𝘾𝘼𝙋𝙄𝙏𝙐𝙇𝙊 20

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Weds tomo su auto rumbo a casade su familia, llevaba en el asientodel copiloto un regalo que esperabaque le gustara a la rubia

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Weds tomo su auto rumbo a casa
de su familia, llevaba en el asiento
del copiloto un regalo que esperaba
que le gustara a la rubia. Giro
el volante y se estacionó frente a
la casa se bajó del auto y saco el
regalo, lo colocó en su espalda y
tocó el timbre, como Enid sabía
que iba a ir, rogaba porque ella
abriera la puerta, la suerte estaba
de su lado porque la puerta se abrió
dejándose ver a Enid con el pelo tomado en una cola, unos guantes
y ropa con tierra. Era lo más sexy
que había visto. No se cansaba de
ver a su rubia.

Se acercó y beso sus labios haciendo que la rubia soltara una sonrisa mientras ambas se besaban, la rubia se giró indicándole a la
pelinegra que la siguiera para continuar con el jardín. Llegaron al lugar y la pelinegra sonreía pícaramente, la rubia levantaba una ceja confundida por la chica.

"Te traje algo". Dijo la pelinegra

"¿Enserio? no debiste molestarte"

La pelinegra hizo caso omiso y saco
de su espalda lo que eran rosas
rojas pero plantadas en tierra, más
específicamente en un macetero.

"Charlie, son hermosas". Dijo la rubia tomando el macetero.

"Pues creí que traerte flores era
un gran detalle, pero se marchitan
luego de un tiempo. Por lo que
pensé que sería más duradero si
estas las plantabas en tu jardín,
así tendrás algo que haga que me
recuerdes".

La rubia no dudo y cogió el cuello
de la pelinegra para atraerla y besarla lentamente, la pelinegra atino a colocar sus manos en la cintura de esta.

"Gracias Charlie, eres un amor" dijo
cuando rompió el beso.

"Por ti, Todo". Respondía
bobamente.

La rubia se giró para dejar el
macetero en donde irían las rosas,
habían menos bolsas de tierra y
cada vez tomaba mas forma el
jardín que preparaba Enid.

"¿Qué vamos a hacer hoy?"
Preguntó Weds, atrayendo a la
rubia tomando uno de sus brazos.

"Te necesito para construir otra
estructura de madera con diferentes dimensiones ¿si pudieras?" Enid
preguntó mientras le entregaba
una hoja de papel con los detalles
que tenía en el bolsillo trasero de su
pantalón.

"Claro que puedo hacer eso." Weds
respondió para comenzar a leer atentamente los requisitos y caminar hacia el cobertizo en la parte de atrás donde se guardaban las herramientas.

Trabajaron en silencio hasta que
Weds había terminado el marco
de la estructura y ella dio un paso
por detrás de Enid y le llamó la
atención al tocar suavemente con
sus manos la cadera de la rubia.

Ambas se estremecieron ante
el contacto y la rubia se giró
sonriendo.

"Ya está hecho." Weds dijo
simplemente.

17 Otra VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora