Encuentro con unas chicas maduras

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La semana pasada, Rebeca me habló, yo estaba en un receso de mi trabajo, luego de los saludos habituales, ella me hizo una invitación muy interesante: sus amigas maduras (ya es había platicado de ellas) querían conocerme, ya que les había platicado de lo caliente que era y me encantaba el sexo.

A mí también me pareció interesante, de tanto que me ha contado Rebeca de cómo cogen, me daba curiosidad, además, siempre es muy rico hacerlo con mujeres mayores, aunque no lo eran tanto, ya que tenían 55 años a lo mucho. 

Puse mis condiciones para asistir a una reunión, le dije que no iba a aceptar ser sumisa o dominada, por lo que Rebeca me contaba, a ellas les encanta dominar y practicar el BDSM, eso no va conmigo, Rebeca me dijo que se los iba a comentar a ellas y me daría su respuesta, por lo que esperé a que me hablara, si se hacía qué bueno, si no, ellas se lo pierden.

Pasaron dos días, cuando Rebeca me volvió a hablar, me dijo que ellas estaban de acuerdo en no ser dominantes, por lo que de dije que estaba bien, que nos veríamos el fin de semana para estar con ellas.

Llegó el fin, luego de estar en casa de mi madre, me preparé para ir a mi cita, por lo que me di un baño muy rico, estuve en el jacuzzi un buen rato, aproveché para tocarme rico, mi clítoris estaba muy sensible, por lo que el orgasmo lo tuve muy rápido; ya salí de bañarme, me puse una tanga muy sexy, de color negro y no usé bra, obvio fue un mini vestido negro y zapatos del mismo color.

Le mandé un mensaje a Rebeca que ya estaba lista, a lo que me respondió que la esperara unos minutos, por lo que abrí una botella de agua, en lo que llegaba mi amiga por mí.

Al poco tiempo, Rebeca llegó a mi casa, yo salí y abordé su auto, nos saludamos y ella se veía muy bien, con un pantalón de mezclilla y una blusa con un escote muy sexy, que hacía que le lucieran muy bien sus grandes tetas.

Ambas nos pusimos fumar, en lo que llegabamos a nuestro destino, ella me dijo que sus amigas tenían mucha curiosidad conmigo  les había contado cómo me gustaba coger y ellas estaban emocionadas por conocerme; a mí me parecía que sería una experiencia muy buena, casi nunca he tenido de estar con mujeres mayores que yo, salvo Irene, pero de ahí en fuera, nadie.

Media hora después, llegamos a nuestro destino, la casa era grande, se veía que era muy privada, por lo que no habría problemas; llamamos a la puerta y nos abrió una de ellas, de nombre Sonia, quien nos invitó a pasar.

-Sonia, ella es Fabiola, Faby, ella es Sonia, la anfitriona.

-Mucho gusto, Fabiola, Rebeca me ha hablado mucho de tí, pasen, están en su casa.

Le agradecí la gentileza, Sonia era una mujer no muy alta, con un buen cuerpo, abello castaño, ojos cafés, una linda sonrisa, lo que más me gustó de ella fueron sus nalgas, se veían muy ricas, aunque de tetas no estaba mal, aun fueran medianas.

Pasamos a la sala, y ahi estaba una invitada, me la presentaron, su nombre es Magali, quien tampoco era muy alta, pero era muy sexy, y de ella me encantaron sus tetas, ella y Rebeca las tenían más grandes que yo.

Las cuatro nos pusimos a platicar, Sonia trajo una botella de vino, sirvió unas copas y trajo botana, la charla era muy agradable, la verdad, ambas me cayeron bien, hubo confianza entre todas; la plática se puso interesante cuando comenzamos a hablar de sexo.

-Dime Fabiola, ¿y que te gusta del sexo?, Rebeca nos habló mucho y muy bien de tí.

-Pues, me gusta de todo, pero más que me chupen el culo, eso me mata.

-Huy, eso es muy rico, pero no te gusta la dominacion, es que, a nosotras nos fascina, dijo Sonia.

- No, no me gusta, me gusta ser inter, es decir, activa y pasiva; el sado maso no me gusta para nada, lo siento, pero yo le dije a Rebeca a eso no le entro, ella me conoce desde hace mucho tiempo.

-Es una pena, nos hubiera encantado tratarte, pero respetamos eso, pero estamos aquí para divertirnos, creo que todas estamos de acuerdo en eso.

Al principio, creí que se iban a decepcionar, pero me equivoqué todas brindamos y Magali dijo que nos podíamos quitar la ropa, para estar más cómodas, por lo que no batallé, solo me quité el vestido y quedé en tanga, con mis tetas al aire, las tres pegaron gritos de emoción, también Rebeca se quitó su blusa, aunque ella sí traía bra, no tardó en quitárselo; en tanto Sonia se despojó de sus ropas al igual que Magali, las cuatro nos quedamos totalmente desnudas, y de inmediato comenzamos a coger.

Sonia comenzó a besarme muy rico, encanto, Rebeca estaba com Magali; Sonia besaba muy bien, sus manos recorrían mi cuerpo, me aretaba las nalgas y yo las suyas, le dije que me encantaban, me chupó las tetas, fue delicioso mientras lo hacía, me tocó la panocha y ya la tenía muy mojada, de pronto, sentí como alguien me besaba la espalda, era Rebeca,  ella me tocaba las nalgas y buscaba mi culo.

-¿Qué onda, Sonia, te gusta esta putita que traje?

- Es muy rica, ¡me encanta!

Me senté en el sillón y abrí mis piernas, le dije que me diera sexo oral, a lo que Sonia se acercó a mí metiéndome dos dedos en mi vagina, yo encantada de sentir esos dedos estimulándome mientras Rebeca me besaba en la boca, sentí como la lengua de Sonia comenzó a hacer maravillas en mi panocha; mientras, Magali estaba ocupada con las nalgas de Sonia.

Rebeca me besaba mientras acariciaba mis tetas, Sonia me dio una mamada muy rica, no tardé en tener un orgasmo, ella subió y me dio un beso muy rico, y luego beso a Rebeca.

-Bueno, putita, dame tu culo, a ver si es cierto que sabe muy bueno.

Yo nomás sonreí, me volteé para ponerme en cuatro y mis nalgas quedaban al aire, tanto Magali como Sonia me besaban las nalgas  ésta última me acariciaba el culo, lo tenía muy caliente, solo de saber que me lo mamarían me calentaba en serio.

Sentí una lengua jugar en mi ano, era la de Magali, quien comenzó a disfrutarlo, luego, Sonia siguió, ambas se turnaban para darme placer, yo estaba encantada ser cogida por dos chicas maduras.

Le dije a Rebeca que la quería chupar, por lo que se puso delante de mí con las piernas abiertas, comencé a darle sexo oral mientras me chupaban el culo muy rico, estaba tan concentrada en mamar la vagina de Rebeca, que no me di cuenta de que una de mis anfitrionas trajo una verga falsa y me la metió por la vagina, cuando volteé, era Sonia, quien se aferraba a mis caderas y me daba muy rico.

Yo estaba fascinada, Magali se puso en lugar de Rebeca y comencé a mamársela mientras me cogían, pero, Rebeca le dijo que me diera por el culo, a lo que Sonia "obedeció" y comenzó a metérmela rico.

-¡Hija de la chingada, dame rico, me encanta esa verga que tienes, cabrona! 

Alcancé a ver a Rebeca que se sentó en otro de los sillones, comenzó a masturbarse mientras nos veía coger; mientras, les pedía ambas cambiar de lugar, a lo que con gusto hicieron, Magali se quitó de su sitio y procedió a ponerse la verga, mientras Sonia se sentó en el respaldo del sillón oara que se la mamara, y me culearon muy rico, no tardé en acabar, Magali retiró la verga de mi culo, mientras Sonia me dio un beso.

Sonia nos dijo que luego volvía, yo pensé que iría al baño, pero regresó con una verga, y nos dijo que nos diéramos de sentones, por lo que ellas se sentaron en el sillón, mientras Rebeca y yo gozábamos de una rica penetración; Sonia con Rebeca y yo con Magali.

Yo estaba gozando como una puta, me vine no sé cuántas veces, tal vez tres o cuatro más, las cuatro terminamos agotadas, pero muy satisfechas; yo me quité de encima de Magali, les ofrecí fumar y me dijeron que sí, les di un cigarro a cada una y se los encendí, la idea era relajarnos un poco antes de seguirle, porque faltaban ellas de sentir placer, pero eso se los cuento después.   

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Disfruten~

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