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Un mes, ya había pasado un mes desde que desperté de mi coma pero Tom no, el seguia en esa camilla.

― ¿Como está la mujer más linda de este universo? ― decia Bill intentando hacerme sonrei.

― Hola, Bill. Mira, ya se me nota más la barriga. ― le dije y apunté mi vientre.

― ¡Sii! Estoy emocionado por tener a mi sobrinito. Va a ser igual de guapo que Tom y que yo e inteligente como su madre.

― Si.. pero ¡Ahg! ― un fuerte dolor de ientre me interrumpió.

― Mierda, Leah. ¿Estas bien?

― Si, solo me dio otro... calambre. Es todo.

― Si pasa a mayores grita lo más fuerte que puedas.

― Está bien, Bill. Ahora, ve a tu cuarto ya, quiero dormir. Mira que ya es media noche.

― Ya hablas como mamá. ― se burlo y se dirigió a la puerta. ― Te quiero, Leah. Descansa.

― Igual, Bill. Sueña lindo. ― se fue.

Comencé a acariciar mi vientre, comenzando a imaginarme como iba a ser, descubrimos que es un lindo niño. Ya decidí un nombre, se llamara Evan. Bill me dijo que era un nombre bonito y que a Tom le encantaría. Yo eoseraba con ansias el nacimiento de Evan y el despertar de Tom, queria ver a mis dos hombres, queria ser feliz.

Me quede dormida y esos malditos sueños volvieron a atormentarme, no lo hacias desde hace como 2 semanas.

Yo estaba discutiendo con alguien, no podia verle la cara pero cambio todo. Ya no discutía con nadie, solo estaba en una habitacion realmente hermosa, muy lujosa, yo miraba todo con deteniemiento.

Miraba por la ventana y podia ver una gran cuidad, escuche una puerta abrirse pero no voltee.

― Leah.

― Hola, Tom. ¿Evan ya se durmió?

― Si... es muy adorable.

Tom, ¿Que haces aquí? Estas en coma, ¿A que me refiero con Evan?, ¿porque no puedo hablar por cuenta propia?

― Leah, te amo.

― Yo más, Tom.

― Te ves muy guapa hoy.

― ¡DESPIERTA! ¡Tom debes despertar! Necesito estar contigo, Bill y yo lo necesitamos. ― logré hablar

― Volveré, Leah. No dejaré a ninguno de los dos.

― ¿Cuanto tendre que esperar?

De un pronto a otro todo cambio, volvi a estar discutiendo con esa persona desconocida, cerro la mano en un puño y la dirigió a mi vientre.

Desperté por un agudo dolor en mi vientre, era un dolor indescriptible, bueno, insoportable.

Yo gritaba de dolor y Bill no tardó en aparecerse.

― ¡Leah! ¿Dime que tienes? ― decia alterado.

― Bill, ayudame. Duele... mucho...

― Espera aqui, ire a buscar las llaves del auto, te llevare al hospital. Ya no son normales tus dolores.

Bill salió corriendo, no pasó ni un minuto cuando un dolor aún más fuerte se hizo presente. Grité y comencé a llorar, sentía como sudaba frío.

Bill llego y me cargó en sus brazos, me metió al auto y manejó. Manejaba rápido, se saltaba semáforos, gracias a Dios no nos pasó nada.

Un pinchazo en mi cabeza y dejé de escuchar, vi el perfil de Bill, se veía asustado. Cerré mis ojos y me desconecte mi consciencia.

De Ambos (Tom Kaulitz)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora