamarras, no hacía frío y lo mejor, no necesitan usar bikinos, así que todas salimos al patio y ahí mismo nos quitamos la ropa; Sandra y Andrea entraron al agua, mientras Brenda y yo nos quedamos afuera, prendimos unos cigarros y seguimos con las cervezas, la verdad, todas ellas se veían hermosoas desnudas y dentro de la piscina, aun más.      

Le dije a Brenda que podríamos divertirnos con ellas, lo cual ella aprobó, ambas nos metimos en el agua, las chicas pensaron que íbamos a jugar, pero vieron nuestras intenciones, así que se acercaron a nostras y nos abrazamos, Andrea con Brenda y Sandra conmigo; la besé muy rico, nuestras lenguas comenzaron a jugar, yo acaricié sus nalgas y ella las mías, lo mismo con su panochita, mientras la besaba en el cuello, sus suspiros iban en aumento, eso me encantaba.       

Sentí unas manos acariciando mis tetas por detrás mío, era Andrea, quien me besaba los hombros y el cuello, yo seguía tocando a Sandra, pero disfrutaba mucho las caricias de Andy, mientras Brenda estaba detrás de Sandra y le hacía lo mismo.

Me volteé a besar rico a Andrea, me excitaba un chingo estar con ella, desde que la conocí en el antro, me encantaba, así que aproveché ese momento para acariciarla y besarla mucho, así que toqué sus nalgas y busqué su culo, ella me hizo lo mismo.

Andrea me besaba el cuello, alcancé a ver que Brenda y Sandra estaban fuera de la alberca haciendo un rico 69, me excitaba verlas, pero también lo que me hacía Andrea, lo disfrutaba, sentir sus manos recorrer mi cuerpo me ponía a mil, quería que me diera una mamada chingona, por lo que salí del agua y ya estando afuera, separé mis piernas y Andrea supo de inmeidato lo que yo quería.

Ella comenzó a darme una mamada en la vagina, yo estaba muy excitada, me tocaba las tetas mientras me lo hacía, pero, Brenda se sentó en mi cara, comencé a darle una mamada rica, Sandra le acariciaba y le mamaba las tetas, Brenda estaba muy rica, su vagina emanaba miel y yo me bebí todos sus jugos, mientras, Andrea se bebía los míos; no tardé en acabar muy rico, mientras Brenda también lograba su orgasmo.      

Me puse boca abajo, queria sentir una lengua en mi culo, y Sandra fue la encargada da darme placer, ella me lo chupó muy rico, separó mis nalgas y de inmediato comenzó a lasar su lengua caliente por mi puto culo; mientras, Andrea le daba su panochita a Brenda, quien se la mamaba muy rico.

Sandra me metía sus dedos en mi panocha mojada, mientras me mamaba el culo, yo estaba muy caliente, le pedía que siguiera chupándome rico, por fin tuve otro orgasmo de miedo, recibí un beso de Sandra como premio a mi excitación.

Les dije que fuéramos al cuarto para seguir cogiendo, todas nos levantamos y nos dirigimos a la recámara; una vez ahí, seguimos con nuestra diversión, tumbé a Amdrea en la cama y me subí encima de ella, la besé y le toqué las tetas, ella gimió, mientras Sandra le mamaba el culo a Brenda, quien se tocaba mientras sentía la lengua de Sandra detrás suyo.

Chupé los pezones de Andrea, ella estaba muy caliente, aproveché para meter mis dedos en si vagina, no tuve problemas para que entraran, ella estaba muy mojada, luego bajé a mamarle la panocha y le metí un dedo en el culo, seguí adelante, hasta que ella acabó, sus gritos inundaron la habitación, también los de Brenda; yo solamente sonreí y volví a besar a Andrea.

Me levanté pfaa ir por mis juguetes, saqué el strap on, y mis dildos, de inmediato, Andrea tomó uno y se dispuso a cogerse a Brenda, mientras, le dije a Sandra que me diera su culo, a lo que ella aceptó con gusto.

Primero ella, me chupó la verga, ver cómo la mamaba me excitaba, me toqué las tetas viéndola, ella volteó a verme mientras lo hacía, lo que me ponía mas caleinte de lo que estaba.

-Métemela, cabrona, anda, ya está lista, mmmmmmm.

No me lo tuvo que decir dos veces, estaba acostada boca arriba y solamente tuve que separar sus piernas para penetrarla, Andrea y Brenda se acercaron a ver cómo la culeaba, comencé a moverme rico mientras que Sandra estaba calentándose más, Brenda le chupó las tetas y Andrea solo nos veía mientras de dedeanba rico.

-¡Hija de la chingada, que rico!

-¿que pedo, te gusta como te culeo, puta?

-Sii, ¡denme más, pendejas!

Mientras le metía la verga, le tocaba el clítoris, Andrea se puso de pie para darme un beso y besar mis tetas, ella sonreía mientras veía cómo culeaba a Sandra, en tanto, Brenda la besaba muy rico.

FInalmente, Sandra tuvo un fuerte orgasmo, tods caímos rendidas, estámos muy cansadas pero muy satisfechas, luego de tener esta orgía tan rica.

Sandra y Brenda decidieron retirarse, ya era tarde, pero Andrea se quedó le dije que si quería quedarse a domir, lo que ella aceptó la invitación, las otras dos se fueron y nos dejaron solitas, nos fuimos desnudas a dormir, aunque eso era lo último que haríamos en la cama, pero eso se los cuento después.

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