Valeria, una chef de un restaurante de lujo con un bondadoso corazón la apuntan a un concurso de comida participando en nombre del restaurante, donde todos confían en ella .Pero lo que no sabe es que allí conocerá al amor de su vida, un joven apuest...
Ya era el día del concurso y estaba super emocionada, pero mas lo estaba Sam. Parecía que en vez de hacer el concurso yo lo iba ha hacer ella. Sam y yo nos vestimos rápido y salimos corriendo. Yo tenia que llevar más pronto que los profesores para practicar. Sam había aprovechado y había conseguido una cita por Tinder en una cafetería cercana, aunque me sorprendía que en el pueblo donde se hacían las pruebas hubiera incluso tiendas.
El bus nos había dejado a un kilometro del edificio, pero sin embargo a medio de la cafetería. Con lo cual podía ver al chico con el que había quedado Sam, aunque solo fuera de lejos. Sam estaba corriendo, al parecer llegaba tarde, claro que no me sorprende, conociéndola. Sin embargo yo iba caminando, deprisa, pero por lo menos no tenia que ir corriendo como ella.
-¡Adiós, Val!- Grito para que la escuchara, solo habían pasado tres minutos y ella estaba realmente lejos.- ¡Buena suerte!
Sam era un amor, aunque cuando se enfada es un demonio. El chico con el que habrá quedado debe de ser muy guapo, y si no es así, tiene una suerte. Pero si llevara ha hacerla daño, las cartas cambiarían, la que tendría suerte soy yo de poder tener un saco nuevo al que pegar.
Solo le mire de reojo pero por lo que alcance a ver fue a un chico alto, mas mayor ( a lo mejor de la edad de mi hermano), rubio, estilo skater y con ojos azules. Espera, acaso Sam estaba... No, seguro que me lo abre imaginado. Al menos el chico era guapo, y no un nerd.
Cuando llegue estaba lleno de concursantes, por un momento pensé que había llegado tarde así que me acerque a un chaval y pregunte, al parecer no pero faltaban 5 minutos para que nos examinaran.
-Gracias.
-Nada y ¡buena suerte!
- ¡Igualmente!
Que majo era ese chico, le tendría que haber preguntado su nombre pero ya se había ido. Ojala - pensé- podramos ser amigos si nos aceptan a los dos.
- Acudan todos a sus puestos y preparaos para empezar a cocinar durante una hora, o menos- se escucho por toda la planta, al parecer hablaba un megáfono.- ¡Y buena suerte a todos!
El tiempo empezó, teníamos una hora . El plato que teníamos que hacer era albóndigas y a ser sincera, no tenia mucha experiencia en eso, así que quise hacerlas lo mas original posible.
. . .
Al salir del edificio había un montón de gente, algunos venían a recoger a los concursantes y otros era los propios concursantes. Mire hacia los lados, estaba desubicada pensé que Sam había terminado su cita y me venia a recoger, supongo que estaba equivocada.
- ¡Val!- un grito de la otra punta del me saco de mis pensamientos.- ¡ Aquí!
Me dirigí al sonido del grito procedente de mi mejor amiga. Tenia que esquivara a mucha gente a si que me llevo un rato hasta llegar allí.
- ¿Qué tal el concurso?
- No se. Pregúntales a los maestros, pero había un montón de gente.
- No si eso ya lo veo, con tanta gente va a ser difícil que llegues a ser de los primeros.
- Que corta royos eres, déjame por lo menos soñar con que algún día podre llegar a ser chef del restaurante. Bueno, ¿y tu que tal tu cita?
-Bien es super majo, y amable, y cariñoso, y masculino...
- Si si muy de todo, ya lo se. ¿Pero acaso sabes como se llama?
-Si, que te pensabas ,¿que he estado toda la cita llamándole desconocido?
- Te veo capaz
- Si si, jaja, que gracia me hace, mira como me rio. Bueno esta noche va a venir a cenar a tu casa.
-¿¡ Que!? ¿ Y porque a la mía?
- Pues porque mola más y punto, además a si podrás conocer a mi futuro esposo.
-Tu sueñas mucho, ¿no crees?
- Mas sueñas tu con ser chef de ese restaurante, ¿Cómo se llamaba?
- Rodi's Italian Restaurant
-Si eso mismo.
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Holaaaa perdon por tardar tanto, pero estaba muy ocupada por el cambio de trimestre, navidad y año nuevo.
