Una típica historia de fantasía medieval - Chestappen -

El placer de la felicidad.

Max recuerda abruptamente algo que Sergio le pidió que hiciera: durante el precalentamiento, sería mejor si no estuvieran anudados. Su cuerpo todavía se estaría preparando para quedar embarazado, por lo que incluso si Max lo llena hasta el borde, no sería de mucha utilidad. Según el razonamiento del omega (sabiduría transmitida por generaciones de hadas), será mejor si su alfa guarda su semilla para los próximos días.

—Te he anudado antes, ¿cuál es la diferencia?— pregunta el rubio aquella noche en que hablan de ello. Sergio está cosiendo, sentado en el espacio de sus piernas cruzadas, con la espalda apoyada en el pecho del alfa. Ha recogido un montón de ropa del mayor que claramente necesita algunos puntos y su misión es repararla.

—Quiero quedar embarazado, así que durante mi celo, tenemos que aprovechar hasta la última gota de tu semilla.— Max le mira por encima del hombro, sorprendido por esta audaz declaración y la elección de palabras, puede ver claramente las mejillas del hada tornándose de un rosa pálido cuando sintió que había sido demasiado vulgar; Max soltó una risa discreta pero no comentó nada al respecto. —es mejor si me anudas sólo cuando sepamos que hay mayor posibilidad de quedar en cinta.—

—¿Entonces no solo tendré que atender todos tus caprichos, sino que también tendré que contenerme durante el primer día? — El rubio se queja rodando los ojos.—

El rosa pálido se vuelve completamente rojo.

—...la masturbación es una posibilidad, mi amor. Siempre y cuando no haya ningún nudo, ya que los alfa no expulsan tanta semilla durante la masturbación como cuando están anudados.— se gira un poco, y Max puede ver la pequeña y tímida sonrisa en su rostro cuando continúa; —Es bueno saber que mi esposo me desea lo suficiente como para sufrir al contenerse durante mi precalentamiento.—

Lo cual va a ser un infierno para Max, pero al menos, se consuela pensando en que será peor para Checo.

...

Entonces, ahora que esto está sucediendo y no hay forma de hecharse para atrás, avanza hacia la cama y se quita la ropa de manera descuidada. Puede sentir que su propio aroma ha reaccionado al toque y hormonas que provienen del omega, lo siente a su alrededor como una nube, tan espesa que casi puede morderla. El pequeño cuerpo del hada todavía está allí, abierto, esperando que su alfa venga y se aparee con él, pero Max tiene otros planes en mente.

Checo también había explicado que durante el celo se volverá menos coherente, por lo que incluso si sabe que no debe hacerlo, pedirá que lo jodan y le anuden durante la primera ola, que es exactamente lo que ocurre ahora. Max aún debe decir que no.

—Tú mismo me dijiste que no debería anudarte, Checo.— se burla con ese apodo que el ogro le había conseguido hace unos días, llamándolo así de forma afectuosa, y Sergio, que gime casi como si le hubiesen abofeteado, solloza mientras tira la cabeza hacia atrás y se mordisquea el labio inferior de manera derrotada, —¿no te acuerdas?— El rubio se burla, peinando suavemente el cabello azabache hacia atrás, sintiendo la humedad del sudor contra su mano.

—Olvida lo que dije, solo tómame, por favor!— El moreno se queja, tal como Max esperaba que hiciera. Él se ríe y agarra ambas rodillas y las separa con un movimiento brusco, dejando al hada abierta frente a él.

Y qué espectáculo para la vista. Max siente que su propia polla se llena y se endurece cuando la encuentra frente a él, la pequeña polla rosada de Sergio dura hasta el final, gotea delicadas perlas de presemen rodando de su cabeza. Debajo, los pliegues de su perfecto culo están un poco hinchados, rosados ​​y empapados. Puede ver la manera en la cual se retuerce sobre la nada, brillante y húmedo.

Mantiene una mano sobre la rodilla de Sergio, para mantenerlo abierto mientras su otra mano va y usa su pulgar para tirar de un lado del dulce culo del omega, abriendo levemente los pliegues para mostrar que el orificio se abre ligeramente y palpita ansioso de ser maltratado, preparado para ser penetrado. Todo por la polla de su alfa.