𝘾𝘼𝙋𝙄𝙏𝙐𝙇𝙊 24

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La pelinegra agradeció que su amigo Eugene tuviera otro lugar, una cabaña lejos de la ciudad

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La pelinegra agradeció que su amigo Eugene tuviera otro lugar, una cabaña lejos de la ciudad. La verdad es que le tomo por sorpresa que tuviera una pero fue una buena
sorpresa, luego del intento fallido
de tener algo, porque su hijo no
encontró nada más inteligente que
mientras salía en una cita con Liv
acercarse al fuego. Cuando lo vio y
vio que no había sido nada grave se
alegró, para luego bromear con el
chico acerca de la situación. Luego
de que el médico le recetara una
pomada para su brazo y fuera llevado a casa, Enid hablo con la
pelinegra pidiendo disculpas...

Flashback

"De veras que lo siento Charlie, pero Evan..."

"No tienes que preocuparte por
nada, es obvio es tu hijo y además mi amigo. Si tienes que cuidarlo no hay problema"

"Es porque tuvimos que dejar todo
a... medias, si me entiendes". Le
apunto a su entrepierna.

"Pues ya habrá tiempo para
nosotras, ahora lo que importa
es Evan y su brazo lastimado.
Entrégame las laves y te traigo el
auto mañana por la mañana. Asi
tengo un pretexto para venir"

"Porque no nací diez años después y tu diez años antes". Respondía la
rubia abrazando a la pelinegra.

"Pues al parecer nuestro destino era
nacer cuando lo hicimos". Respondia la pelinegra levantando sus brazos. "Ya amor, te dejo para que puedas cuidar a Evan y si necesitas algo me llamas porque también quiero saber de él"

"Bueno, cuídate mucho". Se
despedian con un beso para que la pelinegra se fuera en su Mini Cooper.

Fin Flashback

Ahora podía ser una nueva
oportunidad para tratar de
concretar algo, no era que estuviera
desesperada por tener sexo con
Enid, pero una adolecente con
las hormonas alborotadas y las
sesiones de besos que tenía con su
esposa no ayudaban a su auto control. Por lo que le pidió a Eugene las llaves de la cabaña que todos desconocían que existía.

Fue en búsqueda de Enid como su
primera cita.

Ambas ya sabían a lo que
enfrentaba esta salida, no lo habían
dicho con palabras pero quedaba
más que claro por ambas partes.

Cuando la recogió de la casa con
mucha educación le abrió la puerta
del auto y la ayudo a entrar y
recorrieron el camino con silencios
cómodos, comentarios superficiales
e historias que ocurrieron en
ausencia de la otra. Weds no podía
evitar colocarse nerviosa, no tanto
por lo que iba a ocurrir, sino que
su primera vez con ella, había sido
mágica, se habían entregado la una
a la otra sin presiones, ni mentiras.
Con nada más que el amor de la una por la otra. Lo que estaba ocurriendo en esos momentos previos reafirmaba lo que su subconsciente le reprochaba
a gritos. Charlie Ottinger le estaba
mintiendo a Enid. No era de la
forma en que ella quería estar
con ella, pero no podía evitar lo
inevitable. Talvez Samantha tenía
razón, estaba siendo egoísta con la
rubia, estaba pensando en ella
y no se preguntaba si en alguna
circunstancia su esposa podría
quedar con el corazón herido.

17 Otra VezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora